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Ayudar a los niños en sus actividades cotidianas con la integración sensorial. Con Alberto León

Trabajar con los niños para que puedan vencer dificultades cuando se presentan en su día a día, es el trabajo del terapeuta ocupacional experto en integración sensorial.

La percepción de los estímulos sensoriales influye mucho en todos nosotros, en nuestro desarrollo como seres humanos .

Si tenemos en cuenta que de lo que se nutre principalmente el cerebro es de todos los estímulos sensoriales que recibe, comprendemos la importancia que tienen los sentidos y la integración de la información que llega de todos ellos en nuestro funcionamiento a todos los niveles.

Esto ocurre, por supuesto, también en el caso de los niños.

Ellos necesitan de una buena integración y procesamiento sensoriales para llevar a cabo todas sus actividades diarias sin dificultades o problemas añadidos.

Trabajar con los niños para que puedan vencer estas dificultades cuando se presentan, es el trabajo del terapeuta ocupacional experto en integración sensorial.

Para ello, este profesional se centra en las ocupaciones y actividades diarias de los niños, poniendo el foco en lo que hace el niño más que en la dificultad que tiene, para de esta forma ir progresivamente sacando provecho de sus capacidades y motivaciones para vencer esas dificultades presentes. 

“Más que centrarnos en el diagnóstico hay que centrarse en lograr que el niño pueda participar en su día a día de la manera más exitosa posible.” Esto nos dice Alberto León, terapeuta ocupacional especializado en integración sensorial y que ha sido nuestro experto invitado del mes de mayo en el programa de formación online en neurodesarrollo infantil MIMANDO LAS ESTRELLAS✨.

Pero, el niño no es un ser aislado en su desarrollo, sino que forma parte y es influenciado por su contexto. Y el principal contexto, el más inmediato, es la familia, por lo que también es necesario trabajar con ella.

Las diferentes intervenciones serán con la familia por medio de recomendaciones a llevar a cabo en el hogar, la escuela u otro ambiente en el que se desenvuelvan los niños, y con éstos el trabajo será siempre a través del juego para lograr su motivación y así mayores avances. 

Alberto León nos cuenta mucho más de este trabajo que le apasiona en el siguiente vídeo:

Para contactar con Alberto León:

@a.tocupacional

[email protected]

Programa de formación online en neurodesarrollo infantil MIMANDO LAS ESTRELLAS

El gran PODER de los SENTIDOS

Hace unos días celebramos un taller en directo online en el cual hablamos de los sentidos.

Todo el mundo los conoce…

Pero no todo el mundo conoce la importancia que tienen en nuestro desarrollo y funcionamiento como seres humanos.

De hecho, son tan importantes, que podríamos decir que la forma de aprender y de comportarnos, y en especial en el caso de nuestros niños, depende en gran medida de ellos.

Y que el desarrollo infantil comienza justo por ahí: por el desarrollo y el funcionamiento de los sentidos.

Por si no pudiste asistir al taller, o simplemente te interesa este tema (¡que no sólo es interesante… sin apasionante!), te dejo un vídeo en el que te cuento un poco sobre todo ello. Espero que te guste:

¿Qué te ha parecido la importancia y el peso que tienen los sentidos? ¿Conocías esto?

Una vez que eres consciente de ello, no puedes dejar de ver la incidencia de las disfunciones sensoriales en la mayoría de los casos de niños que nos preocupan.

Ser consciente de ello es el primer gran paso para llegar a conocer cómo ayudarles.

El neurodesarrollo nos muestra cómo hacerlo y nos brinda herramientas para ello.

Si tú quieres conocer mejor el neurodesarrollo y formarte para poderlo aplicar, puedes agendar una sesión conmigo y hablaremos de todas las opciones de formación que te puedo ofrecer. ¡Sólo tienes que hacer clic en el botón y nos vemos!

Más información en rosinauriarte.com

Disfunción de la integración sensorial: vivir con el dial mal sintonizado y el volumen a tope📻

Disfunción de la integración sensorial: como una radio con el dial mal sintonizado y el volumen mal regulado

¿Te imaginas lo que sería vivir y percibir el mundo como si fueras una radio con el dial mal sintonizado y el volumen mal regulado (muy bajito o a tope de potencia)?

Así viven muchos niños de los que muestran dificultades en su conducta o en su aprendizaje. Viven con disfunciones de la integración sensorial.

Disfunción de la integración sensorial

El cerebro crece y se desarrolla gracias a la información que le llega de los sentidos.
Así, al madurar gracias a esa información, será capaz de procesarla correctamente.
Y entonces es cuando podrá emitir una respuesta correcta. Esta respuesta es cómo se mueve un niño, cómo está quieto, cómo presta atención, cómo controla sus emociones y su conducta, cómo aprende en la escuela… ¡Todo!

Cuando las respuestas de un niño no son las que esperamos… es muy probable que su cerebro no pueda procesar bien la información para dar la respuesta adecuada. Y si no procesa bien la información probablemente sea porque no ha madurado en el grado necesario para hacerlo… Y esto ocurre cuando la información que recibe no es la correcta.

La información puede entrar fragmentada, incompleta, distorsionada, incómoda…

Podría decirse que todo, el comportamiento y el aprendizaje de un niño, empieza por aquí: por la información sensorial. Por los sentidos.

Si éstos no realizan su función de forma óptima, puede haber repercusiones en todas las áreas del desarrollo.

En este vídeo te cuento más:

Este tema de la integración sensorial es apasionante. Y cuando lo conoces comienzas a verlo en los niños. Comienzas a intuir cómo están percibiendo la información de su cuerpo y del mundo que les rodea. De esta forma es que comienzas a comprender mejor cómo aprenden y por qué se comportan como lo hacen.

Si te gustaría saber más y conocer cómo formarte en neurodesarrollo, agenda un sesión gratuita conmigo. Hablaremos de este tema y de muchos otros relacionados con el desarrollo infantil. Y te contaré las opciones que puedo ofrecerte en formación en neurodesarrollo.

¡Agenda una sesión conmigo haciendo clic en el botón de abajo! ¡Te espero!

TRASTORNOS de PROCESAMIENTO SENSORIAL en las actividades diarias con Beatriz Matesanz

Aquí tenemos a un nuevo experto invitado al programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨. Un programa muy completo que cuenta cada mes con un nuevo invitado con el cual tratamos un tema o un área del desarrollo infantil. En esta ocasión hablamos de los trastornos de procesamiento sensorial en los niños.

En esta pequeña entrevista, la experta en integración sensorial, Beatriz Matesanz, explica lo importante que es favorecer la participación de los niños en actividades significativas en el día a día.

Es labor del terapeuta ocupacional promover que los niños disfruten de las actividades diarias, y lleguen a sentirse capaces. Los niños necesitan la sensación de ser competentes y tener la oportunidad de encontrarse en las mejores condiciones para poder aprender. Necesitan también la motivación para hacerlo.

Beatriz nos pone un ejemplo de cómo se trabajaría con un niño para que tenga una mejor pinza digital y sea capaz de utilizar correctamente el lapicero para dibujar, colorear o escribir.

Puedes ponerte en contacto con Beatriz Matesanz en sus redes sociales:

Twitter: https://twitter.com/MatesanzBeatriz

LinkedIn: https://es.linkedin.com/in/beatriz-ma…

Y si te gustaría conocer más sobre el desarrollo de los niños, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ y de otras formaciones y asesoramiento a familias en rosinauriarte.com

Trastornos en el COMPORTAMIENTO infantil. ¿Es la educación la causa?

Trastornos en el comportamiento infantil

Para buscar causas en el comportamiento de los niños miramos a los padres. Hay, sin embargo, otro lugar al que debemos mirar: el desarrollo alcanzado por los niños, el cual les permitirá controlar su conducta.

Me interesa mucho el tema de los trastornos en el comportamiento infantil. Hace unos días hablé con una profesional con muchos años de experiencia que trabaja con niños.

Me contaba que estaba convencida de que había “algo” en el entorno del niño que le estaba afectando, y que seguramente era que sus padres no habían sabido imponer límites o un mínimo de disciplina.

Seguimos hablando del niño y descubrí que era un niño siempre “en guardia”, en estado de alerta. Un niño que se ponía muy nervioso en lugares ruidosos y que se sobresaltaba ante el contacto inesperado con otros niños.

Le expliqué que probablemente el niño se viera desbordado por los estímulos que le afectaban mucho, tanto que se sintiera fuera de control, incapaz de evitar sus respuestas agresivas, incapaz de dejar de moverse y poder escuchar o seguir normas.

Que no todos los niños tienen el mismo grado de control y esto, sin duda alguna, afecta a su conducta, a cómo se relacionan con los demás y a cómo aprenden.

Y que no depende siempre de la educación recibida en casa por los padres.

Esta profesional se mostró muy sorprendida, me confesó que nunca se le había ocurrido mirar “dentro” del niño para buscar la causa de su comportamiento, que hasta ese momento sólo había considerado mirar “afuera”…

Entonces recordé cómo yo también pensaba lo mismo hace muchos años, cuando no conocía bien el desarrollo del niño, cuando no conocía el neurodesarrollo, o sea: cómo madura y funciona su cerebro y cómo esto determina cómo se comporta y aprende.

Recordé cómo yo también responsabilizaba a las madres especialmente. Y cómo, siendo yo misma una madre de un niño con trastorno de la conducta, sufría inmensamente por esta responsabilidad que el mundo entero me echaba encima.

Todo esto me dio que pensar y he preparado un vídeo sobre ello:

Si te interesa conocer más sobre los trastornos en el comportamiento infantil o cualquier otra cosa relacionada con el neurodesarrollo y cómo ayudar a los niños de una manera natural y definitiva, ponte en contacto conmigo. Te espero. 😊

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LOS SENTIDOS SOSTIENEN EL APRENDIZAJE

La casita del desarrollo infantil

Este gráfico representa perfectamente cómo los sentidos sostienen el aprendizaje. Muestra la importancia del buen desarrollo de los sentidos para que todo el aprendizaje se produzca correctamente.

Vemos el aprendizaje del niño en la figura de la edificación de una casa, cuyos fuertes cimientos se construyen gracias a la maduración sensorial. Ésta sostendrá todo el aprendizaje que hará que el niño complete su desarrollo y pueda transitar sin dificultades por la escuela y por la vida.

Es de vital importancia tener esta “casita” presente cuando vemos un niño con dificultades en su aprendizaje. Para recordarnos que demasiadas veces nos empeñamos en trabajar en el tejado o el último piso de la construcción del aprendizaje, olvidando los cimientos. Cuando es precisamente en éstos, donde se gestan las dificultades y donde es necesario trabajar para que los síntomas que vemos en el tejado desaparezcan.

Como ocurre con un iceberg, si nos fijamos tan sólo en lo que vemos, corremos el riesgo de obviar lo más importante, lo que más peso tiene. Si nos centramos tan sólo en los síntomas de una dificultad de aprendizaje, también corremos el riesgo de no mirar en el lugar donde estas dificultades nacen, haciendo que nuestros niños se sometan a largos tratamientos superficiales e infructuosos.

Curso online básico de neurodesarrollo infantil EL LENGUAJE DE LOS SENTIDOS

“El sistema nervioso en la base del comportamiento y rendimiento de los niños. Enfoque desde la teoría de la Integración Sensorial.”

VISITA A UNA SALA MULTISENSORIAL SNOEZELEN

Sala Snoezelen en la Casa de Lola

El pasado día 1 de diciembre, fui invitada a las primeras jornadas Snoezelen en La Casa de Lola, en Urduliz, Bizkaia.

Acudí con gran curiosidad por conocer una sala de estimulación multisensorial Snoezelen y realmente me sorprendió y me gustó mucho lo que vi y experimenté en la misma. También me sorprendió muy gratamente el centro, que cuenta además con una sala de Integración Sensorial y otras en las que trabajan profesionales de diferentes disciplinas.

La Casa de Lola ha sido creada con la intención de hacer realidad este trabajo multidisciplinar imprescindible para sacar adelante a los niños con dificultades en su desarrollo. Y para ello no se ha escatimado ningún detalle con el fin de convertir el centro en un lugar muy acogedor y “a la última” en todo lo necesario para lograrlo.

En cuanto a la sala Snoezelen, reconozco que yo había tenido mis reticencias sobre un lugar en el que en principio pueda parecer destinado a “estimular por estimular”. Sin embargo, esta impresión provenía del desconocimiento de las características y el funcionamiento de una sala de estimulación multisensorial.

El término “Snoezelen” deriva de dos palabras holandesas: “snuffelen” y “doezelen”que significan “explorar” y “relajarse”. El propósito es ofrecer un espacio destinado a “despertar” los sentidos de aquellos que los tienen “dormidos”, y relajar a las personas que sufren ansiedad, estrés o dolor.

Después de mi inicial miedo a que una sala llena de estímulos pudiera generar excitación y llevara a una sobreestimulación en algunos niños, he podido comprobar que este ambiente está rigurosamente controlado por profesionales formados en estimulación sensorial que hacen que ésta sea gradual y adaptada a las necesidades de cada persona.

Y mi experiencia personal fue desde el primer momento, de una maravillosa sensación de calma y de bienestar.

Lo primero que se percibe es un suave olor a canela en un ambiente acogedor de tenues luces cambiantes. A todo esto lo acompaña una música intimista y relajante.

Tras esta primera y agradable impresión, nos dieron la oportunidad de ir examinando la sala probando los diferentes estímulos, fue realmente una experiencia única y divertida además de seguir resultando de lo más relajante.

La columna de burbujas cambia de color a demanda o puede parar las burbujas si lo deseamos. Supone un estímulo visual casi hipnótico y el tacto con la columna ofrece una sensación sorprendente.

La piscina de bolas es parecida a las que podemos encontrar en los parques infantiles. Pero las bolas no son de colores, sino transparentes, de modo que absorben la luz de color que invade toda la piscina y que fácilmente puede elegir el niño que está dentro.

Estas instalaciones no se contemplan como simple estimulación pasiva por parte del niño o el adulto en tratamiento, sino que se les invita a ser un agente activo y participativo en el proceso. Esto supone un elemento motivador que potencia su recuperación.

Por ello, muchos de estos objetos están enfocados al trabajo manipulativo y creativo por parte del usuario a la vez que suponen un estímulo importante para su sistema nervioso.

Éste es el caso de la gran “cola de caballo” de fibras luminosas o la escalera de colores que cambia de tonalidades en función de los sonidos producidos por el propio niño.

Y por último, he de hablar de la “atracción estrella” de la sala: la cama de agua. Ésta se mantiene a una temperatura muy agradable para mecerte suavemente en cuanto te tumbas sobre ella. Pero esto no es todo… Lo inesperado es que la música que suena en la sala sale de dentro de la templada y acogedora cama. Es difícil describir la sensación que produce la vibración de la música atravesando el agua y vibrando a través de tu sistema óseo y de todos tus órganos. ¡Es realmente fantástico! Quisiera una quedarse tumbada allí un buen rato. La cama de agua musical es una de las experiencias más sorprendentes y cautivantes que he vivido. Estoy convencida de que sólo puede ser beneficiosa para la mayoría de las personas porque el placer y el bienestar son sin duda reparadores.

Estas salas Snoezelen reciben a niños con todo tipo de lesiones y dificultades en su desarrollo, pero también a personas que sufren estrés postraumático o dolor crónico, sin olvidar enfermedades degenerativas comunes en la tercera edad.

Termino ya dejando un enlace a la página web de La Casa de Lola: http://www.lacasadelola.net/

 

¿POR QUÉ ME SIENTO DIFERENTE?

¿Por qué me siento diferente?
¡Qué bonito libro, Bárbara! ¡Gracias!

En este cuento conocemos a cinco niños y les vemos desenvolverse en situaciones cotidianas de un día cualquiera… Acuden a sus clases en el colegio, hacen educación física y manualidades, comen en el comedor, juegan en el patio, van a la piscina en autobús, al parque…

Berta Lu, David, Joan, Sasha y Jana nos cuentan en primera persona cómo se sienten en cada momento y por qué se ven “diferentes”.
Muchos niños son “diferentes” porque interpretan el mundo que les rodea y las cosas que les ocurren de una forma muy intensa o incluso dolorosa. O puede ocurrir todo lo contrario, que apenas se den cuenta de nada y cometan continuamente errores. En cualquiera de estos casos los vemos como niños “raros”, “maniáticos”, “tercos”, “movidos” o demasiado “tranquilos”, “quejicas” o muy “duros”, “agresivos”, “torpes”, “retraídos”…

¿Qué es lo que hace que estos niños se comporten de una manera inusual y no se adapten como sus compañeros a situaciones sencillas y diarias convirtiéndolas muchas veces en “difíciles”? La explicación puede (y suele) estar en una disfunción de la Integración Sensorial.

Esto nos lo explica muy bien Bárbara Viader en su nuevo libro. Un libro también inusual pues va dirigido no sólo a los padres y demás adultos interesados, sino también a los propios niños.
Resulta atractivo, clarificador y un placer.
El libro está publicado por el CEI Centre d’Estimulació Infantil de Barcelona. Si te interesa contactar con Bárbara Viader por su libro, hazlo a través de su página web del CEI en Barcelona: http://www.ceibarcelona.com/
O en su correo electrónico: [email protected]

¿POR QUÉ CAMINA DE PUNTILLAS?

niña camina de puntillas

Es un hecho que muchas veces llama la atención y nos preguntamos la razón de que algunos niños caminen de puntillas.

Que los niños experimentan con su cuerpo y el movimiento, que a todos les gusta andar sobre los dedos de sus pies en alguna ocasión, es cierto. Es muy posible que el caminar de esta forma aporte información diferente al niño en cada paso que da, lo cual le provoque placer al hacerlo. Pero suele ocurrir que son los mismos niños quienes insisten en hacerlo una y otra vez.
 
Seguramente habrá varias explicaciones, y por supuesto no todas ellas reflejarán un “problema” que se deba solucionar. Este artículo no pretende dar respuesta a todas las posibles razones por las que los niños caminan de puntillas, pero analizaremos tres de las que nos proponen los expertos.
 
1. El reflejo de Babinski se halla en el niño al nacer, pero debe haber desaparecido al final del segundo año de vida. Es la reacción automática que hace que el bebé extienda todos los dedos del pie cuando estimulamos la planta del mismo. Lo hace extendiendo los dedos hacia el lado contrario que el pulgar, que mira hacia arriba (los dedos quedan abiertos como un abanico).
 
Con los reflejos primitivos ocurre a veces que no se integran o inhiben como sería de esperar en un desarrollo correcto. Esto puede afectar el desarrollo pues sería como si faltase un eslabón en la cadena del mismo. Los reflejos primitivos deben inhibirse (que no desaparecer del todo), deben dejar paso a reflejos posturales más complejos y maduros.
 
El reflejo de Babinski se inhibe cuando el bebé se arrastra (a los siete meses más o menos).
 
En la acción de reptar, el niño empuja el suelo con su dedo gordo del pie para darse impulso y avanzar hacia delante. Los niños que no han reptado pueden tener este reflejo activo y esto provocaría que se sintieran más cómodos caminando de puntillas puesto que al estimular el suelo la planta del pie, sus dedos se disparan en direcciones opuestas. Andan de puntillas para evitar que se active este reflejo, o precisamente porque el reflejo está activo.
 
Para inhibir esta acción refleja, el mejor ejercicio es el arrastre, que debe ser contralateral: al mover la pierna derecha el niño avanzará ayudándose del brazo izquierdo y viceversa.
 
Otra posibilidad es realizar un movimiento rítmico recomendado por BRMT en el que el niño se mece estando boca abajo, con las manos abiertas sobre el suelo a la altura de las orejas y los pies rectos con los dedos levantados contra el suelo. Los codos no deben estar apoyados, la barbilla estará pegada al pecho, y el cuello y cabeza deberán formar una línea recta con la espalda. En esta postura, el niño debe empujarse rítmicamente con los dedos de los pies de modo que realice un movimiento longitudinal desde los pies hasta la cabeza, meciéndose hacia delante y volviendo a la postura inicial (no hay desplazamiento como en el arrastre, sólo se trata de un mecimiento hacia delante). Este ejercicio ayuda a inhibir el reflejo de Babinski.
 
2. Algunos niños tienen disfunciones en la Integración Sensorial. Esto implica que sean extremadamente sensibles a determinados estímulos (puede ocurrir que les molesten sonidos que los demás apenas perciben, que no soporten la ropa, el aseo diario, los olores…), o también puede ser que sean demasiado poco sensibles (parecen nunca hacerse daño, no les impresionan las alturas, los movimientos bruscos…).
 
Cuando la hipersensibilidad se da en la planta del pie (en esta zona existen numerosos receptores sensitivos conectados con el resto del cuerpo a través del sistema nervioso), es muy posible que el niño opte por caminar de puntillas para evitar el contacto con el suelo o la suela del zapato.
 
En estos casos de hipersensibilidades, en los que muy a menudo no somos los padres capaces de ponerles los calcetines o el calzado al niño sin llegar a la “pelea”, conviene realizar una estimulación táctil y propioceptiva en el pie del pequeño. Esto significa masajear la planta del pie de forma profunda, con fuerza. Así podemos relajar la zona y preparar al niño para calzarle a diario. Tras un tiempo de estimulación de este tipo podría el niño superar esta hipersensibilidad en la zona plantar (sería en este caso bueno consultar con un profesional de la Integración Sensorial que nos guiase adecuadamente en el logro de este objetivo).
 
Desde la Integración Sensorial se recomienda además jugar a caminar con pesos en ambas manos (equilibrando el peso de ambos lados), cargar con bolsas, llevar algo pesado en los bolsillos… trepar, andar por un tronco, chutar un balón… o caminar descalzo sobre la arena o el césped.
 
3. Por último, podemos considerar uno de los principios de los que nos habla el Brain Gym (seguro no es sólo la gimnasia cerebral la que nos habla de esto, pero es la versión que conozco). El estrés, la tensión emocional, el miedo, la ansiedad, la inseguridad… todos estos sentimientos y estados bloquean el sistema. Esto es: bloquean tanto el cuerpo como el sistema nervioso. Así se entorpece el movimiento, el funcionamiento de la persona en general, pero muy especialmente se entorpece el desarrollo en el niño y se entorpece su aprendizaje.
 
Una de las soluciones pasa por realizar actividades de estiramiento. Éstas liberan tensiones y hacen que el niño esté más preparado para participar en lo que sucede a su alrededor, mejorando su capacidad de aprender.
 
Lo que interesa en este caso es el hecho de que estos estados emocionales de estrés y ansiedad, que son desgraciadamente comunes no sólo en adultos, sino también en los niños, llevan a la tensión y acortamiento de la musculatura de la parte de atrás del cuerpo (el cuello, la espalda, las piernas…). Así se acortan los músculos de la pantorrilla y el tobillo haciendo que el niño tienda a caminar más cómodamente de puntillas.
 
En general se recomiendan estiramientos suaves de la zona de la pantorrilla.
 
La flexión de pie. Sentado en una silla el niño pone una pierna sobre la otra de modo que el tobillo de ésta quede encima de la rodilla de la otra. Sujeta el tobillo con una mano mientras sujeta la rodilla de la misma pierna con la otra, agrarrándola por su parte interior. Sujeta estos dos puntos haciendo que exista una cierta tensión entre ambos mientras flexiona y estira el pie.
Luego masajea con las manos la parte de la pierna entre la rodilla y el tobillo. Si hay algún punto más sensible al flexionar y extender el pie, se debe masajear.
Seguidamente debe hacer lo mismo con la otra pierna, tobillo y pie.
 
El bombeo de gemelo. Estando de pie, el niño coloca una pierna delante de la otra. Se inclina hacia delante flexionando la pierna que queda delante (sin extender la rodilla de la pierna flexionada más allá de la mitad del pie) y extendiendo la que está detrás. En esta posición despega el talón posterior del suelo y lo vuelve a pegar al mismo. Debe repetir este movimiento tres veces con cada pierna.
Este ejercicio puede resultar más fácil si el niño se apoya contra una silla o una pared con los brazos estirados. Coloca una pierna hacia atrás mientras se inclina hacia delante flexionando la pierna que avanza. Debe hacer el movimiento de levantar y bajar el talón (presionándolo contra el suelo) de la pierna estirada. La pierna estirada y la espalda deben estar en el mismo plano recto.
 
Caminar de puntillas es algo considerado normal al iniciarse la marcha y durante el primer año o año y medio, pero si persiste de manera muy constante después de esta edad, debe descartarse que pueda existir una problema que debamos solucionar.
 
Incluso en los casos de trastornos neurológicos, el hecho de caminar de puntillas puede deberse a alguna de las tres causas que hemos mencionado y puede trabajarse de las maneras sugeridas.
 

“Lo mejor que puedes hacer por tu hijo. Estimulación táctil y propioceptiva”

UN CAMBIO EN EL CONCEPTO SOBRE CÓMO ABORDAR LOS CASOS DE DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

Rosina Uriarte
Cuando los padres conocemos el diagnóstico de TDA-H (trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad) en uno de nuestros hijos, hay varios tipos de reacciones. Algunos padres se sorprenden y no comprenden que su hijo pueda sufrir semejante trastorno, éstos son los afortunados que no ven un problema claro en su hijo. Digo que son “afortunados” porque está claro que el trastorno no es grave y normalmente abarca solamente al área del aprendizaje. O quizá sí vean a un niño muy movido o por el contrario, demasiado parado, pero no le hayan dado demasiada importancia pues no supone un condicionante en la vida del niño ni de su familia.
Hay otro grupo de padres que sabemos que nuestro hijo tiene un problema desde el día que nace o poco después. Somos los padres que sufrimos una tortura diaria a través del sufrimiento de nuestro hijo y también del nuestro propio. Pues este trastorno puede desestructurar la vida de toda la familia. Y cuando en estas condiciones, llega el diagnóstico, nos parece que llega tarde y que muchas veces se queda bien corto.
Cuando algo nos afecta tanto, y sobre todo cuando atañe directamente a un hijo, los padres nos movemos de forma casi frenética: acudimos a especialistas, asociaciones, leemos libros, buscamos información en internet…
Al cabo de un tiempo, toda esta información se repite una y otra vez. Una vez que lees un buen libro o artículo sobre el TDA-H te das cuenta de que todos los libros y artículos siguientes se parecen. Salvando pocas excepciones, de las que voy a hablar más adelante, las versiones sobre el TDA-H que recibimos los padres son siempre la misma. Es lo que llamo la “versión oficial” pues es la única aceptada por los profesionales de la salud y educación que son los encargados de tratar este trastorno.
Lo que nos ofrecen son soluciones a los síntomas que muestran nuestros niños. Nos aseguran que el problema no es curable por lo que debemos entrenarnos y entrenar al niño a convivir de la manera más llevadera posible con este trastorno. El problema no puede curarse puesto que la raíz del problema no se toca, que es una inmadurez y mal funcionamiento del sistema nervioso. Es el cerebro el encargado de regular la atención que presta un niño en clase, también el encargado de regular sus emociones, su actividad motora, etc.
La medicación supone una solución temporal pues sí incide en las áreas cerebrales activándolas y haciendo que funcionen mejor. Pero no soluciona el problema ya que su efecto es transitorio.
El trabajo cognitivo y conductual, con el que también se trata a los niños con TDA-H, tampoco se propone curarles pues solamente trabaja los síntomas y no el problema. Así se entrena al niño a prestar atención, a controlar sus impulsos y su conducta… se le entrena a hacer todo lo que su sistema nervioso inmaduro le impide hacer. Si un niño tiene problemas con la lectura, se le dan clases particulares y se le hace leer más que los demás niños. Sin tener en cuenta que es precisamente esto lo que él no puede hacer.
Nuestros hijos no son vagos, no. Son auténticos héroes que sobreviven haciendo un gran sobreesfuerzo en el aula para obtener siempre peores resultados que sus compañeros. Y encima después, se les da más de lo mismo en horas extra que pueden suponer un auténtico suplicio… La motivación y la autoestima se ven dañadas lógicamente, y con este panorama es difícil que el niño avance realmente.
Cada día es menos difícil encontrar alternativas a esta situación, por suerte para tantos padres que las hemos buscado. No es aún fácil pues la palabra “alternativas” no está bien vista por parte de los profesionales y de las asociaciones. Enseguida se nos dice que son terapias “no avaladas científicamente”, “sin base científica”, “sobre las que no se ha estudiado o publicado”, “que van a arruinarnos económicamente” o “que sus terapeutas son todos unos charlatanes sin preparación”. También nos aseguran que “sus beneficios no están probados”. Pues bien, después de 11 años de investigar estas alternativas y de experimentar con ellas personalmente como madre, he de decir que solamente la primera afirmación es cierta. No están avaladas ni aceptadas, ésta es la realidad. Todo lo demás no es cierto. Sólo puedo hablar de las terapias que conozco, pero de éstas he de decir que tienen todas una base científica, se han estudiado y se han publicado artículos y libros sobre las mismas, no han supuesto ningún descalabro económico familiar en nuestro caso y desde luego, los terapeutas que he tenido la suerte y el honor de conocer, son excelentes profesionales. Y en cuanto a los beneficios… los hemos comprobado en persona.
¿Por qué no están estas terapias aceptadas? Ésta es una pregunta que me he planteado un millón de veces, aún no he encontrado la respuesta y no puedo imaginarme cuál pueda ser pues ninguna de las posibles respuestas tiene sentido para mí. Se habla de varias razones e intereses por los cuales no se aceptan ni se aceptarán en mucho tiempo. No voy a entrar en este tema polémico. Pero sí diré que como madre no puedo esperar a que las posibles soluciones al problema de mi hijo se avalen científicamente. Simplemente no disponemos de este tiempo…
Frente a la opción de trabajar los síntomas del problema, las terapias alternativas que buscan una organización neurológica, pretenden estimular, activar y hacer madurar las zonas cerebrales implicadas en el déficit de atención y la hiperactividad. Buscan que estas zonas cerebrales funcionen adecuadamente para que así desaparezcan los síntomas (problemas en la atención, dificultades de aprendizaje, excesiva actividad motora, comportamientos no aceptables, estados emocionales preocupantes, etc) y también así desaparezca el problema en sí. Los beneficios no son transitorios, sino definitivos.
Estas terapias no tienen por qué excluir el trabajo cognitivo-conductual o la medicación cuando ésta sea necesaria. Lo bueno sería complementar ambas formas de trabajar con los niños para que éstos obtengan los beneficios de las dos. Pero la organización neurológica se hace esencial y vital si lo que buscamos es solucionar el problema de raíz y para toda la vida.
¿Y si logramos con éxito eliminar los síntomas y por lo tanto, solucionar el problema?
¿Acaso a esto no se le llama “curación”? ¿Por qué nos da tanto miedo esta palabra? Puede que sorprenda, pero al igual que el término “alternativas” no es bien aceptado en ciertos entornos (léase asociaciones de padres de niños con TDA-H, foros sobre el TDA-H, profesionales que trabajan con el TDA-H), no es tampoco bienvenida la afirmación de que este trastorno se puede curar.
Quienes nos atrevemos a insinuarlo recibimos todo tipo de ataques verbales que nos acusan de ser “unos ilusos”, de “jugar con los sentimientos y esperanzas de otros padres”, “de querer vender una terapia milagro”, o de “mentir” simplemente…
Puedo asegurar que cuando una madre ha sufrido durante largos años, lo último que quisiera hacer en esta vida es jugar con el sufrimiento y la esperanza de otras madres como ella. Los que tenemos experiencia con la organización neurológica, sabemos que no existen las terapias “milagro”, que no hay nada de magia en el trabajo diario y constante durante años… No existe ninguna terapia que sea milagrosa, y por esto hemos buscado y buscado y hemos probado con varias hasta obtener de todas ellas los beneficios que nos podían ofrecer.
Pienso y siento que los padres no deberíamos pararnos nunca. La meta debería estar en la solución del problema. No tendríamos que tirar la toalla hasta llegar a ella. Y como no quiero pecar de “ilusa” diré que no soy quién para asegurar que siempre se pueda llegar a esta meta. Pero sí que es importante luchar para acercarse a ella lo más posible.
El trabajo siempre aporta beneficios si está bien encaminado. Para elegir qué hacer con nuestros hijos, lo más importante es estar bien informados.
Informarnos y seguir informándonos siempre.
Los padres debemos buscar nada menos que la solución, esto es: la curación, sí. Debemos ser ambiciosos por el bien de nuestros hijos. La experiencia me ha demostrado que tenemos derecho a serlo.

CONCRETANDO UN POCO MÁS…

Los niños con TDA-H tienen habitualmente problemas en muchas áreas: la atención, la lectoescritura, la destreza manual, la relación con compañeros y adultos, el comportamiento, las tareas cotidianas en el hogar, las rutinas, el control de sus emociones e impulsos…
Es importante valorar todas las áreas para saber cuáles son las necesidades más apremiantes en cada caso. Pero hay que recordar que el objetivo no es trabajar estas áreas directamente, por lo tanto, hay que buscar la causa de los síntomas que vemos y trabajarla donde está realmente.
La causa es una sola y es siempre la misma: una inmadurez cerebral que hace que el sistema nervioso del niño no funcione adecuadamente. Es posible evaluar y tratar esta inmadurez a través de la manera que tiene el sistema nervioso de manifestar su estado de desarrollo. Así se puede evaluar y trabajar:
– el movimiento global del cuerpo, posibles dificultades motoras
– debe estudiarse si el desarrollo motor ha sido el adecuado desde el nacimiento, si el niño ha avanzado por todas las etapas necesarias sin haberse saltado ninguna
– la posible presencia de reflejos primitivos que debían haberse integrado en los primeros meses de vida
– reflejos posturales que no se han desarrollado
– un tono muscular inadecuado, que es una señal de alerta y está muy relacionado con la atención
– la lateralización, que debería estar bien definida hacia los seis años (el niño debe ser totalmente diestro o totalmente zurdo)
– es necesario evaluar el funcionamiento de la visión, lo cual supone mucho más que la agudeza visual, pues el niño no tiene que ser capaz de ver claro simplemente, sino de utilizar sus ojos de forma conjunta y cómoda para poder leer y escribir, y el cerebro debe ser capaz de interpretar y procesar bien la información
– lo mismo ocurre con el sistema auditivo, que juega un importante papel en la atención y el rendimiento escolar. No basta con saber si un niño oye o no, hay mucho más que puede estar influyendo en sus dificultades y se puede tratar
– la integración sensorial, cómo llega la información que nos aportan los sentidos, si llega y si es bien procesada e interpretada por el sistema nervioso, el cual debe dar a la misma una respuesta en forma de movimiento, comportamiento, reacciones emocionales. Normalmente, cuando las respuestas del niño a lo que ocurre a su alrededor no son las adecuadas, al igual que cómo funciona en sus actividades diarias, debemos sospechar que los estímulos del entorno no están llegando de forma cómoda a su sistema nervioso y que éste no está realizando bien su trabajo
Para más información, consultar este blog utilizando el índice de temas.

Nota: debo añadir LA ALIMENTACIÓN y la posible falta de nutrientes, intolerancias o alergias a determinados alimentos, como un aspecto a tener también en cuenta en la evaluación y el tratamiento del TDA-H.

Hablo principalmente de la organización neurológica por ser la forma de actuación que mejor conozco. Pero no descarto otras posibles vías de tratamiento de este trastorno. Junto a los cambios en la alimentación o la posible ingesta de complementos alimenticios, la homeopatía también puede ser muy beneficiosa.
A los padres nos conviene informarnos de esto como una parte importante del tratamiento junto a la organización neurológica.