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¿Trabajas su aprendizaje abandonando su desarrollo?😦

Si trabajas su aprendizaje, no estarás trabajando su desarrollo de base.

¿Si el desarrollo de los niños depende de realizar conexiones entre su cuerpo y su cerebro, su cerebro y su cuerpo… si depende del crecimiento y maduración de áreas de base en nuestro cerebro y estas áreas crecen y maduran gracias a las experiencias con el cuerpo y el movimiento… entonces… QUÉ HACEMOS APILANDO BLOQUES, HACIENDO PUZZLES, APRENDIENDO LOS COLORES, LAS LETRAS O LOS NÚMEROS?

BUENA PREGUNTA…

Me la hacen a menudo los padres y profesionales que trabajan con niños con dificultades cuando conocen el neurodesarrollo y comienzan a darse cuenta de lo que realmente supone el desarrollo del ser humano.

El aprendizaje de las palabras, la lectura, la escritura, los colores, las formas geométricas … depende de que el niño haya alcanzado un buen desarrollo cerebral.

Igual que el poder controlar su conducta, su movimiento, sus impulsos, cómo se relaciona con los demás, cómo reacciona ante situaciones diversas … también depende del grado de maduración alcanzado.

Y por “maduración” no hemos de entender algo que llega simplemente con el tiempo, no.

El tiempo es un factor importante, pero no es suficiente para lograr ni la maduración ni el crecimiento de ningún ser vivo. El tiempo por sí solo no logra una maduración, sino que el cerebro, como cualquier ser vivo, necesita de nutrientes, necesita estar bien alimentado para lograr crecer madurar y desarrollarse.

En el caso del cerebro, la principal alimentación llega a través de los sentidos. El cerebro crece y se desarrolla con la estimulación que recibe de su entorno: esto supone cada vivencia, cada sensación, cada cosa que el niño ve, que escucha, que toca, que experimenta… cada vez que se mueve o siente su cuerpo está conectándose con su cerebro y está haciéndolo madurar.

Esta maduración y desarrollo será lo que permita a los niños contar con las herramientas necesarias para poder aprender y poder controlar su conducta.

Por esto cuando un niño o una niña no logra aprender como los demás o no alcanza alguno de los hitos como sería de esperar para su edad, hemos de pensar que algo está fallando en su desarrollo.

Debemos pensar que no cuenta con las herramientas, con los requisitos necesarios para poder alcanzar ese hito del aprendizaje o del desarrollo.

Los niños no se comportan y no aprenden “como quieren”, sino que lo hacen “como pueden”. Y si no lo hacen “mejor” o como esperamos que lo hagan, es porque no cuentan aún con lo que necesitan para poder aprender y comportarse como lo hacen el resto de sus compañeros.

Entonces, si no se ha completado el desarrollo y la maduración cerebral de estos niños, habremos de trabajar justo ahí: ofreciendo al cerebro los estímulos que necesita y que la naturaleza diseñó como óptimos para lograr la maduración cerebral y completar el desarrollo.

Y estos estímulos NO son trabajar con las palabras, los colores, las formas, los números…

El cerebro del ser humano no se desarrolla sentado a una mesa y haciendo un trabajo con fichas, con puzzles, con bloques para apilar.

El cerebro del ser humano necesita de otro tipo de estimulación mucho más “básica” para desarrollar esas áreas “de base” sobre las cuales se construye el aprendizaje y el control de la conducta.

Cuando los niños cuentan con bases bien fuertes y estables todo lo demás se producirá de una manera fluida y sin dificultades.

Si tu hijo o tu hija, tus alumnos o los niños con los que trabajas, tienen dificultades en su aprendizaje y/o su conducta, es muy probable que se deba a fallos en su desarrollo, a un desarrollo no completado.

Trabaja ahí: en el desarrollo. Y no te centres exclusivamente en su aprendizaje. No te quedes en “enseñarle” cosas, estimula su cerebro.

Porque el aprendizaje y la conducta dependen del desarrollo, pero ¡esto NO ocurre al revés!

Si estás trabajando sentado a una mesa con tu hijo, piensa que no estás trabajando su desarrollo, no su desarrollo de base.

Trabaja con su cuerpo y con el movimiento y entonces sabrás que le estarás dando las herramientas que necesitará para aprender, para desarrollar el lenguaje, para poder leer, escribir, comprender las matemáticas, para tener un mayor control de su conducta, de sus emociones y de cómo se relaciona con los demás.

Pero no cualquier movimiento o cualquier trabajo con el cuerpo es el adecuado, sino que habremos de llevar a cabo el trabajo corporal y de movimiento que el cerebro necesita para lograr un buen cableado de esas áreas de base sobre las cuales se sustenta todo el desarrollo y el aprendizaje de la persona.

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¿QUÉ ES EL NEURODESARROLLO?

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