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Cómo saber si un niñ@ necesita ayuda y cómo actuar

El neurodesarrollo nos enseña a observar a los niños para saber qué está ocurriendo realmente detrás de cada síntoma y para saber cómo ayudarles.

Seguro que me has oído decir un montón de veces que “el cerebro lo hace todo“… 

El cerebro es el que se mueve, el que está quieto, el que habla y el que escucha y presta atención, es el que se relaciona con los demás y el que aprende en la escuela a leer, escribir, las mates…

Es por esto que siempre digo también que cuando observes a un niño o a una niña, piensa que estás observando su cerebro en acción. Su cerebro haciendo “lo que puede” con la madurez que ha alcanzado.

El desarrollo de los niños es igual a su desarrollo cerebral, es la misma cosa en realidad. Y será la maduración alcanzada por cada niñ@ en su desarrollo, la maduración alcanzada por su cerebro, la que determine que los niñ@s tengan o no dificultades en su conducta y aprendizaje.

La gran cuestión es: ¿cómo podemos acompañar ese desarrollo de nuestros niños para que llegue a ser lo más pleno posible? Y, ¿cómo reforzar ese desarrollo cuando vemos que no va del todo como esperamos?

Para esto sería bueno comenzar comprendiendo el gran poder que tiene el entorno en el desarrollo. El entorno son todas las experiencias vividas, toda la información sensorial que llega al cerebro desde el mismo momento de la concepción. Todo lo experimentado por el niño o la niña conectará neuronas y cableará su cerebro, lo hará crecer y madurar.

Parte de lo que somos se lo debemos a nuestros genes, pero sólo una parte. La epigenética nos dice que el entorno (los factores externos) inciden también en muchos de nuestros genes, haciendo que éstos se manifiesten o no, lo hagan con mayor fuerza o no… Así que, podríamos decir que somos, y nuestros niñ@s son, el producto de esos factores externos, del ambiente o entorno en el cual, y gracias al cual, se desarrolló nuestro cerebro, especialmente en los primeros años de vida.

Entonces, si el entorno puede incidir tanto en el desarrollo de nuestros niñ@s hasta el punto de que muchas de sus dificultades sean el resultado del mismo, nosotros también podemos, modificando ese entorno y ofreciendo los mejores estímulos, los más necesarios para el desarrollo cerebral, lograr que este desarrollo se refuerce para ser más óptimo.

Esto es lo que hace el neurodesarrolloretomar el desarrollo de los niñ@s, volver atrás para, con la estimulación adecuada, crear las herramientas que puedan necesitar para aprender y controlar su conducta sin grandes dificultades.

Aplicar técnicas de neurodesarrollo supone volver a repasar cada etapa del desarrollo que pueda haber faltado o que no haya sido bien plena (o que sea necesario retomar porque ha habido una gran regresión, como en el caso del autismo), para acompañar al niño desde ahí hacia adelante, asegurándose de que cuenta con “las herramientas” que precisa para enfrentarse a los retos del día a día.

Por ejemplo, si un niñ@ tiene dificultades para leer o para escribir, habremos de plantearnos por qué razón no llegó a desarrollar las habilidades que necesita para ello, esas herramientas previas a la lectura y escritura que son necesarias y sin las cuales, leer y escribir resultará muy difícil. No nos centraremos exclusivamente en practicar la lectoescritura, sino en trabajar otros logros del desarrollo que son muy anteriores, pero muy necesarios (un buen tono muscular y control de la postura, el control del movimiento que permite a un niñ@ estar quieto, la capacidad de prestar atención, la discriminación auditiva que le permitirá convertir los sonidos de la lengua hablada en signos de la escrita, un buen sistema visual que le brinde la oportunidad de utilizar de forma cómoda y eficaz ambos ojos para poder leer, un buen desarrollo de la motricidad fina de las manos que le faciliten la escritura, la correcta percepción de nociones espaciales como la izquierda y la derecha gracias a haber alcanzado una buena lateralización como diestro o zurdo pleno, etc.).

Y por concretar aún más este ejemplo… Imagínate que a un niño le cuesta leer… Y por más que practicamos la lectura, los avances son pocos, pobres y lentos. En un momento dado, nos damos cuenta de que este niño tiene importantes problemas para diferenciar la derecha y la izquierda a pesar de tener ya 7 años. Pues aquí es donde hemos de plantearnos que no tiene sentido seguir por el camino escogido hasta ahora… porque este niño no está preparado para leer. Y nuestro deber no es obcecarnos en practicar lo que no puede hacer, lo que le resulta difícil, sino asegurarnos de brindarle la oportunidad de desarrollar los requisitos previos para la lectura, entre ellos el tener claros los conceptos espaciales de izquierda y derecha (la lectura, la escritura y las matemáticas sobre el papel se llevan a cabo siguiendo una direccionalidad concreta para la cual hemos de tener estos conceptos espaciales muy asimilados). Si un niño no tiene claros estos conceptos espaciales en sí mismo, no los podrá tener respecto al espacio en 3D que lo rodea y mucho menos… podrá tener claros estos conceptos sobre las dos dimensiones de un papel.

Todo en el desarrollo tiene un orden y una secuencia. Y todo lo que haya de llegar en esa secuencia, depende de todo lo que hubo con anterioridad. Así, con este niño del que hablamos, trabajaremos con el movimiento de los dos lados de su cuerpo de modo que vaya incorporando plenamente los conceptos espaciales que luego habrá de utilizar para leer.

Aprender a observar a los niños para saber qué está ocurriendo realmente detrás de cada síntoma y para saber cómo ayudarles es una responsabilidad y un privilegio de quienes convivimos o trabajamos con ellos. El neurodesarrollo nos enseña cómo hacerlo. Cómo observarles para ver… cómo trabajar para ayudarles a vencer sus dificultades.

Siento que esto sea un texto tan largo… Voy a ir terminando ya, pero por si te apetece, te cuento más en este vídeo:

Si tú quieres aprender a observar a los niños y trabajar con ellos desde el neurodesarrollo, me gustaría que sepas que existen varias opciones de formación. Desde las opciones más completas a otras más sencillas, todas ellas fascinantes como lo es su contenido de neurodesarrollo.

Aquí verás estas diferentes opciones.  Tienes información de todas ellas en mi web:

rosinauriarte.com

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💡ENCIENDE el interruptor del APRENDIZAJE. Cómo ayudarle a aprender.

Si quieres que tus hijos o tus alumnos aprendan, antes debes asegurarte de que está encendido el interruptor… El interruptor del aprendizaje.💡

Seguro que te estarás preguntando de qué interruptor hablo. ¿Acaso existe un “interruptor del aprendizaje”?

Pues podríamos decir que “sí”, que existe. El cerebro debe estar “encendido” para que los niños puedan aprender, debe estar bien activo para poder así recibir la información necesaria.🧠

Y esto, no siempre ocurre en las condiciones óptimas. Demasiadas veces pedimos a los niños que aprendan cuando no están aún preparados para ello, cuando no cuentan con los requisitos necesarios.

Nuestra labor como padres, docentes, terapeutas, es la de asegurarnos de que los niños han alcanzado el grado de desarrollo preciso para poder responder como deseamos antes de pedirles que lo hagan. Antes de enseñarles o entrenarles para hacerlo.

Sin embargo, seguimos enviándoles información que no llega como debería a las áreas del cerebro que la han de procesar y luego emitir una respuesta, la respuesta que buscamos.

Por esto, hoy te pido que te asegures de que el cerebro está “encendido”, de que está conectado. ¿Pero dónde está el interruptor?

Seguro que si llevas un tiempo leyéndome o escuchando mis vídeos, sabrás lo que te responderé…
Que el interruptor que enciende el cerebro es el cuerpo.🤸‍♀

El medio que tenemos de llegar al cerebro, de estimularlo y activarlo, de ayudarlo a madurar… es a través del cuerpo.

Los niños deben sentir su cuerpo para poder estar conectados, para estar presentes, para poder recibir la información y poder responder a ella.

Es por esto que es tan importante la estimulación del tacto y la propiocepción (tacto profundo), también la del movimiento.

Hace unos días, recibí este mensaje de whatsapp de Montse, alumna del curso básico de neurodesarrollo infantil “El lenguaje de los sentidos”:

Montse estaba muy emocionada contándome cómo esta niña había dicho su primera palabra mientras ella le estaba dando un masaje. A veces parece algo casi “mágico”… pero no lo es, es simplemente algo “natural”.

No todos los niños hablarán al recibir un estímulo de tacto con presión, pero sí llegarán con el tiempo y la repetición de este estímulo, a estar más conectados y a contar con mayor maduración y por lo tanto, con más requisitos previos para poder avanzar en todas las áreas de su desarrollo. Y poder aprender en mejores condiciones.

Si te apetece saber más, sigo en este vídeo:

¿Qué te parece todo esto? Cuéntame si quieres, me encantará saber tu opinión. Conocer tus experiencias con el tacto y el contacto. También tus dudas, no te quedes con ellas, cuéntamelas.

Y si quieres conocer mejor el neurodesarrollo, ya sabes que tienes diferentes opciones de formación. Si te apetece formarte, sólo tienes que decírmelo. Te daré toda la información y podemos vernos para hablar de ello. Haz clic en el botón y nos vemos en una sesión para ti dedicada a todo lo relacionado con la formación en neurodesarrollo.

Tu hijo nunca aprenderá

“Tu hijo nunca aprenderá”…😥

Espero que no hayas tenido que escuchar esto de la boca de un profesional en quien confiabas. Pero quizá conozcas algún caso de padres que hayan recibido esta predicción sobre su hijo o hija.

Yo, como madre lo tuve que escuchar: “hazte a la idea de que tu hijo no aprenderá, nunca podrá estudiar”… Afortunadamente, no creí en estas palabras y con el tiempo comprobé que no eran acertadas, para nada.

Hoy me pregunto: ¿cómo se atreve alguien a dar semejante predicción?

Pero hace años, yo confiaba en los profesionales que evaluaban y trabajaban con mi hijo, y como madre, me llevó tiempo darme cuenta de la realidad.

La realidad es que las predicciones de estos profesionales son ciertas… Sí, son ciertas siempre y cuando sigamos sus directrices y recomendaciones.

Porque cuando un profesional nos dice “este niño no podrá”, tiene razón. Tiene razón: con lo que nos propone, el niño no podrá.

Por esto, al recibir una predicción de este tipo, es el momento de huir del profesional que nos la da. Darle las gracias por dejarnos claro que no está capacitado para ayudar al niño y no hacernos perder más tiempo. Es el momento de buscar otro camino que ofrezca oportunidades y abra puertas en lugar de cerrarlas.

“Tu hijo nunca aprenderá”. Si escuchas esta predicción por parte de un profesional, huye y busca otro camino para ayudar a tu hijo.

De este tema podría estar hablándote mucho tiempo, pero prefiero que me escuches en este vídeo si te apetece:

Ese “otro camino” podría ser el neurodesarrollo.

El neurodesarrollo trabaja el desarrollo de base, buscando dar a cada niño y niña las herramientas que pueda necesitar para aprender. Y por lo tanto, las oportunidades para lograrlo.

Si te apetece formarte en neurodesarrollo, no olvides que puedes agendar una sesión gratuita conmigo y nos vemos para hablar de ello. Haz clic en el botón y ¡nos vemos!:

¿Trabajas su aprendizaje abandonando su desarrollo?😦

Si trabajas su aprendizaje, no estarás trabajando su desarrollo de base.

¿Si el desarrollo de los niños depende de realizar conexiones entre su cuerpo y su cerebro, su cerebro y su cuerpo… si depende del crecimiento y maduración de áreas de base en nuestro cerebro y estas áreas crecen y maduran gracias a las experiencias con el cuerpo y el movimiento… entonces… QUÉ HACEMOS APILANDO BLOQUES, HACIENDO PUZZLES, APRENDIENDO LOS COLORES, LAS LETRAS O LOS NÚMEROS?

BUENA PREGUNTA…

Me la hacen a menudo los padres y profesionales que trabajan con niños con dificultades cuando conocen el neurodesarrollo y comienzan a darse cuenta de lo que realmente supone el desarrollo del ser humano.

El aprendizaje de las palabras, la lectura, la escritura, los colores, las formas geométricas … depende de que el niño haya alcanzado un buen desarrollo cerebral.

Igual que el poder controlar su conducta, su movimiento, sus impulsos, cómo se relaciona con los demás, cómo reacciona ante situaciones diversas … también depende del grado de maduración alcanzado.

Y por “maduración” no hemos de entender algo que llega simplemente con el tiempo, no.

El tiempo es un factor importante, pero no es suficiente para lograr ni la maduración ni el crecimiento de ningún ser vivo. El tiempo por sí solo no logra una maduración, sino que el cerebro, como cualquier ser vivo, necesita de nutrientes, necesita estar bien alimentado para lograr crecer madurar y desarrollarse.

En el caso del cerebro, la principal alimentación llega a través de los sentidos. El cerebro crece y se desarrolla con la estimulación que recibe de su entorno: esto supone cada vivencia, cada sensación, cada cosa que el niño ve, que escucha, que toca, que experimenta… cada vez que se mueve o siente su cuerpo está conectándose con su cerebro y está haciéndolo madurar.

Esta maduración y desarrollo será lo que permita a los niños contar con las herramientas necesarias para poder aprender y poder controlar su conducta.

Por esto cuando un niño o una niña no logra aprender como los demás o no alcanza alguno de los hitos como sería de esperar para su edad, hemos de pensar que algo está fallando en su desarrollo.

Debemos pensar que no cuenta con las herramientas, con los requisitos necesarios para poder alcanzar ese hito del aprendizaje o del desarrollo.

Los niños no se comportan y no aprenden “como quieren”, sino que lo hacen “como pueden”. Y si no lo hacen “mejor” o como esperamos que lo hagan, es porque no cuentan aún con lo que necesitan para poder aprender y comportarse como lo hacen el resto de sus compañeros.

Entonces, si no se ha completado el desarrollo y la maduración cerebral de estos niños, habremos de trabajar justo ahí: ofreciendo al cerebro los estímulos que necesita y que la naturaleza diseñó como óptimos para lograr la maduración cerebral y completar el desarrollo.

Y estos estímulos NO son trabajar con las palabras, los colores, las formas, los números…

El cerebro del ser humano no se desarrolla sentado a una mesa y haciendo un trabajo con fichas, con puzzles, con bloques para apilar.

El cerebro del ser humano necesita de otro tipo de estimulación mucho más “básica” para desarrollar esas áreas “de base” sobre las cuales se construye el aprendizaje y el control de la conducta.

Cuando los niños cuentan con bases bien fuertes y estables todo lo demás se producirá de una manera fluida y sin dificultades.

Si tu hijo o tu hija, tus alumnos o los niños con los que trabajas, tienen dificultades en su aprendizaje y/o su conducta, es muy probable que se deba a fallos en su desarrollo, a un desarrollo no completado.

Trabaja ahí: en el desarrollo. Y no te centres exclusivamente en su aprendizaje. No te quedes en “enseñarle” cosas, estimula su cerebro.

Porque el aprendizaje y la conducta dependen del desarrollo, pero ¡esto NO ocurre al revés!

Si estás trabajando sentado a una mesa con tu hijo, piensa que no estás trabajando su desarrollo, no su desarrollo de base.

Trabaja con su cuerpo y con el movimiento y entonces sabrás que le estarás dando las herramientas que necesitará para aprender, para desarrollar el lenguaje, para poder leer, escribir, comprender las matemáticas, para tener un mayor control de su conducta, de sus emociones y de cómo se relaciona con los demás.

Pero no cualquier movimiento o cualquier trabajo con el cuerpo es el adecuado, sino que habremos de llevar a cabo el trabajo corporal y de movimiento que el cerebro necesita para lograr un buen cableado de esas áreas de base sobre las cuales se sustenta todo el desarrollo y el aprendizaje de la persona.

Si quieres conocer cuál es esta forma de trabajar con el cuerpo y el movimiento, infórmate sobre el neurodesarrollo. Puedes conocer en qué consiste viendo mi masterclass gratuita. Por verla te llevarás un regalo en forma de pdf con juegos de estimulación táctil y vestibular. Espero que te guste. Sólo tienes que hacer clic en el botón para inscribirte:

https://www.youtube.com/watch?v=3caR1Zik6bc

¿QUÉ ES EL NEURODESARROLLO?

HABLAR CON LAS MADRES DE NIÑOS CON DIFICULTADES

Como maestras, tutoras o cuidadoras nos toca muchas veces hablar con los padres (especialmente las madres, que son con quienes más a menudo nos vemos). A veces sus niños muestran dificultades de aprendizaje o de conducta que nos preocupan. La mayoría de las veces, estas cuestiones también las preocupan a ellas y es la razón por la cual nos entrevistamos. Pero en ocasiones, ocurre que no son muy conscientes de que pueda haber realmente un problema en sus niños o están simplemente “perdidas” sin saber qué hacer.

Las madres, en general, nos hallamos así: “perdidas” en la crianza y educación de nuestros hijos. Y no solamente cuando precisamos orientación para ayudar a un hijo con dificultades, sino que necesitamos una guía para manejar las situaciones cotidianas del día a día en todos los casos.

Esta guía sería muy amplia… Y cuando existen dificultades en los niños, ha de incluir un programa de trabajo conjunto con la familia para intentar dar al niño todo aquello que pueda necesitar.

Pero, de momento, veamos solamente en algunas reflexiones que podrían resultar útiles.

Útiles para las madres con quienes hablemos, pero también para nosotras como profesionales. Todo lo que sigue a continuación es viable y podremos transmitirlo a las madres solamente si lo aplicamos primero nosotras mismas y estamos convencidas de ello.

Pero antes de compartir con ellas estas cuestiones, detengámonos primero unos instantes para recrearnos en el pensamiento que nos recuerda que: para esa madre, su hijo es lo más importante del mundo. No existe para ella nada que quiera o le duela más.

Tener esto presente nos ayudará a tener el cuidado preciso al hablar con ella de las dificultades que podamos observar en su pequeño.

Y después de esta primera reflexión, pongámonos en la piel de esa madre con quien estemos hablando. Así, juntas, podremos ponernos en el lugar del niño para comprender lo que sigue.

Mamá…

🤍Los niños no se comportan o aprenden como lo hacen porque quieren o “por fastidiar”. Casi todos los niños quieren ser como los demás, aprender como los demás y recibir aprobación, agradar. Es una necesidad del ser humano. Por favor ten esto presente…

🤍Los padres hemos de analizar cómo vemos a nuestros hijos. Qué esperamos de ellos, puesto que lo que esperamos será muy probablemente lo que obtengamos. Si esperamos poco no lucharemos para obtener más. Quién espera poco, no puede obtener mucho.

Las expectativas que tenemos con respecto a nuestros hijos normalmente se cumplen. Es por esto que es tan importante tener buenas expectativas con respecto a ellos, creer que no solamente tienen cosas muy buenas, sino que pueden llegar a tener muchas más. Que pueden llegar a cambiar.

🤍Para comprender mejor cómo ves a tu hijo, pregúntate dónde está tu foco. Cuando observas a tu hijo, ¿qué es lo que ves? O más bien: ¿qué es lo que miras? ¿Lo estás mirando todo o estás enfocándote solamente en determinadas cosas, normalmente las que te preocupan, las que no te gustan de tu hijo?

Al igual que nos pasa cuando nos quedamos embarazadas que parece que de repente hay muchísimas mujeres embarazadas por la calle. O cuando te compras un coche nuevo que no habías visto apenas circulando por la carretera y ahora parece que muchos otros han comprado el mismo modelo…  Así funciona nuestra atención, nuestro enfoque: allí donde miramos vemos aquello en lo que estamos enfocados y si nos enfocamos solamente en los problemas del niño, será eso lo que veamos en él. Es difícil ver otra cosa que la que esperamos puesto que no miramos más allá. Y el niño lo percibe lo que vemos de él y lo asume como la verdad.

Un niño no “es” un problema, “tiene” un problema. No podemos reducir a nuestros hijos a un problema, a un fracaso escolar, por ejemplo, porque son muchísimo más que eso.

Por ello debes dejar de ver solamente lo negativo y tener una mirada más amplia para observar todo lo positivo que tiene tu niño. Haciéndole saber que eres conscientes de todo lo que hace bien, de todo lo que vale.

🤍Fíjate en las emociones que sientes cuando piensas en tu hijo o cuando lo observas. ¿Qué emociones tienes durante el día con respecto a tu hijo? ¿Son emociones positivas o negativas?

Los niños perciben las emociones que sentimos con respecto a ellos, al igual que ocurre con las expectativas que tenemos de ellos. Por favor cuida de tus emociones con respecto a tu hijo.

🤍Cuida también de tus pensamientos, de tu lenguaje interior. Estate muy atenta para darte cuenta de cuándo estás pensando de una manera negativa con respecto al niño o con respecto a ti misma. Sé consciente de tus pensamientos y cuídalos para que sean positivos, no irreales, pero sí positivos.

No nos lleva a ningún lado tener pensamientos negativos recurrentes. Pensar en los problemas es necesario cuando lo que pretendemos es buscar una solución, pero resulta muy perjudicial cuando lo que hacemos es alimentar nuestros miedos, nuestras frustraciones y preocupaciones.

Los pensamientos positivos, sin embargo, harán que nos sintamos más felices con lo que tenemos, y podamos transmitir esa felicidad a nuestros hijos. Transmitirles positividad y esa amorosa manera de mirarlos cuando miramos su lado bueno.

🤍Cuida además tus palabras. Las palabras pueden programar el cerebro de nuestros hijos a muy tempranas edades. Tus palabras son un reflejo de tu pensamiento y marcarán a tu hijo, por ello es vital tener palabras de ánimo y de aceptación, destacando lo bueno que tiene y las posibilidades que tiene de mejorar cada día.

Presta mucha atención a las palabras que dices por dentro y a las palabras que salen afuera porque determinarán la realidad para ti y para tu hijo.

🤍Y por supuesto, desecha todo tipo de los calificativos negativos (tonto, vago, perezoso, torpe, chapucero, bruto, cabezón, maniático, terco, tímido…). Recuerda que los niños hacen las cosas lo mejor que pueden o como han aprendido a hacerlas, y que se comportan como pueden, como saben también. Utilizan los recursos que tienen (los que han ido adquiriendo gracias a su maduración y a sus experiencias, también gracias a lo que les hemos transmitido los demás sobre ellos).

Los calificativos negativos hacen mucho daño y marcan irremediablemente la autoestima y el autoconcepto de los niños. Por favor no le digas nunca algo negativo a tu hijo de él mismo utilizando palabras que lo califiquen.

🤍Observa todo esto: tu enfoque, tus emociones, tus pensamientos y tus palabras. Y hazlo de una manera sincera y sin críticas hacia ti misma. Las críticas son destructivas y sólo nos llevan a la infelicidad. Somos humanas y estamos en un proceso de aprendizaje. Nuestros hijos nos dan el mayor aprendizaje en la vida y estamos aquí para aprender con ellos y de ellos.

🤍No utilices la crítica contra ti misma y jamás lo hagas contra tu hijo. Puedes criticar su comportamiento y dejarle claro que no es aceptable, que no es bueno comportarse así, pero jamás le digas que él no es bueno, jamás le critiques a él como persona pues esto sería fatal para su autoconcepto y su autoestima.

🤍Los niños no tienen un concepto de cómo son cuando son pequeños, este autoconcepto de sí mismos llega con la información que les transmitimos los adultos y sus compañeros. En general, gracias a las experiencias que viven y a la información que les damos de ellos mismos a través de nuestras palabras, de nuestros gestos, nuestras actitudes y de nuestras propias creencias con respecto a ellos. Ellos van percibiendo todo esto y creando una imagen de sí mismos, de cómo son, su propio autoconcepto.

Ten muchísimo cuidado con lo que transmites a tu hijo, lo que le transmites de él. Porque esto será con lo que construya la imagen que tenga de sí mismo. Y lo que los adultos le comuniquemos a temprana edad sobre cómo es será lo que él crea para el resto de su vida.

Un niño que percibe que no satisface a sus padres o profesores (por los motivos que sean), es muy difícil que se guste a sí mismo, crezca en la seguridad y confianza de una buena autoestima. Sin embargo, si se siente amado y valorado sin condiciones, su autoimagen será positiva y esto hará que pueda avanzar sin obstáculos en su desarrollo.

🤍No olvides agradecer todo lo bueno de tu hijo y agradéceselo a él, que sepa que estás muy orgullosa de él, que lo aceptas tal cual es.

🤍Es importante conocer cómo se produce el desarrollo infantil y cómo el grado de desarrollo cerebral determina el comportamiento y el aprendizaje en el niño (incluso más que sus experiencias, pues reaccionará ante lo que le ocurra según la maduración que haya alcanzado y las circunstancias le afectarán de una manera u otra acorde a esa maduración).

Conociendo el desarrollo del niño podremos comprenderle mejor. Podremos intentar meternos en su piel, ponernos en su lugar. Comprendiendo qué necesita, dónde están sus carencias para compensar con lo que falta y así lograr una mayor maduración.

Acércate sin miedo al neurodesarrollo. Tener estos conocimientos te dará mucha tranquilidad, hará que conozcas mejor a tu hijo, las necesidades que pueda tener y cómo satisfacerlas.

🤍Si tu hijo tiene un diagnóstico, ten por seguro que es solamente una “etiqueta” con la cual clasificamos al niño. Es una estructuración creada para intentar comprender qué ocurre, pero que en realidad sólo nos habla de los síntomas, de lo que ya vemos, no de lo que ocurre de verdad. No nos dice nada de la causa. Si no consideramos la causa, nunca podremos solucionar un problema, podremos tapar los síntomas, pero éstos se manifestarán por otro lado.

Por esto, lo importante no es el diagnóstico que le hayan dado a tu niño, sino cómo es él y qué necesidades tiene realmente.

Tu hijo es el mismo el día antes y el día después de que le den un diagnóstico. Sin embargo, éste puede marcarle de por vida. No permitas que los demás (o incluso tú misma) tengan otro nombre presente al ver a tu hijo, otro nombre que no sea el suyo propio.

🤍Respeta al niño, no le presiones pues la presión es fuente de todo tipo de dificultades y sólo agrava los problemas. El cerebro tiene dos objetivos: el primero es sobrevivir y el segundo, desarrollarse y aprender. Si está ocupado en el primero porque hay estrés, el segundo objetivo quedará anulado o postpuesto. Un niño no puede aprender bajo presión.

🤍Los niños, cuando son pequeños, funcionan utilizando frecuentemente determinadas ondas cerebrales como las que utilizamos nosotros antes de dormir. Unas ondas cerebrales que hacen que nuestros pensamientos queden grabados en nuestro subconsciente, por ello es tan importante para nosotros aprovechar los momentos de antes del sueño, cuando estamos muy relajados, para pensar en cosas positivas con respecto a nuestros hijos.

Los niños pequeños funcionan en estas ondas cerebrales todo el día, no solamente en momentos previos al sueño y es por esto por lo que en estos primeros años se programa su mente, se programa su cerebro, las creencias se graban “a fuego”.

Estos son los años en los que el niño aprende del mundo y aprende de sí mismo y sobre sí mismo, son unos años cruciales en los cuales tenemos de cuidar la información que transmitimos al niño sobre quién es, cómo es.

En estos primeros años y más adelante también, podemos utilizar esos momentos previos al sueño para inculcar creencias positivas y decirles cuánto valen.

Aprovecha estos momentos de antes de dormir para decirle a tu hijo todas las cosas buenas que tiene, todo lo positivo que hay en él y todas las capacidades que tiene para mejorar.

Hazle ver lo maravilloso que es y cuánto le quieres…

Mamá, no te quedes con lo negativo, no te quedes con los problemas. Recuerda que, si lo haces, ésta será tu realidad pues no verás otra cosa. No podrás ver otra cosa. Igual que cuando tienes el enfoque en algo y no haces más que verlo por todas partes, lo mismo ocurre con los problemas, con las dificultades y con los miedos.

El miedo manipula nuestros sentidos y nos hace ver las cosas desde su prisma, nos impide avanzar, nos impide tomar acción. Y salir de nuestra “zona de confort” nos impide movernos para mejorar las cosas y para ver que hay otras cosas mejores detrás del miedo.

Cuida de tus emociones, cuida de tus pensamientos, cuida de tus palabras, y cuida muchísimo tu foco y tu mirada.  

Cuida los ojos con que miras a tu hijo.

MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ Programa de formación online en neurodesarrollo infantil

SOLUCIÓN A LA TARTAMUDEZ

Solución a la tartamudez

Quiero compartirles cómo me ha funcionado la aplicación de ejercicios de propiocepción con un niño de 6 años con 4 meses, que presenta espasmofemia. Tuve dos sesiones iniciales con él para evaluarlo. Tenía una espasmofemia bien marcada, cerraba los ojos y se tensaba para producir alguna palabra o indicar que deseaba algo. La mami me indicó que el papá también había tartamudeado y que sus hijos mayores tartamudeaban y que no deseaba que al pequeño le pasase lo mismo. Así es que decidí aplicar propiocepción, masajes orofaciales, masajes en las orejas, el tapping en los temporales y la marcha del soldado. El viernes inicié enseñando a la mami los ejercicios. Y el lunes volví a verlo. En este audio les cuento lo que sucedió.

María Teresa Martínez (Perú). Integrante del programa online de formación en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS

En este caso que nos cuenta María Teresa, el estímulo propioceptivo dado por medio del masaje con presión por todo el cuerpo, relajó al niño hasta el punto de que desapareció su ansiedad y rigidez, haciendo que su habla fuese más fluida.

Esto no funcionará de igual manera en todos los casos de tartamudez en los niños, pero lo que sí funciona siempre es la tranquilidad y serenidad que brinda el trabajo con la propiocepción , lo cual hace que fluyan mejor en el niño su aprendizaje y su conducta.

Tú, que estás leyendo esto ahora mismo, también puedes aprender sobre estas técnicas de neurodesarrollo infantil. Si no conoces bien el neurodesarrollo, puedes ver mi masterclass gratuita y descargarte un regalo en pdf que encontrarás junto a la clase:

VER LA MASTERCLASS GRATUITA SOBRE NEURODESARROLLO

Y si te apetece formarte, dímelo y hablamos de ello. O mejor aún, agenda una sesión conmigo y nos vemos online:

AGENDAR UNA SESIÓN PARA HABLAR DE FORMACIÓN EN NEURODESARROLLO

La importancia de la BOCA en el DESARROLLO INFANTIL

La boca en el desarrollo infantil

La boca tiene una importancia extraordinaria dentro del desarrollo infantil, por ello hemos de tenerlo en cuenta para respetar el desarrollo en la medida en que sea posible y fomentarlo al máximo.

En este podcast hablo del rol de la boca y de cómo podemos dar oportunidades de modo que su desarrollo sea pleno, favoreciendo así la succión, el lenguaje y mucho más…

Para más información se pueden consultar anteriores artículos como los siguientes:

Mas sobre DESARROLLO INFANTIL, NEURODESARROLLO, ESTIMULACIÓN TEMPRANA y más, en rosinauriarte.com

EL TACTO Y LA PROPIOCEPCIÓN. Su importancia en el desarrollo infantil

El tacto es un sentido bien conocido por todos, aunque pocos son conscientes del gran peso que tiene en nosotros, como seres humanos. La propiocepción, sin embargo, es un sentido muy desconocido, a pesar de ser vital para todos nosotros.

Para ser conscientes de la importancia del tacto y la propiocepción en el desarrollo infantil hemos de conocer estos sentidos y cómo conforman a la persona.

Cuando el estímulo del tacto se realiza con presión, activa terminaciones nerviosas que ya no están en la piel, sino en todo lo que hay debajo. Estas sensaciones de tacto profundo las llamamos propioceptivas.

El sentido propioceptivo está por todo nuestro cuerpo, debajo de la piel (en músculos, tendones, articulaciones…). Es el sentido que nos informa de nuestro cuerpo y nos hace sentirlo.

Sentir el cuerpo es algo esencial en el desarrollo de la persona, podríamos decir que es el primer requisito para que el desarrollo se siga produciendo adecuadamente.

Por lo tanto, el tacto y la propiocepción se convierten en dos de los sentidos más importantes y vitales para el correcto desarrollo de los niños. Las experiencias que tengan a nivel táctil y propioceptivo determinarán en gran medida su carácter, cómo se sienten y cómo sienten a los demás y al mundo en el que viven.

También tienen enorme incidencia en su capacidad para aprender.

En el vídeo te cuento más sobre la importancia del tacto y la propiocepción en el desarrollo infantil.

Ésta es una charla para el Centro El Ángel Tomatis, Madrid. Mari Cruz Domínguez me invitó a hablar sobre tacto y propiocepción.

Si quieres más información sobre desarrollo infantil, si necesitas asesoramiento o te apetece formarte, pásate por mi página: rosinauriarte.com

Te espero 😘

Las reglas de la ESTIMULACIÓN TEMPRANA y del APRENDIZAJE SIN ESFUERZO.

Aprende las reglas de la estimulación temprana y el aprendizaje sin esfuerzo para niños de todas las edades.

Son cinco las reglas infalibles para aplicar la Estimulación Temprana de forma eficaz. Estas mismas reglas sirven para muchos aprendizajes en niños más mayores también.

El verdadero aprendizaje se da cuando uno vive experiencias y llega a sus propias conclusiones gracias a la experimentación.

Pero, si buscamos estimular a los niños pequeños para crear intereses y familiarizarles con el mundo mientras logramos nuevas conexiones neurológicas… o, si buscamos la memorización de conceptos en niños más mayores…, no hay como aplicar estas cinco reglas infalibles:

– ATRACCIÓN

– RAPIDEZ

– BREVEDAD

– REPETICIÓN

– CONTINUIDAD

Éstas son las mismas reglas que siguen los publicistas y gracias a las cuales, consiguen que nos aprendamos los anuncios sin intención alguna de hacerlo.

¿Os habéis dado cuenta de cómo se saben los anuncios de la televisión nuestras hijas e hijos? Los aprenden sin darse cuenta, sin esfuerzo alguno.

Así que, si como padres o educadores queréis que aprendan algo concreto (conceptos, nombres, fechas, fórmulas, ortografía… lo que sea…): ¡haced un anuncio!

Más información: “Mitos y errores sobre la estimulación temprana”

“Manual de estimulación temprana”

Si te gusta la estimulación temprana y estás pensando en formarte, infórmate aquí del curso online de estimulación temprana “Cómo acompañar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años”.

Hazles un regalo a tus hijos: COMPARTE TUS INTERESES y aficiones.

“Hazle un regalo: comparte tus aficiones”
 
Comparte tus intereses y aficiones con tus hijos cuando son pequeños, será un verdadero regalo para ellos, para toda su vida.
Existe un momento en el cual los niños se interesan por absolutamente TODO. Es el momento en el cual están aún en Educación Infantil. Los niños menores de seis años disfrutarán de cualquier cosa. Pero con una condición: hacerlo contigo.
Tienen a esta edad una gran necesidad de estar con sus padres y les interesa todo lo que hacen éstos.
Te imitan, te siguen a todas partes y quieren “jugar” contigo.
Aún no diferencian “jugar” de “aprender”, son dos conceptos que van unidos, son prácticamente la misma cosa.
Por ello disfrutan de todo lo que hacemos con ellos, y mucho más aún si nosotros, los padres disfrutamos también.
Si eres padre o madre, no dudes en compartir lo que te apasiona con tu hijo o hija.
No hay una edad demasiado temprana. Pero sí una edad en la que ya será tarde para intentarlo.
Crear intereses en un niño o niña pequeña es fomentar su curiosidad y aprendizaje. Regalarle intereses a disfrutar juntos ahora, servirá de base para que adquiera más intereses en el futuro.
Una persona que disfruta de muchas cosas en la vida, no es solamente una persona más inteligente, sino una persona más feliz.
 
Conoce más sobre la Estimulación Temprana y el disfrute de jugar con los niños mientras potenciamos su desarrollo: “Las reglas de la Estimulación Temprana y del aprendizaje sin esfuerzo”