La neuropedagogía y el neurodesarrollo de la mano🤝

La neuropedagogía y el neurodesarrollo: la neurociencia en el aula y en el desarrollo infantil. Interesante charla con Ana Muñoz.

En nuestro programa de formación online en neurodesarrollo infantil MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ tenemos una nueva experta invitada. Se trata de Ana Muñoz, pedagoga especializada en neuropedagogía infantil.

Ana asegura que “somos nuestro cerebro”. Así de importante es este órgano en nuestro comportamiento y aprendizaje humanos.

Tendemos a pensar que somos seres racionales, pero no lo somos tanto como creemos. La realidad es que funcionamos con el gran peso de nuestras emociones en cada decisión que tomamos.

Y es que toda la información que entra al cerebro pasa por el cerebro físico y después por el cerebro emocional. Lo que quiere decir que toda la información que llega al córtex, a nuestro cerebro racional, ha pasado primero por el filtro del cerebro emocional.

Los niños pequeños funcionan principalmente con este cerebro emocional de protagonista pues su córtex no se ha desarrollado plenamente aún.

Es por esto que los niños pequeños se expresan desde la emoción.

Cuando los adultos nos empeñamos en hablarles y en responderles desde la razón, no nos estamos comunicando con los niños en el mismo lenguaje. Dar respuestas racionales a conductas emocionales… simplemente no funciona.

Es nuestra labor, como padres y docentes, aprender sobre educación emocional. Y lo haremos equivocándonos como es inevitable, puesto que el error forma parte del aprendizaje, sin embargo como nos dice Ana Muñoz, debemos aprender a equivocarnos con amor y con afecto.

También nos dice Ana que los adultos “somos la corteza de los niños”. Somos su córtex, esas áreas racionales que aún no han madurado en ellos. Es por esto que es tan importante que seamos los adultos quienes sentemos las bases del aprendizaje. Que pongamos los límites que dan seguridad y orientan a los pequeños.

Es responsabilidad de los adultos sentar las bases del futuro que son nuestros niños, y hacerlo con humor y alegría.

Escucha nuestra interesante charla a continuación:

Ana Muñoz es directora de NEUROPEDAGOGÍA INFANTIL

💡ENCIENDE el interruptor del APRENDIZAJE. Cómo ayudarle a aprender.

Si quieres que tus hijos o tus alumnos aprendan, antes debes asegurarte de que está encendido el interruptor… El interruptor del aprendizaje.💡

Seguro que te estarás preguntando de qué interruptor hablo. ¿Acaso existe un “interruptor del aprendizaje”?

Pues podríamos decir que “sí”, que existe. El cerebro debe estar “encendido” para que los niños puedan aprender, debe estar bien activo para poder así recibir la información necesaria.🧠

Y esto, no siempre ocurre en las condiciones óptimas. Demasiadas veces pedimos a los niños que aprendan cuando no están aún preparados para ello, cuando no cuentan con los requisitos necesarios.

Nuestra labor como padres, docentes, terapeutas, es la de asegurarnos de que los niños han alcanzado el grado de desarrollo preciso para poder responder como deseamos antes de pedirles que lo hagan. Antes de enseñarles o entrenarles para hacerlo.

Sin embargo, seguimos enviándoles información que no llega como debería a las áreas del cerebro que la han de procesar y luego emitir una respuesta, la respuesta que buscamos.

Por esto, hoy te pido que te asegures de que el cerebro está “encendido”, de que está conectado. ¿Pero dónde está el interruptor?

Seguro que si llevas un tiempo leyéndome o escuchando mis vídeos, sabrás lo que te responderé…
Que el interruptor que enciende el cerebro es el cuerpo.🤸‍♀

El medio que tenemos de llegar al cerebro, de estimularlo y activarlo, de ayudarlo a madurar… es a través del cuerpo.

Los niños deben sentir su cuerpo para poder estar conectados, para estar presentes, para poder recibir la información y poder responder a ella.

Es por esto que es tan importante la estimulación del tacto y la propiocepción (tacto profundo), también la del movimiento.

Hace unos días, recibí este mensaje de whatsapp de Montse, alumna del curso básico de neurodesarrollo infantil “El lenguaje de los sentidos”:

Montse estaba muy emocionada contándome cómo esta niña había dicho su primera palabra mientras ella le estaba dando un masaje. A veces parece algo casi “mágico”… pero no lo es, es simplemente algo “natural”.

No todos los niños hablarán al recibir un estímulo de tacto con presión, pero sí llegarán con el tiempo y la repetición de este estímulo, a estar más conectados y a contar con mayor maduración y por lo tanto, con más requisitos previos para poder avanzar en todas las áreas de su desarrollo. Y poder aprender en mejores condiciones.

Si te apetece saber más, sigo en este vídeo:

¿Qué te parece todo esto? Cuéntame si quieres, me encantará saber tu opinión. Conocer tus experiencias con el tacto y el contacto. También tus dudas, no te quedes con ellas, cuéntamelas.

Y si quieres conocer mejor el neurodesarrollo, ya sabes que tienes diferentes opciones de formación. Si te apetece formarte, sólo tienes que decírmelo. Te daré toda la información y podemos vernos para hablar de ello. Haz clic en el botón y nos vemos en una sesión para ti dedicada a todo lo relacionado con la formación en neurodesarrollo.

💜RESULTADOS MÁGICOS CON EL NEURODESARROLLO

Con el neurodesarrollo se trabajan las dificultades de los niños en su origen y no en los síntomas.

En nuestro programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ tenemos una nueva experta invitada. Ella es Eva Rincón, directora del centro multidisciplinar APRENDO, en Alcorcón (Madrid).

Eva nos habla de que los resultados llegan mucho más rápidos cuando se trabaja en el origen, la causa, de las dificultades.

Sin embargo, convencionalmente se siguen trabajando exclusivamente los síntomas, sin tocar por ello el problema real.

Eva como profesional, conoció el neurodesarrollo y dio un giro en su trabajo con los niños. Desde entonces obtiene resultados que como dice, muchas veces son “mágicos”, resultados que antes, en su trabajo como maestra de audición y lenguaje y pedagoga terapéutica, no lograba alcanzar.

Y así es la experiencia que hemos tenido otros muchos profesionales que trabajamos con técnicas de neurodesarrollo. Dirigiéndonos a los fallos donde realmente se hallan, trabajando el desarrollo de los niños, no su aprendizaje.

Cuando se logra la maduración en el desarrollo, el aprendizaje llega solo, con facilidad, porque los niños se encuentran preparados, cuentan con las herramientas que necesitan para aprender sin dificultades.

No hay magia, pero sí la fuerza de lo que es natural. De lo que los niños realmente necesitan, lo que la naturaleza ha establecido como requisitos para que puedan alcanzar el éxito en su aprendizaje y el control de la conducta.

Eva nos lo cuenta en esta pequeña charla para el programa MIMANDO LAS ESTRELLAS✨:

Tu hijo nunca aprenderá

“Tu hijo nunca aprenderá”…😥

Espero que no hayas tenido que escuchar esto de la boca de un profesional en quien confiabas. Pero quizá conozcas algún caso de padres que hayan recibido esta predicción sobre su hijo o hija.

Yo, como madre lo tuve que escuchar: “hazte a la idea de que tu hijo no aprenderá, nunca podrá estudiar”… Afortunadamente, no creí en estas palabras y con el tiempo comprobé que no eran acertadas, para nada.

Hoy me pregunto: ¿cómo se atreve alguien a dar semejante predicción?

Pero hace años, yo confiaba en los profesionales que evaluaban y trabajaban con mi hijo, y como madre, me llevó tiempo darme cuenta de la realidad.

La realidad es que las predicciones de estos profesionales son ciertas… Sí, son ciertas siempre y cuando sigamos sus directrices y recomendaciones.

Porque cuando un profesional nos dice “este niño no podrá”, tiene razón. Tiene razón: con lo que nos propone, el niño no podrá.

Por esto, al recibir una predicción de este tipo, es el momento de huir del profesional que nos la da. Darle las gracias por dejarnos claro que no está capacitado para ayudar al niño y no hacernos perder más tiempo. Es el momento de buscar otro camino que ofrezca oportunidades y abra puertas en lugar de cerrarlas.

“Tu hijo nunca aprenderá”. Si escuchas esta predicción por parte de un profesional, huye y busca otro camino para ayudar a tu hijo.

De este tema podría estar hablándote mucho tiempo, pero prefiero que me escuches en este vídeo si te apetece:

Ese “otro camino” podría ser el neurodesarrollo.

El neurodesarrollo trabaja el desarrollo de base, buscando dar a cada niño y niña las herramientas que pueda necesitar para aprender. Y por lo tanto, las oportunidades para lograrlo.

Si te apetece formarte en neurodesarrollo, no olvides que puedes agendar una sesión gratuita conmigo y nos vemos para hablar de ello. Haz clic en el botón y ¡nos vemos!:

Mi hijo no aprende a leer

Muchos niños muestran dificultades para aprender a leer. No les gusta leer. Y lo peor es que están convencidos de que no tienen capacidad para aprender como los demás.

Aquí sigo con el tema del aprendizaje. Hoy en concreto: el aprendizaje de la lectura.
Son muchos los niños que muestran dificultades y a los que les cuesta aprender a leer. También son muchos los adultos que fueron niños como ellos, y a los que no les gusta leer… es lógico que no les guste. A los niños tampoco les gusta cuando les supone un gran esfuerzo.
Y no es que no se esfuercen para aprender. No. ¡Todo lo contrario! Demasiadas veces lo que ocurre es que se esfuerzan mucho, pero no obtienen resultados… por ello acaban “tirando la toalla” y aceptando que “leer no es para mí“, “yo no sirvo para leer“, “leer es difícil“, “leer no me gusta“…
Es muy triste ver a tu hijo frustrado y peor, verle resignado, convencido de que no tiene capacidad para aprender como los demás. En sus palabras suena así: “mamá, yo no puedo“, “mamá, es que yo soy tonto“… Se me rompe el corazón al recordarlo.

No depende de su capacidad o de su inteligencia. Tampoco del esfuerzo que hagan cada día para aprender

¿Y si pudiéramos convencer a estos niños de que no depende de su capacidad o de su inteligencia? ¿Y si pudiéramos hacerles ver que ellos están trabajando con una dificultad añadida que no tienen los demás (o la mayoría, porque a muchos otros niños también les pasa)? ¿Y si supieran que esta dificultad se puede tratar y solucionar?
Y mejor aún: ¿y si los adultos, sus padres y profesores, también fuéramos conscientes de que este niño está funcionando en unas condiciones que hacen que aprender a leer sea realmente un infierno? ¿Y si supiéramos que no depende de su inteligencia o del esfuerzo que haga cada día para aprender?

La situación sería mucho más justa y podríamos así plantearnos qué está ocurriendo para que el niño tenga estas dificultades. Si no está en su capacidad, su inteligencia o el sobreesfuerzo que hace, podremos plantearnos buscar dónde está la causa para así solucionar el problema.

Gran cantidad de funciones visuales son necesarias para poder leer con comodidad y eficacia

Afortunadamente, contamos con profesionales expertos en estas causas que afectan al aprendizaje. Expertos en desarrollo infantil y en su relación e incidencia en el rendimiento escolar.
Los profesionales de la optometría comportamental no solamente se ocupan de la vista, sino que evalúan y trabajan la visión, atendiendo a la relación entre lo que el niño ve y lo que interpreta su cerebro, a la gran cantidad de funciones visuales que son necesarias para poder leer con comodidad y eficacia.

Estas funciones visuales no se limitan a la agudeza visual (ver nítido) que es lo que se evalúa en los niños (y se les evalúa esta claridad visual normalmente de lejos, no a la distancia de lectura), sino que van mucho más allá pues el sistema visual precisa de una maduración para que el niño pueda estar preparado para leer.Un 80% de las funciones visuales que el niño necesita para la lectura no se miran en las evaluaciones convencionales, por lo que no se detectan las dificultades y el niño sigue “abandonado” a su suerte ante la batalla de aprender a leer.

Cuando damos con el profesional adecuado que es capaz de observar los fallos en el sistema visual y corregirlos con una sencilla terapia, el niño comienza a tener la oportunidad que merece para aprender a leer como lo hacen los demás.

Hace muchos años escribí un artículo sobre Jorge: “Jorge no lee como los demás”. En este artículo conté con la colaboración de Rosa García, optometrista comportamental que comenta el caso (¡gracias Rosa!).
Y hoy, en este vídeo te lo cuento de nuevo, cómo Jorge luchaba cada día para poder leer sin lograr avances y sin saber que no dependía de él, de su esfuerzo. Un día descubrió la verdad, también lo hizo su madre, y esto cambió sus vidas para siempre

En nuestra formación online en neurodesarrollo infantil tratamos este tema y conocemos métodos, disciplinas y profesionales como los de la optometría comportamental que aportan al desarrollo de los niños y a su aprendizaje.

Si te apetece formarte, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos para hablar de ello. Haz clic en el botón y ¡nos vemos!:

“Requisitos para iniciar el aprendizaje de la lectura con Jordi Catalán”

Acompaña a tu hijo o hija en su aprendizaje👩‍👧

Aprendizaje, acompaña a tu hij@ hacia las metas de su aprendizaje

El aprendizaje escolar requiere de que los niñ@s hayan adquirido determinados requisitos previos. Acompañémosles en el recorrido hacia la meta del aprendizaje.

¿Quieres que tu hij@ o tu alumn@ aprenda a leer aprenda a escribir, desarrolle el lenguaje…?

Por supuesto que sí! Eso lo queremos todos, ¿verdad?

A raíz de mi anterior email y vídeo, te escribo de nuevo para reflexionar sobre la necesidad de dar a los niñ@s las herramientas que necesitan su aprendizaje.

La naturaleza es inteligente y ha diseñado para nosotros un cerebro que adquiere primero las herramientas precisas para después poderlas utilizar para aprender cualquier cosa que necesite.

Cuando un niño o una niña no aprende como esperamos que lo haga, es muy probable que sea porque no cuente con las herramientas para hacerlo.

Esas herramientas no se logran haciendo más de lo que no podemos hacer… Por esto no resulta lo más lógico ni lo más eficaz quedarnos ahí, insistiendo en la meta a la cual aún no ha llegado.

Lo preferible será acompañar al niñ@ en el recorrido hacia la meta para que pueda llegar a ella con facilidad porque ya cuenta con todos los requisitos previos para llegar.

Así, habríamos de plantearnos qué es lo que hace un niñ@ antes de desarrollar el lenguaje, antes de aprender a leer, antes de aprender a escribir, antes de poder estar sentadito y controlar el movimiento prestando atención en clase…

Las respuestas nos indicarán cuáles son esos requisitos que necesita para llegar a estas metas.

Y retrocediendo en el desarrollo para reforzarlo, volveremos al lugar desde el que partimos siempre y del que me habréis leído y oído hablar ya muchas veces (espero no resultar pesada)… Bueno, seguro que sabes a qué me refiero: ¡al cuerpo!

Sí, eso es: el cuerpo y todas las experiencias con el mismo y con el movimiento.

Toda la información que entra al cerebro lo hace por el cuerpo.

Y esta información es la que desarrolla el cerebro y lo hace crecer y madurar.

Para trabajar y dar a un niñ@ las herramientas previas a su aprendizaje hemos de remontarnos a etapas muy tempranas del desarrollo del ser humano.

Justo esas etapas durante las cuales el cerebro se está cableando, está desarrollándose, creciendo y creando esas herramientas.

Será un trabajo de base, con experiencias sensoriales, especialmente las que conectan el cuerpo con el cerebro y el cerebro con el cuerpo.

Así trabajamos con sensaciones corporales a través de los estímulos táctil y propioceptivo, lo cual favorecerá que los niñ@s “se sientan”, estén más conectados con ellos mismos y con lo que les rodea, que estén en el “aquí”y “ahora” para prestar atención y aprender.

Trabajamos con la estimulación vestibular a través del movimiento.

Y con patrones de movimiento que llevarán al control del movimiento y por lo tanto, a la capacidad de estar quieto. Esto también favorecerá la capacidad de prestar atención y aprender.

Bueno… Esto es sólo una pequeña pincelada de todo lo que puede lograrse con el trabajo de base, en la base del desarrollo.

Teniendo una buena base es como los niñ@s podrán enfrentarse si dificultades a cualquier reto en su aprendizaje y en la vida.

He preparado este nuevo vídeo para contártelo (pido disculpas por fallos en la edición que afectan a la calidad):

Ya sabes que puedo ofrecerte varias opciones de formación, desde la más sencilla a la más completa de modo que tú también aprendas a trabajar en la base del desarrollo de los niñ@s, facilitándoles que adquieran las herramientas necesarias para aprender con facilidad.

Si te apetece formarte, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos para hablar de ello. Haz clic en el botón y nos vemos:

“LA CLAVE EN EL DESARROLLO INFANTIL: LA CONEXIÓN CEREBRO-CUERPO, CUERPO-CEREBRO”

¿Trabajas su aprendizaje abandonando su desarrollo?😦

Si trabajas su aprendizaje, no estarás trabajando su desarrollo de base.

¿Si el desarrollo de los niños depende de realizar conexiones entre su cuerpo y su cerebro, su cerebro y su cuerpo… si depende del crecimiento y maduración de áreas de base en nuestro cerebro y estas áreas crecen y maduran gracias a las experiencias con el cuerpo y el movimiento… entonces… QUÉ HACEMOS APILANDO BLOQUES, HACIENDO PUZZLES, APRENDIENDO LOS COLORES, LAS LETRAS O LOS NÚMEROS?

BUENA PREGUNTA…

Me la hacen a menudo los padres y profesionales que trabajan con niños con dificultades cuando conocen el neurodesarrollo y comienzan a darse cuenta de lo que realmente supone el desarrollo del ser humano.

El aprendizaje de las palabras, la lectura, la escritura, los colores, las formas geométricas … depende de que el niño haya alcanzado un buen desarrollo cerebral.

Igual que el poder controlar su conducta, su movimiento, sus impulsos, cómo se relaciona con los demás, cómo reacciona ante situaciones diversas … también depende del grado de maduración alcanzado.

Y por “maduración” no hemos de entender algo que llega simplemente con el tiempo, no.

El tiempo es un factor importante, pero no es suficiente para lograr ni la maduración ni el crecimiento de ningún ser vivo. El tiempo por sí solo no logra una maduración, sino que el cerebro, como cualquier ser vivo, necesita de nutrientes, necesita estar bien alimentado para lograr crecer madurar y desarrollarse.

En el caso del cerebro, la principal alimentación llega a través de los sentidos. El cerebro crece y se desarrolla con la estimulación que recibe de su entorno: esto supone cada vivencia, cada sensación, cada cosa que el niño ve, que escucha, que toca, que experimenta… cada vez que se mueve o siente su cuerpo está conectándose con su cerebro y está haciéndolo madurar.

Esta maduración y desarrollo será lo que permita a los niños contar con las herramientas necesarias para poder aprender y poder controlar su conducta.

Por esto cuando un niño o una niña no logra aprender como los demás o no alcanza alguno de los hitos como sería de esperar para su edad, hemos de pensar que algo está fallando en su desarrollo.

Debemos pensar que no cuenta con las herramientas, con los requisitos necesarios para poder alcanzar ese hito del aprendizaje o del desarrollo.

Los niños no se comportan y no aprenden “como quieren”, sino que lo hacen “como pueden”. Y si no lo hacen “mejor” o como esperamos que lo hagan, es porque no cuentan aún con lo que necesitan para poder aprender y comportarse como lo hacen el resto de sus compañeros.

Entonces, si no se ha completado el desarrollo y la maduración cerebral de estos niños, habremos de trabajar justo ahí: ofreciendo al cerebro los estímulos que necesita y que la naturaleza diseñó como óptimos para lograr la maduración cerebral y completar el desarrollo.

Y estos estímulos NO son trabajar con las palabras, los colores, las formas, los números…

El cerebro del ser humano no se desarrolla sentado a una mesa y haciendo un trabajo con fichas, con puzzles, con bloques para apilar.

El cerebro del ser humano necesita de otro tipo de estimulación mucho más “básica” para desarrollar esas áreas “de base” sobre las cuales se construye el aprendizaje y el control de la conducta.

Cuando los niños cuentan con bases bien fuertes y estables todo lo demás se producirá de una manera fluida y sin dificultades.

Si tu hijo o tu hija, tus alumnos o los niños con los que trabajas, tienen dificultades en su aprendizaje y/o su conducta, es muy probable que se deba a fallos en su desarrollo, a un desarrollo no completado.

Trabaja ahí: en el desarrollo. Y no te centres exclusivamente en su aprendizaje. No te quedes en “enseñarle” cosas, estimula su cerebro.

Porque el aprendizaje y la conducta dependen del desarrollo, pero ¡esto NO ocurre al revés!

Si estás trabajando sentado a una mesa con tu hijo, piensa que no estás trabajando su desarrollo, no su desarrollo de base.

Trabaja con su cuerpo y con el movimiento y entonces sabrás que le estarás dando las herramientas que necesitará para aprender, para desarrollar el lenguaje, para poder leer, escribir, comprender las matemáticas, para tener un mayor control de su conducta, de sus emociones y de cómo se relaciona con los demás.

Pero no cualquier movimiento o cualquier trabajo con el cuerpo es el adecuado, sino que habremos de llevar a cabo el trabajo corporal y de movimiento que el cerebro necesita para lograr un buen cableado de esas áreas de base sobre las cuales se sustenta todo el desarrollo y el aprendizaje de la persona.

Si quieres conocer cuál es esta forma de trabajar con el cuerpo y el movimiento, infórmate sobre el neurodesarrollo. Puedes conocer en qué consiste viendo mi masterclass gratuita. Por verla te llevarás un regalo en forma de pdf con juegos de estimulación táctil y vestibular. Espero que te guste. Sólo tienes que hacer clic en el botón para inscribirte:

https://www.youtube.com/watch?v=3caR1Zik6bc

¿QUÉ ES EL NEURODESARROLLO?

El NEURODESARROLLO es para ti 💗

El neurodesarrollo es para ti. Tú puedes conocer cómo pasar tiempo de calidad con los niños mientras estimulas su cerebro y los ayudas a alcanzar su pleno potencial gracias a un buen desarrollo.

Autismo, déficit de atención, retraso madurativo… cada día son más los niños que nos necesitan para ayudarles a salir de sus dificultades y funcionar de la manera que sería la esperada para los niños de su edad.

Los adultos, tanto profesionales como padres, nos sentimos muchas veces frustrados y sin saber qué hacer realmente para ayudarles.

Las terapias y metodologías convencionales se centran exclusivamente en los síntomas que vemos, tratando solamente lo que es superficial. No tocan el problema de fondo que está causando las manifestaciones que muestran los niños y que hacen que tengan dificultades en su aprendizaje y en el control de sus emociones y su conducta.

Los métodos que normalmente se utilizan se enfocan demasiado en el aprendizaje de los niños (las palabras, las letras, la lectura, la escritura, los números y las matemáticas, los colores, las formas… el apilar bloques, hacer puzzles…). Sin embargo, los fallos que hacen que surjan dificultades no suelen ser fallos en el aprendizaje, sino en el desarrollo.

El desarrollo de los niños equivale a su desarrollo cerebral. Por lo que, será el funcionamiento cerebral lo que determine cómo funcionan los niños.

Y el desarrollo de los niños, el desarrollo del ser humano, no depende del aprendizaje solamente, no depende del aprendizaje académico… El desarrollo se da gracias a procesos mucho más profundos, previos al aprendizaje cognitivo.

Si un niño tiene problemas para aprender o controlar su conducta, no tenemos que dedicarnos solamente a “enseñarle” o “entrenarle” a funcionar de otra manera. Lo que es nuestra responsabilidad como adultos que trabajamos y convivimos con los niños es hacer que logren un buen desarrollo para así contar con las herramientas que necesitarán para funcionar en su aprendizaje y su conducta.

Reforzar y completar el desarrollo pasa por dar a los niños, a su cerebro, lo que necesita realmente para madurar.

Y para llegar al cerebro solamente hay una manera: haciéndolo a través del cuerpo.

Esto es lo que trabaja el neurodesarrollo.

Tú puedes también conocer cómo pasar tiempo de calidad con los niños mientras estimulas su cerebro y los ayudas a alcanzar su pleno potencial gracias a un buen desarrollo.

Tú puedes favorecer que aprender y controlar las emociones o la conducta sea más fácil para todos ellos.

El neurodesarrollo es para ti

¿Qué te parecería compartir todo esto en un grupo de personas motivadas por lograrlo?

¿Cómo te suenan más de 30 horas en directo por zoom para aprender y compartir sobre neurodesarrollo?

¿Y 90 horas de clases grabadas para que elijas las que más te puedan interesar?

¿Qué te parece pasar 22 horas en directo con diferentes expertos del mundo del desarrollo infantil?

¿Y más de 60 horas en diferido con una gran variedad de expertos?

Todo esto además de recibir 43 lecciones en PDF descargables para ti…

Si te suena interesante, tienes la oportunidad con el programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS

Y si te apetece conocer más sobre MIMANDO LAS ESTRELLAS✨, podemos quedar para hablar de ello. Agenda una sesión gratuita conmigo haciendo clic en el botón de aquí debajo y nos vemos😍.

La clave en el desarrollo infantil: conexión cerebro-cuerpo, cuerpo-cerebro

¿Aún sigues trabajando exclusivamente con actividades cognitivas y conductuales?
¡Mejor trabaja con el cuerpo!

A muchas personas les resulta sorprendente que trabajemos con el cuerpo en el neurodesarrollo. Y siguen estancadas insistiendo en aprendizajes como los colores, las formas geométricas, las letras, los números, las palabras… Todo esto está bien, pero son, como decía, aprendizajes.
NO es un trabajo dirigido al desarrollo de los niños.

Los síntomas que muestran nuestros niños son fruto de fallos en su desarrollo, en su maduración cerebral.

Por ello, solamente hay una manera de dirigirnos a los fallos para repararlos: trabajando el desarrollo de los niños desde la base del mismo. ¡NO trabajando su aprendizaje!

El aprendizaje llegará sin esfuerzo cuando el desarrollo se haya completado y el niño cuente con las herramientas que necesita para aprender.

Nuestra labor ha de ser el darle esas herramientas. Y la manera NO es insistiendo en lo que el niño no puede hacer, le resulta difícil o, simplemente: enseñándole cosas.

El desarrollo NO se trabaja “enseñando” al niño nada. NO se trabaja “entrenándole” a hacer lo que le cuesta.

Entonces, ¿CÓMO? ¿Cómo se trabaja el desarrollo infantil?

Pues… el desarrollo comienza por y depende de una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, entre el cuerpo y el cerebro.

Para que el cerebro pueda desarrollar las funciones que el niño necesita para aprender y controlar su conducta, habrá de lograr primero esa buena relación con el cuerpo gracias a las experiencias corporales, gracias a la información que llega a través de la estimulación de los sentidos y del movimiento.

Un cuerpo desconectado del cerebro no es funcional, igual que un cerebro desconectado del cuerpo tampoco lo es.

Esto puede sorprenderte, pero la conexión de la que te hablo no se da porque sí, no nace con el niño, sino que éste la va creando gracias a ir completando su desarrollo en las etapas más tempranas de la vida.

Si todo desarrollo comienza por esto por esta relación entre el cuerpo y el cerebro, el cerebro y el cuerpo… y si el desarrollo no se ha completado como sería de desear, trabajar fuera de esta conexión es seguir camino más largo, difícil e infructuoso.

Existe un momento en la vida para lograr de forma natural una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, el cuerpo y el cerebro. Y existen unas experiencias concretas que se producen en ese momento y que son las que hemos de retomar después para fortalecerla.

En este vídeo te lo cuento “más bonito”:

Si quieres aprender a trabajar en la base del desarrollo infantil tal como te vengo contando, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS. Podría ser justo lo que estás buscando.

Si te apetece que hablemos de la formación, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos:

👶📱 Las pantallas en el desarrollo infantil

¿Te has fijado alguna vez en cuantos niños van por la calle en su sillitas y con un móvil en la mano?

Bebé con teléfono móvil.

Van absortos en lo que ocurre en la pantalla en lugar de mirar el mundo que lo rodea, las casas, los árboles, los perros, las personas… 

Es un problema serio al que nos estamos enfrentando por el efecto de las pantallas en el desarrollo infantil: niños muy conectados con una pantalla y desconectados del mundo, desconectados de la vida…

A las aulas de infantil llegan cada día más niños con dificultades de lenguaje, para relacionarse, para seguir normas y adaptarse a las actividades del grupo, para prestar atención… Niños inmaduros que parecen haberse quedado atrás en su desarrollo.

No son las pantallas  la única causa del incremento de las dificultades y del pobre desarrollo de los niños, hay otros factores que inciden en esto. Pero la exposición temprana y la sobreexposición a las pantallas tiene mucho que ver en todo ello.

Así ocurre que desde el neurodesarrollo nos vemos en la necesidad de trabajar con niños muy poco estimulados, que han tenido una pobre relación con otros, cuyo desarrollo motriz no ha sido óptimo, niños que no saben controlar sus impulsos, sus arranques emocionales, niños que no saben esperar o guardar su turno, seguir unas sencillas normas en el grupo… Niños con dificultades para comunicarse y para aprender…

Si los primeros años de vida son una etapa “sensomotriz” en la cual el desarrollo y el crecimiento del cerebro se produce gracias a los estímulos y experiencias sensoriales y motrices, la exposición a una pantalla que impide al niño moverse, relacionarse, explorar y experimentar en el mundo, no puede ser más que perjudicial.

A continuación te dejo este vídeo por si te apetece verlo:

Cuidemos del desarrollo de nuestros pequeños, es lo más valioso que tenemos como sociedad, y mucho más lo es para quienes somos padres y/o trabajamos con niños.

Si te apetece conocer más sobre el desarrollo infantil y formarte en neurodesarrollo, ya sabes, sólo tienes que hacer clic aquí debajo para que nos veamos en directo online y te cuente todo lo que necesites saber.

“LA PANDEMIA Y EL NEURODESARROLLO”