La información que recibe el cerebro es lo que lo alimenta, lo hace crecer y madurar. La información que llega al cerebro es siempre sensorial, como lo es la estimulación. De la estimulación recibida en tempranas edades depende el desarrollo cerebral.
¿Sabes cuál es el momento de máximo desarrollo cerebral del ser humano?
¿Sabes que el cerebro se desarrolla gracias a la información que recibe de todo lo que ocurre a su alrededor y de todas las experiencias que vive?
¿Sabes que los adultos que convivimos, cuidamos y educamos a niños pequeños tenemos una gran responsabilidad en su desarrollo cerebral?
Sigue leyendo y te lo cuento…
El máximo desarrollo del cerebro se produce en los primeros años de vida.
Solamente tenemos que observar la evolución del tamaño de la cabeza de nuestros niños para darnos cuenta de ello. La cabecita del recién nacido tiene el 25% del tamaño de la cabeza de un adulto. A los 6 años, la cabeza ya supone el 90%. Teniendo en cuenta que el cráneo crece porque crece el cerebro y ha de proporcionarle el espacio necesario, podemos ver desde fuera cómo crece el cerebro dentro.
El cerebro crece gracias a la información que recibe.
El cerebro necesita oxígeno y nutrientes, pero su principal “alimento” es la información que le llega constantemente. Ésta entra al cerebro desde el cuerpo, a través de los sentidos.
Todo lo que sienten los niños, todo lo que perciben del entorno que les rodea, todo lo que experimentan con su cuerpo y el movimiento… creará nuevas conexiones entre neuronas. Y si las mismas conexiones se repiten una y otra vez, se convertirán en circuitos neuronales que darán lugar a estructuras cerebrales. Creciendo así el cerebro físicamente.
La estimulación recibida a tempranas edades moldea y cablea el cerebro.
“Estimular” significa ofrecer información a través de los sentidos (recordemos que la estimulación es siempre sensorial).
Y “temprana” supone que lo hacemos en los primeros años de vida, los primeros 6 concretamente.
Justo esos son los años en los que se produce el mayor desarrollo del ser humano, esto quiere decir: el mayor desarrollo del cerebro (hasta el 90%, tal como vimos).
De aquí la importancia de la estimulación temprana en el desarrollo del cerebro infantil.
Dado que el cerebro se alimenta, crece y madura gracias a la información que recibe hemos de tener un especial cuidado de brindar a los niños la mejor información posible.
Por “estimulación temprana” puede considerarse cualquier dato, actividad o experiencia que ofrezcamos a los niños menores de 6 años.
Sin embargo, para que se incluya en lo que entendemos realmente por “estimulación temprana”, esos datos, actividades o experiencias deben ser de calidad y suponer tiempo de calidad con los niños. Momentos de calidad excelente que se manifiesten con el disfrute de los niños y también de los adultos que los acompañamos.
La estimulación temprana significa pasar tiempo de calidad con los niños sabiendo que con lo que hacemos estamos favoreciendo su desarrollo, su desarrollo cerebral, y por lo tanto, su desempeño en todas las áreas del ser humano.
La estimulación temprana tiene como principal objetivo el desarrollo infantil. Y el desarrollo de los niños es igual al desarrollo de sus cerebros.
Cómo aprender a aplicar la mejor estimulación temprana.
Aprende sobre estimulación temprana, aprende a aplicar técnicas y actividades que gusten a los niños, (y que nos gusten a los adultos), pero que además tengas la seguridad de que están potenciando su desarrollo cerebral.
Estarás haciéndoles un regalo irrepetible. Un regalo que en ningún otro momento de la vida podrás brindarles.
Aprende a pasar ese tiempo de calidad con tus niños sabiendo que estás incidiendo en su desarrollo cerebral de la mejor de las maneras y por lo tanto, estás incidiendo en la personita en la cual llegará a ser.
No hay otro momento mejor para hacer esta labor que los primeros años de vida. Años que debemos aprovechar. Años dorados. Años preciosos que no volverán.
Aprende sobre estimulación temprana con mi libro “Estimulación Temprana. Cómo acompañar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años”. En él he volcado toda mi experiencia y mi cariño por esta maravillosa labor con los más pequeños.
Y, si quieres ir más allá en tu aprendizaje de cómo aplicar la estimulación temprana, cuentas también con el curso online “Estimulación Temprana. Cómo acompañar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años” en la editorial Psimática.