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HABLAR CON LAS MADRES DE NIÑOS CON DIFICULTADES

Como maestras, tutoras o cuidadoras nos toca muchas veces hablar con los padres (especialmente las madres, que son con quienes más a menudo nos vemos). A veces sus niños muestran dificultades de aprendizaje o de conducta que nos preocupan. La mayoría de las veces, estas cuestiones también las preocupan a ellas y es la razón por la cual nos entrevistamos. Pero en ocasiones, ocurre que no son muy conscientes de que pueda haber realmente un problema en sus niños o están simplemente “perdidas” sin saber qué hacer.

Las madres, en general, nos hallamos así: “perdidas” en la crianza y educación de nuestros hijos. Y no solamente cuando precisamos orientación para ayudar a un hijo con dificultades, sino que necesitamos una guía para manejar las situaciones cotidianas del día a día en todos los casos.

Esta guía sería muy amplia… Y cuando existen dificultades en los niños, ha de incluir un programa de trabajo conjunto con la familia para intentar dar al niño todo aquello que pueda necesitar.

Pero, de momento, veamos solamente en algunas reflexiones que podrían resultar útiles.

Útiles para las madres con quienes hablemos, pero también para nosotras como profesionales. Todo lo que sigue a continuación es viable y podremos transmitirlo a las madres solamente si lo aplicamos primero nosotras mismas y estamos convencidas de ello.

Pero antes de compartir con ellas estas cuestiones, detengámonos primero unos instantes para recrearnos en el pensamiento que nos recuerda que: para esa madre, su hijo es lo más importante del mundo. No existe para ella nada que quiera o le duela más.

Tener esto presente nos ayudará a tener el cuidado preciso al hablar con ella de las dificultades que podamos observar en su pequeño.

Y después de esta primera reflexión, pongámonos en la piel de esa madre con quien estemos hablando. Así, juntas, podremos ponernos en el lugar del niño para comprender lo que sigue.

Mamá…

🤍Los niños no se comportan o aprenden como lo hacen porque quieren o “por fastidiar”. Casi todos los niños quieren ser como los demás, aprender como los demás y recibir aprobación, agradar. Es una necesidad del ser humano. Por favor ten esto presente…

🤍Los padres hemos de analizar cómo vemos a nuestros hijos. Qué esperamos de ellos, puesto que lo que esperamos será muy probablemente lo que obtengamos. Si esperamos poco no lucharemos para obtener más. Quién espera poco, no puede obtener mucho.

Las expectativas que tenemos con respecto a nuestros hijos normalmente se cumplen. Es por esto que es tan importante tener buenas expectativas con respecto a ellos, creer que no solamente tienen cosas muy buenas, sino que pueden llegar a tener muchas más. Que pueden llegar a cambiar.

🤍Para comprender mejor cómo ves a tu hijo, pregúntate dónde está tu foco. Cuando observas a tu hijo, ¿qué es lo que ves? O más bien: ¿qué es lo que miras? ¿Lo estás mirando todo o estás enfocándote solamente en determinadas cosas, normalmente las que te preocupan, las que no te gustan de tu hijo?

Al igual que nos pasa cuando nos quedamos embarazadas que parece que de repente hay muchísimas mujeres embarazadas por la calle. O cuando te compras un coche nuevo que no habías visto apenas circulando por la carretera y ahora parece que muchos otros han comprado el mismo modelo…  Así funciona nuestra atención, nuestro enfoque: allí donde miramos vemos aquello en lo que estamos enfocados y si nos enfocamos solamente en los problemas del niño, será eso lo que veamos en él. Es difícil ver otra cosa que la que esperamos puesto que no miramos más allá. Y el niño lo percibe lo que vemos de él y lo asume como la verdad.

Un niño no “es” un problema, “tiene” un problema. No podemos reducir a nuestros hijos a un problema, a un fracaso escolar, por ejemplo, porque son muchísimo más que eso.

Por ello debes dejar de ver solamente lo negativo y tener una mirada más amplia para observar todo lo positivo que tiene tu niño. Haciéndole saber que eres conscientes de todo lo que hace bien, de todo lo que vale.

🤍Fíjate en las emociones que sientes cuando piensas en tu hijo o cuando lo observas. ¿Qué emociones tienes durante el día con respecto a tu hijo? ¿Son emociones positivas o negativas?

Los niños perciben las emociones que sentimos con respecto a ellos, al igual que ocurre con las expectativas que tenemos de ellos. Por favor cuida de tus emociones con respecto a tu hijo.

🤍Cuida también de tus pensamientos, de tu lenguaje interior. Estate muy atenta para darte cuenta de cuándo estás pensando de una manera negativa con respecto al niño o con respecto a ti misma. Sé consciente de tus pensamientos y cuídalos para que sean positivos, no irreales, pero sí positivos.

No nos lleva a ningún lado tener pensamientos negativos recurrentes. Pensar en los problemas es necesario cuando lo que pretendemos es buscar una solución, pero resulta muy perjudicial cuando lo que hacemos es alimentar nuestros miedos, nuestras frustraciones y preocupaciones.

Los pensamientos positivos, sin embargo, harán que nos sintamos más felices con lo que tenemos, y podamos transmitir esa felicidad a nuestros hijos. Transmitirles positividad y esa amorosa manera de mirarlos cuando miramos su lado bueno.

🤍Cuida además tus palabras. Las palabras pueden programar el cerebro de nuestros hijos a muy tempranas edades. Tus palabras son un reflejo de tu pensamiento y marcarán a tu hijo, por ello es vital tener palabras de ánimo y de aceptación, destacando lo bueno que tiene y las posibilidades que tiene de mejorar cada día.

Presta mucha atención a las palabras que dices por dentro y a las palabras que salen afuera porque determinarán la realidad para ti y para tu hijo.

🤍Y por supuesto, desecha todo tipo de los calificativos negativos (tonto, vago, perezoso, torpe, chapucero, bruto, cabezón, maniático, terco, tímido…). Recuerda que los niños hacen las cosas lo mejor que pueden o como han aprendido a hacerlas, y que se comportan como pueden, como saben también. Utilizan los recursos que tienen (los que han ido adquiriendo gracias a su maduración y a sus experiencias, también gracias a lo que les hemos transmitido los demás sobre ellos).

Los calificativos negativos hacen mucho daño y marcan irremediablemente la autoestima y el autoconcepto de los niños. Por favor no le digas nunca algo negativo a tu hijo de él mismo utilizando palabras que lo califiquen.

🤍Observa todo esto: tu enfoque, tus emociones, tus pensamientos y tus palabras. Y hazlo de una manera sincera y sin críticas hacia ti misma. Las críticas son destructivas y sólo nos llevan a la infelicidad. Somos humanas y estamos en un proceso de aprendizaje. Nuestros hijos nos dan el mayor aprendizaje en la vida y estamos aquí para aprender con ellos y de ellos.

🤍No utilices la crítica contra ti misma y jamás lo hagas contra tu hijo. Puedes criticar su comportamiento y dejarle claro que no es aceptable, que no es bueno comportarse así, pero jamás le digas que él no es bueno, jamás le critiques a él como persona pues esto sería fatal para su autoconcepto y su autoestima.

🤍Los niños no tienen un concepto de cómo son cuando son pequeños, este autoconcepto de sí mismos llega con la información que les transmitimos los adultos y sus compañeros. En general, gracias a las experiencias que viven y a la información que les damos de ellos mismos a través de nuestras palabras, de nuestros gestos, nuestras actitudes y de nuestras propias creencias con respecto a ellos. Ellos van percibiendo todo esto y creando una imagen de sí mismos, de cómo son, su propio autoconcepto.

Ten muchísimo cuidado con lo que transmites a tu hijo, lo que le transmites de él. Porque esto será con lo que construya la imagen que tenga de sí mismo. Y lo que los adultos le comuniquemos a temprana edad sobre cómo es será lo que él crea para el resto de su vida.

Un niño que percibe que no satisface a sus padres o profesores (por los motivos que sean), es muy difícil que se guste a sí mismo, crezca en la seguridad y confianza de una buena autoestima. Sin embargo, si se siente amado y valorado sin condiciones, su autoimagen será positiva y esto hará que pueda avanzar sin obstáculos en su desarrollo.

🤍No olvides agradecer todo lo bueno de tu hijo y agradéceselo a él, que sepa que estás muy orgullosa de él, que lo aceptas tal cual es.

🤍Es importante conocer cómo se produce el desarrollo infantil y cómo el grado de desarrollo cerebral determina el comportamiento y el aprendizaje en el niño (incluso más que sus experiencias, pues reaccionará ante lo que le ocurra según la maduración que haya alcanzado y las circunstancias le afectarán de una manera u otra acorde a esa maduración).

Conociendo el desarrollo del niño podremos comprenderle mejor. Podremos intentar meternos en su piel, ponernos en su lugar. Comprendiendo qué necesita, dónde están sus carencias para compensar con lo que falta y así lograr una mayor maduración.

Acércate sin miedo al neurodesarrollo. Tener estos conocimientos te dará mucha tranquilidad, hará que conozcas mejor a tu hijo, las necesidades que pueda tener y cómo satisfacerlas.

🤍Si tu hijo tiene un diagnóstico, ten por seguro que es solamente una “etiqueta” con la cual clasificamos al niño. Es una estructuración creada para intentar comprender qué ocurre, pero que en realidad sólo nos habla de los síntomas, de lo que ya vemos, no de lo que ocurre de verdad. No nos dice nada de la causa. Si no consideramos la causa, nunca podremos solucionar un problema, podremos tapar los síntomas, pero éstos se manifestarán por otro lado.

Por esto, lo importante no es el diagnóstico que le hayan dado a tu niño, sino cómo es él y qué necesidades tiene realmente.

Tu hijo es el mismo el día antes y el día después de que le den un diagnóstico. Sin embargo, éste puede marcarle de por vida. No permitas que los demás (o incluso tú misma) tengan otro nombre presente al ver a tu hijo, otro nombre que no sea el suyo propio.

🤍Respeta al niño, no le presiones pues la presión es fuente de todo tipo de dificultades y sólo agrava los problemas. El cerebro tiene dos objetivos: el primero es sobrevivir y el segundo, desarrollarse y aprender. Si está ocupado en el primero porque hay estrés, el segundo objetivo quedará anulado o postpuesto. Un niño no puede aprender bajo presión.

🤍Los niños, cuando son pequeños, funcionan utilizando frecuentemente determinadas ondas cerebrales como las que utilizamos nosotros antes de dormir. Unas ondas cerebrales que hacen que nuestros pensamientos queden grabados en nuestro subconsciente, por ello es tan importante para nosotros aprovechar los momentos de antes del sueño, cuando estamos muy relajados, para pensar en cosas positivas con respecto a nuestros hijos.

Los niños pequeños funcionan en estas ondas cerebrales todo el día, no solamente en momentos previos al sueño y es por esto por lo que en estos primeros años se programa su mente, se programa su cerebro, las creencias se graban “a fuego”.

Estos son los años en los que el niño aprende del mundo y aprende de sí mismo y sobre sí mismo, son unos años cruciales en los cuales tenemos de cuidar la información que transmitimos al niño sobre quién es, cómo es.

En estos primeros años y más adelante también, podemos utilizar esos momentos previos al sueño para inculcar creencias positivas y decirles cuánto valen.

Aprovecha estos momentos de antes de dormir para decirle a tu hijo todas las cosas buenas que tiene, todo lo positivo que hay en él y todas las capacidades que tiene para mejorar.

Hazle ver lo maravilloso que es y cuánto le quieres…

Mamá, no te quedes con lo negativo, no te quedes con los problemas. Recuerda que, si lo haces, ésta será tu realidad pues no verás otra cosa. No podrás ver otra cosa. Igual que cuando tienes el enfoque en algo y no haces más que verlo por todas partes, lo mismo ocurre con los problemas, con las dificultades y con los miedos.

El miedo manipula nuestros sentidos y nos hace ver las cosas desde su prisma, nos impide avanzar, nos impide tomar acción. Y salir de nuestra “zona de confort” nos impide movernos para mejorar las cosas y para ver que hay otras cosas mejores detrás del miedo.

Cuida de tus emociones, cuida de tus pensamientos, cuida de tus palabras, y cuida muchísimo tu foco y tu mirada.  

Cuida los ojos con que miras a tu hijo.

MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ Programa de formación online en neurodesarrollo infantil

La clave en el desarrollo infantil: conexión cerebro-cuerpo, cuerpo-cerebro

¿Aún sigues trabajando exclusivamente con actividades cognitivas y conductuales?
¡Mejor trabaja con el cuerpo!

A muchas personas les resulta sorprendente que trabajemos con el cuerpo en el neurodesarrollo. Y siguen estancadas insistiendo en aprendizajes como los colores, las formas geométricas, las letras, los números, las palabras… Todo esto está bien, pero son, como decía, aprendizajes.
NO es un trabajo dirigido al desarrollo de los niños.

Los síntomas que muestran nuestros niños son fruto de fallos en su desarrollo, en su maduración cerebral.

Por ello, solamente hay una manera de dirigirnos a los fallos para repararlos: trabajando el desarrollo de los niños desde la base del mismo. ¡NO trabajando su aprendizaje!

El aprendizaje llegará sin esfuerzo cuando el desarrollo se haya completado y el niño cuente con las herramientas que necesita para aprender.

Nuestra labor ha de ser el darle esas herramientas. Y la manera NO es insistiendo en lo que el niño no puede hacer, le resulta difícil o, simplemente: enseñándole cosas.

El desarrollo NO se trabaja “enseñando” al niño nada. NO se trabaja “entrenándole” a hacer lo que le cuesta.

Entonces, ¿CÓMO? ¿Cómo se trabaja el desarrollo infantil?

Pues… el desarrollo comienza por y depende de una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, entre el cuerpo y el cerebro.

Para que el cerebro pueda desarrollar las funciones que el niño necesita para aprender y controlar su conducta, habrá de lograr primero esa buena relación con el cuerpo gracias a las experiencias corporales, gracias a la información que llega a través de la estimulación de los sentidos y del movimiento.

Un cuerpo desconectado del cerebro no es funcional, igual que un cerebro desconectado del cuerpo tampoco lo es.

Esto puede sorprenderte, pero la conexión de la que te hablo no se da porque sí, no nace con el niño, sino que éste la va creando gracias a ir completando su desarrollo en las etapas más tempranas de la vida.

Si todo desarrollo comienza por esto por esta relación entre el cuerpo y el cerebro, el cerebro y el cuerpo… y si el desarrollo no se ha completado como sería de desear, trabajar fuera de esta conexión es seguir camino más largo, difícil e infructuoso.

Existe un momento en la vida para lograr de forma natural una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, el cuerpo y el cerebro. Y existen unas experiencias concretas que se producen en ese momento y que son las que hemos de retomar después para fortalecerla.

En este vídeo te lo cuento “más bonito”:

Si quieres aprender a trabajar en la base del desarrollo infantil tal como te vengo contando, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS. Podría ser justo lo que estás buscando.

Si te apetece que hablemos de la formación, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos:

El neurodesarrollo: la pieza 🧩 que faltaba en el puzle

Cuando desconocemos una nueva técnica o metodología, tendemos a pensar que será difícil de aprender o de aplicar.

Al menos esto me pasa a menudo a mí.

Sin embargo, según te vas acercando y conociendo esa forma de trabajar, te das cuenta de que tiene todo el sentido del mundo y puede incluso que llegues a pensar que es justo lo que estabas buscando y necesitabas desde hacía tiempo. Esa “pieza del puzle” que te faltaba para completarlo.

Esto es lo que les ocurre a muchos profesionales que se acercan a conocer el neurodesarrollo y cómo aplicarlo en su trabajo con los niños.

Tanto si eres terapeuta y trabajas con niños de forma individualizada, como si trabajas en el aula con un grupo, podrás adaptar el neurodesarrollo para reforzar el desarrollo de aquellos que más lo necesitan y apoyar el de todos ellos en general. Ayudando así a los pequeños a contar con mayores herramientas para controlar su movimiento, su comportamiento y su aprendizaje.

No temas acercarte a esta nueva forma de mirar, de ver y de trabajar con los niños. Descubrirás actividades que son absolutamente naturales y lógicas, que encajan con lo que conforma la base de todos nosotros como seres humanos.

Actividades que no son difíciles de llevar a cabo y con las cuales es muy difícil equivocarse. Pues trabajando en la misma base reforzamos toda la estructura del desarrollo, incidiendo así en todas las áreas: física, emocional, social y cognitiva.

No es un trabajo complicado, sino todo lo contrario. Es tan sencillo y natural que sorprende a quien no lo conoce y no es consciente de su poder.

Un trabajo que además nos brinda una de las más grandes ventajas con las que contamos. La ventaja de que los niños disfrutan llevándolo a cabo.

Tania acaba de terminar la formación en neurodesarrollo y desde hace un año está aplicando el neurodesarrollo en su trabajo como psicóloga. En su testimonio nos cuenta más:

Tania

Acabo de completar el curso! Parece mentira que haya pasado ya un año! Echo la vista atrás y pienso en cuando empecé, en lo que me gustaba todo lo que escuchaba de Rosina y de las compañeras que llevaban más tiempo que yo y lo que deseaba saber hacerlo yo también, y ahora dirijo mi propio gabinete desde el mes de septiembre y estoy poniendo en práctica cada cosa aprendida en este curso con unos resultados preciosos.

Como he dicho muchas veces, era la pieza del puzle que me faltaba, ha sido como volver a estudiar psicología de nuevo con una visión completamente nueva y que era la que yo estaba buscando.

Pensaba que me encontraría más rechazo en las familias pero está siendo al contrario porque muchas ya vienen de métodos más cognitivos que no han funcionado bien y este método da sentido a lo que les pasa a sus peques de la misma manera que me pasa a mí.

He encontrado mi sitio y la manera de trabajar que estaba buscando, donde se implican mucho también las familias y trabajamos juntos.

Muy feliz de esta decisión y mi camino no termina aquí, sino que seguiré formándome en esta dirección para poder seguir dando lo mejor de mí a mis peques y a sus familias.

Bendito el día que se me cruzó la publicación de Rosina en Facebook, muchas gracias profe por tu entusiasmo y tu generosidad a la hora de enseñarnos y compartir con nosotros tus conocimientos.

Tania Montes Ruiz

Granada, 24 de marzo de 2023

Si tú también trabajas como psicóloga, pedagoga, logopeda, eres maestra o educadora infantil… si cuidas de la salud o la educación de los niños, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨. ¡Seguro que te va a gustar!

“¿Qué es el neurodesarrollo?”

💙 La SALUD en el AUTISMO con Katia Dolle

En este mes de marzo hemos tenido el honor de contar con la participación de una nueva experta invitada al programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨. Se trata de la experta en tratamientos naturales para la recuperación de la salud en casos de niños con dificultades en su desarrollo, muy especialmente en casos del espectro autista: KATIA DOLLE.

Recuperar la salud resulta vital en los casos de niños con autismo

Como Katia dice, su labor es nada más y nada menos, la de transformar vidas. Y hacerlo desde la transformación de la salud en los niños.

Explica cómo para ello, primero se hace un estudio del estado en el cual se encuentra el organismo a base de analíticas, para después trabajar con la ciencia naturopática.

Con este trabajo se ha podido comprobar, y se sigue observando cada día, que el niño gana calidad de vida mientras se suavizan los signos del autismo.

Se trata de un proceso en el cual han de involucrarse los padres pues con los profesionales como Katia, formarán un equipo en el cual trabajar de forma conjunta.

Al igual que ocurre en la aplicación de técnicas de neurodesarrollo para reforzar el desarrollo de los niños, cuando los padres se implican se ven avances sustanciales que no podrían lograrse de otro modo.

Para los padres supone una gran satisfacción el poder sentirse parte activa dentro del proceso de mejora de sus hijos. Con la motivación al ver estas mejoras y la información y formación que les dan Katia y su equipo, acaban volviéndose auténticos expertos en el neurodesarrollo de sus hijos, expertos en salud medioambiental, en dietas…

Pierden sentimientos de culpabilidad, desconcierto, la sensación de “estar perdidos”… al tener tener un objetivo muy claro que seguir. Un objetivo que los lleva a realizar el mayor y mejor trabajo de sus vidas.

La salud del cuerpo afecta al funcionamiento cerebral

Si tú eres madre o padre, o profesional que trabaja con niños… o simplemente te interesa este tema pero aún no comprendes bien la relación que existe entre el autismo y la salud, te dejo algunas cifras que nos menciona Katia: aproximadamente el 90% de los niños con autismo tiene fatiga adrenal, otro 90% disbiosis intestinal, un 70% tiene disfunciones de su sistema inmunitario…

Katia nos lo cuenta en este vídeo:

Más información y gran cantidad de testimonios de familias que han trabajado con el método Katia Dolle con excelentes resultados, los tienes en su página web y en su canal de YouTube:

katiadolle.com

@katiadolle

👶📱 Las pantallas en el desarrollo infantil

¿Te has fijado alguna vez en cuantos niños van por la calle en su sillitas y con un móvil en la mano?

Bebé con teléfono móvil.

Van absortos en lo que ocurre en la pantalla en lugar de mirar el mundo que lo rodea, las casas, los árboles, los perros, las personas… 

Es un problema serio al que nos estamos enfrentando por el efecto de las pantallas en el desarrollo infantil: niños muy conectados con una pantalla y desconectados del mundo, desconectados de la vida…

A las aulas de infantil llegan cada día más niños con dificultades de lenguaje, para relacionarse, para seguir normas y adaptarse a las actividades del grupo, para prestar atención… Niños inmaduros que parecen haberse quedado atrás en su desarrollo.

No son las pantallas  la única causa del incremento de las dificultades y del pobre desarrollo de los niños, hay otros factores que inciden en esto. Pero la exposición temprana y la sobreexposición a las pantallas tiene mucho que ver en todo ello.

Así ocurre que desde el neurodesarrollo nos vemos en la necesidad de trabajar con niños muy poco estimulados, que han tenido una pobre relación con otros, cuyo desarrollo motriz no ha sido óptimo, niños que no saben controlar sus impulsos, sus arranques emocionales, niños que no saben esperar o guardar su turno, seguir unas sencillas normas en el grupo… Niños con dificultades para comunicarse y para aprender…

Si los primeros años de vida son una etapa “sensomotriz” en la cual el desarrollo y el crecimiento del cerebro se produce gracias a los estímulos y experiencias sensoriales y motrices, la exposición a una pantalla que impide al niño moverse, relacionarse, explorar y experimentar en el mundo, no puede ser más que perjudicial.

A continuación te dejo este vídeo por si te apetece verlo:

Cuidemos del desarrollo de nuestros pequeños, es lo más valioso que tenemos como sociedad, y mucho más lo es para quienes somos padres y/o trabajamos con niños.

Si te apetece conocer más sobre el desarrollo infantil y formarte en neurodesarrollo, ya sabes, sólo tienes que hacer clic aquí debajo para que nos veamos en directo online y te cuente todo lo que necesites saber.

“LA PANDEMIA Y EL NEURODESARROLLO”

Testimonio de la formación en neurodesarrollo

Testimonio del programa de formación online en neurodesarrollo

Nuevo testimonio de una integrante del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS

Niños sonriendo, padres contentos y orgullosos por los avances de sus hijos luego de haber practicado durante días ejercicios de propiocepción, vestibulares, de patrón cruzado, etc…

Son los beneficios que te puede dar el neurodesarrollo que al buscar la maduración del cerebro genera cambios positivos en todas las áreas: cognitiva, socio afectiva, lenguaje y motriz.

Esto es lo que MIMANDO LAS ESTRELLAS te ofrece: “observar-detectar-actuar”, además de un acompañamiento respetuoso y personalizado. Un grupo activo.

Sin duda, una de las mejores formaciones.

María Teresa Martínez Revilla

Perú, 7 de marzo de 2023

No siempre “oír bien” 👂 significa lo que crees

¿Realmente oye bien?
“Oye bien”. “¿Estás segura?”

Muchas veces, “oír bien” significa solamente “no ser sordo”

Seguro que conoces a niños con problemas en el desarrollo de su lenguaje, en su aprendizaje, su control emocional o su conducta. Seguro que sí y por eso estás aquí leyendo esto ahora mismo🙂  (gracias, por cierto, por hacerlo)…

Bueno, pues seguro también que los padres de muchos de estos niños están convencidos de que “oyen bien”.

Es natural, esto es lo que les han dicho tras hacerles pruebas de audición.

Lo que nadie les dice es que esas pruebas miden si el estímulo sonoro llega al cerebro dentro de un rango de decibelios (volumen) considerado normal, miden la cantidad de la audición. Así determinan que no existe una hipoacusia, con estas pruebas sabemos que los niños “no son sordos”.

Y esto es, evidentemente, un alivio…

Pero, ¿qué ocurre con la calidad de la audición?

Porque entre “no ser sordo” y “oír bien” hay un abismo😮

Con respecto a la visión, todos sabemos que los niños pueden tener miopía, hipermetropía, astigmatismo, etc… pero casi no nos planteamos que a nivel auditivo ocurre lo mismo: que en realidad existen muchas manera de “oír mal”.

Y como te podrás imaginar, “oír mal” afectará sin duda al lenguaje, el aprendizaje, las emociones y la conducta.

Te cuento más en este vídeo que te dejo a continuación por si te apetece verlo:

Afortunadamente, existen profesionales expertos en audición y desarrollo infantil, y tratamientos para la reeducación del oído. Si quieres información, sólo tienes que preguntarme.

Y si quieres conocer mucho más sobre la audición, la visión y el desarrollo de los niños, infórmate de los programas y cursos de formación en neurodesarrollo en mi web:

rosinauriarte.com

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Estimular a través de los sentidos

“Estimular significa ofrecer nuevas sensaciones, aportar información sensorial (que entra a través de los sentidos).

Los sentidos

Es gracias a los sentidos que el cerebro obtiene información sobre lo que ocurre fuera y dentro del cuerpo. Junto a los cinco sentidos externos que todos conocemos, existen también sentidos internos que posibilitan que el cerebro sea conocedor en cada momento del estado del cuerpo: cómo nos sentimos, en qué postura estamos, dónde está cada parte de nuestro cuerpo, qué movimientos tenemos que realizar para llevar a cabo una acción, cuánta fuerza necesitaremos ejercer y qué movimientos o fuerza estamos realizando en cada momento.

Funcionamiento del cerebro
Así funciona el cerebro

La estimulación sensorial se produce constantemente, aunque somos conscientes tan sólo de una pequeña parte de todos los estímulos que nos llegan. Es absolutamente necesaria para el desarrollo y la maduración cerebrales pues es la que posibilita que exista actividad en nuestro cerebro.

La respuesta que produce el cerebro ante estos estímulos es lo que constituye nuestro comportamiento: cómo nos movemos, cómo hablamos, cómo nos relacionamos, cómo reaccionamos ante lo que ocurre a nuestro alrededor o cómo aprendemos.

La maduración de estas respuestas, de nuestro funcionamiento, depende de la maduración cerebral en el procesamiento de los estímulos. Y esta maduración cerebral a su vez, depende de la estimulación que ofrece el entorno. Esto es especialmente cierto en los primeros años de vida, de aquí la necesidad de asegurar un entorno rico en estímulos adecuados.”

Esto te cuento en mi libro “ESTIMULACIÓN TEMPRANA. CÓMO ACOMPAÑAR EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS”.

Libro de estimulación temprana
Libro de Estimulación Temprana

Si quieres aprender a enriquecer el entorno de un niño o de varios, ofreciendo la mejor estimulación para ellos, puedes hacerlo leyendo el libro:

Y si quisieras ir más allá, tienes la opción de formarte en el curso del mismo nombre: CURSO ONLINE DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA. CÓMO ACOMPAÑAR A LOS NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS:

Microbiota. Relación entre intestino y cerebro con Mar Alonso

Por Rosina Uriarte

Conocemos la relación entre el intestino y el cerebro de la mano de Mar Alonso, experta en microbiota.

“Toda enfermedad comienza en el intestino”. Éstas fueron las palabras de el padre de la medicina, Hipócrates.

Hoy, después de tantos años retomamos esta vieja sabiduría y nos hacemos conscientes de la importancia que tiene el intestino en el funcionamiento humano a todos los niveles.

Y por supuesto, de la influencia tan grande que tiene en el desarrollo de nuestros niños.

Cada día es más frecuente que escuchemos decir que nuestro intestino es nuestro “segundo cerebro”. Y es que resulta que el cerebro y el intestino están tan unidos y tan interrelacionados que no podemos separar el uno del otro. No podemos separar en estado en el cual se encuentra funcionando uno del estado en el cual se encuentra funcionando el otro.

Esto quiere decir que si hay inflamación a nivel intestinal es muy probable que también la haya a nivel cerebral.

Hasta hace poco se nos decía que era el cerebro el que enviaba información al intestino y que por esto, las personas que tenemos problemas intestinales, como pueda ser colon irritable por ejemplo, tenemos unas características intrínsecas a nuestra forma de ser como es el no gestionar bien el estrés, agobiarnos fácilmente, tener una tendencia a la frustración… Se nos decía también que la solución era que aprendiésemos a relajarnos, para que así mejorasen los dificultades intestinales…

Hoy, sin embargo, sabemos que la información no viaja solamente del cerebro al intestino, sino que la que va en sentido contrario, la que viaja del intestino al cerebro, ¡es 9 veces mayor!

Así que, es posible que si somos personas que no gestionamos bien el estrés y nos frustramos fácilmente esto puede deberse al estado en el cual se encuentran nuestro intestino.

Esto nos da a entender que, mejorando el estado de nuestro segundo cerebro, el llamado “sistema nervioso entérico”, podemos mejorar nuestro funcionamiento a nivel cerebral.

Y esto es válido para los niños, puede mejorar en su capacidad de prestar atención y de aprender si se trata su intestino y se mejora el estado en el cual se encuentra.

Realmente no es algo que debiera sorprendernos pues en los casos de mayores dificultades en el desarrollo infantil, como puedan ser los niños que están en el espectro autista, ocurre que la mayoría de ellos presentan manifestaciones a nivel intestinal como reflujo, diarreas, estreñimiento, intolerancias a alimentos, etcétera…

El intestino tiene el cometido de protegernos de lo que entra en nuestro organismo y absorber y servirse de lo positivo, eliminando lo negativo.

En esta labor, tan importante es la absorción de nutrientes como la eliminación de tóxicos.

Gran parte de nuestro sistema inmunológico se encuentran en el intestino (del 70 al 80%). Si éste no puede hacer su tarea de eliminar tóxicos del organismo, sino que tiene una inflamación tan grande y una porosidad que hace que esos tóxicos circulen por la sangre y lleguen al cerebro, entendemos que el estado del intestino puede afectar a cómo funcionamos a nivel cerebral.

Además de absorber nutrientes y de desechar tóxicos, el intestino cuenta con otras varias funciones, entre ellas la de fabricar gran parte de los neurotransmisores (sustancias químicas que que favorecen la comunicación entre las neuronas): hasta el 90% de la serotonina y el 20% de la dopamina.

La serotonina es el neurotransmisor cuyo déficit asociamos con la depresión, la dopamina con el déficit de atención. Y conociendo esto, no parece tener demasiado sentido que si queremos tratar estos trastornos (entre otros), nos centremos solamente en el funcionamiento del cerebro.

El intestino, al igual que otros órganos de nuestro cuerpo, está habitado por una gran cantidad de microorganismos, algunos de ellos patógenos, pero otros beneficiosos. Lo deseable es que esta “microbiota” esté sana, que exista equilibrio entre unos microorganismos y otros. Una microbiota sana se encuentra en una persona sana, sana a todos los niveles.

Mar Alonso, nuestra invitada experta en el programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ nos cuenta cómo influye la microbiota en el ser humano. Y cómo una gran mayoría de los niños con autismo, por ejemplo, tienen una microbiota dañada, suponiendo esto un intestino permeable y una intoxicación en todo su organismo. También nos habla de cómo trabaja ella con los niños para lograr retomar su salud intestinal y cómo muchos así, muestran grandes cambios en todas las áreas de su desarrollo y aprendizaje.

Si todo comienza en el intestino como decía Hipócrates, es ahí donde debemos actuar para que otros tratamientos y otros enfoques terapéuticos funcionen en las mejores de las condiciones y el niño pueda avanzar fácilmente hacia su recuperación y hacia un desarrollo pleno que le permita aprender y funcionar con facilidad.

Antes de su sesión en el programa MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ nos concede esta pequeña charla:

Infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ Cada mes contamos con un experto en desarrollo infantil invitado al programa, además de tener un completo contenido teórico y práctico sobre el desarrollo infantil y cómo apoyarlo desde diferentes técnicas de estimulación cerebral.

“¿Por qué tanto miedo a los tóxicos en los niños?”

¿Qué es el neurodesarrollo?

¿Qué es el neurodesarrollo?

Por si te has planteado o preguntado alguna vez qué es el neurodesarrollo, te cuento…

El neurodesarrollo es una ciencia que estudia y trabaja el desarrollo del ser humano, la “creación” de la persona.

El neurodesarrollo se enfoca muy especialmente en el desarrollo infantil, en la maduración de la persona en su infancia, pues es en los primeros años que el desarrollo de la persona se da y madura casi por completo.

El neurodesarrollo lleva el prefijo “neuro” porque no solamente contempla al niño, al joven o al adulto, “desde fuera” (observando su conducta y su aprendizaje), sino que lo contempla más bien “desde dentro”, ocupándose así de su cerebro.

Es el cerebro lo que realmente debemos conocer y trabajar.

El desarrollo del niño es el desarrollo de su cerebro.

En realidad es el cerebro el que habla, el que aprende a leer, el que escribe, el que presta atención, el que se relaciona con los demás… El cerebro es quien lo hace todo.

El cuerpo es lo que vemos desde fuera, pero es solamente un instrumento del cerebro. El instrumento que utiliza para hacerlo todo en la vida.

De aquí la importancia de que logremos todos, desde que somos muy pequeños, una excelente comunicación entre nuestro cerebro y el cuerpo.

El desarrollo comienza precisamente aquí: en fortalecer y hacer madurar las vías de comunicación entre el cuerpo y el cerebro, y entre el cerebro y el cuerpo.

Tanto es así, que podemos observar el grado de maduración del desarrollo de un niño con tan sólo observar cómo utiliza su cuerpo (cómo se mueve, cómo está quieto, el control que tiene del movimiento y de su postura, cómo utiliza sus manos, su boca o sus ojos…).

A través del cuerpo llegamos al cerebro.

Y es precisamente a través de trabajar con el cuerpo que podemos llegar al cerebro. Gracias al movimiento y a la estimulación sensorial es cómo se logra la maduración cerebral.

Es posible que esto nos sorprenda, pero sólo hemos de observar cómo actúa la naturaleza para darnos cuenta de que es así: el cerebro crece, se desarrolla y madura en los primeros años de vida. Lo hace muy especialmente durante la gestación y el primer año, luego también hasta los tres, para alargarse, ya de forma menos intensa, hasta los seis, cuando el 90% del crecimiento cerebral se ha cumplido ya.

Si a pesar de leer esto sigues con dudas al respecto… observa atentamente cómo crece la cabeza de un niño. Su tamaño por fuera te indicará el tamaño que ha adquirido su cerebro pues el cráneo crece porque lo hace el cerebro y para permitirle hacerlo. Y verás cómo el niño de seis años tiene ya una cabeza que supone el 90% del tamaño de la cabeza de un adulto.

La mayor parte del desarrollo se produce a edades tempranas.

Si el desarrollo se produce en su mayor medida antes de que el niño inicie primaria, tenemos que pensar que el aprendizaje cognitivo no es lo que sustenta este desarrollo. El crecimiento y la maduración cerebrales no dependen principalmente de las letras, los números, los colores o las formas geométricas (justo lo que nos empeñamos en trabajar cuando se observan dificultades de desarrollo en los niños). Sino que, la base del desarrollo y el crecimiento cerebrales dependen de las experiencias más tempranas del ser humano: aquellas que están íntimamente ligadas al movimiento y las sensaciones y experiencias del cuerpo.

Pues es de esto que se ocupa el neurodesarrollo. Se ocupa del desarrollo de los niños (también puede trabajar con el desarrollo de jóvenes o adultos como ya dijimos, pero nos vamos a centrar en los niños de momento…). Y decir “desarrollo de un niño”, como hemos visto, es lo mismo que decir “desarrollo de su cerebro”.

Desarrollo infantil = Desarrollo cerebral

El neurodesarrollo nos da a conocer el desarrollo infantil, el desarrollo cerebral.

El neurodesarrollo nos da a conocer este desarrollo para que podamos así acompañar a todos los niños a través del mismo. Asegurándonos de que se cumpla plenamente y trabajando desde la prevención para evitar que puedan quedar lagunas o fallos que después se manifiesten en la forma de dificultades de aprendizaje en la escuela, de controlar su comportamiento o relacionarse con sus iguales.

El neurodesarrollo nos enseña cómo reforzar el desarrollo cuando, por las razones que sean, no se esté cumpliendo como sería de desear. Dando así a los niños una segunda oportunidad de madurar.

Con todo lo dicho hasta ahora, es posible que se comprenda mejor que el neurodesarrollo se centra en la base misma del desarrollo del ser humano, no se queda en la superficie (en lo que es visible). No se queda en los síntomas, sino que busca las causas de las dificultades que muestran los niños.

El neurodesarrollo no se ocupa de los síntomas, sino de las causas que los crean.

Por esto, el neurodesarrollo no propone poner de pie al niño que no camina, insistir en la lectura con el niño al que le cuesta leer, no se queda en trabajar el lenguaje en el que no habla, no entrena al niño con déficit de atención a prestar atención…

El neurodesarrollo nos hace ver que los niños que no han alcanzado una meta a la cual deseamos que lleguen es porque no cuentan con los requisitos previos para poder llegar.

El niño que tiene dificultades para leer, no necesita leer más y más hasta sentirse agotado, tremendamente frustrado y posiblemente, derrotado… llegando a sentir aversión por la lectura. Lo que realmente necesita es lograr alcanzar la maduración en su desarrollo que le permita disponer de las herramientas necesarias para lograr aprender a leer sin sobreesfuerzo, tal como hacen sus compañeros.

El neurodesarrollo no trabaja los síntomas de lo que vemos que falla en los niños, sino que busca la raíza de los problemas para trabajar justo ahí.

Pues solamente atacando la raíz de las dificultades es que podemos logra que éstas desaparezcan. Esto no es posible si nos limitamos a trabajar solamente los síntomas.

Al igual que erradicar la fiebre con un antipirético no solucionará la infección que la ha causado. La fiebre es una manifestación, un signo que nos muestra un problema de fondo, una causa, que es la que hemos de atender.

El neurodesarrollo supone una nueva forma de mirar a los niños. De observarlos para conocer lo que está realmente ocurriendo detrás de los signos que nos muestran y nos preocupan.

El neurodesarrollo nos ayuda a conocer realmente en qué consiste y cómo se produce el desarrollo infantil. Para no quedarnos solamente en lo superficial, en lo que vemos, para no seguir trabajando el síntoma con tratamientos largos e ineficaces.

El neurodesarrollo trabaja justo ahí: donde se produce el desarrollo, la maduración que permite al niño avanzar con éxito por todas las etapas y exigencias en su aprendizaje.

El neurodesarrollo trabaja justo ahí: donde se producen los fallos en el desarrollo, en la maduración que impiden que el niño pueda avanzar con éxito por todas las etapas y exigencias en su aprendizaje.

El neurodesarrollo trabaja en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

Trabaja el desarrollo cerebral a través del cuerpo y de la comunicación que existe entre ambos.

Sólo existe una manera de llegar, de estimular nuestro cerebro en su base, en las áreas donde se produce el desarrollo de base de la persona. Y no es a través de la lectura, la escritura, de las matemáticas o de la modificación de la conducta…

La única manera de llegar a áreas cerebrales que se ocupan de darnos las herramientas que necesitamos para aprender y funcionar en la vida, es a través del cuerpo con la estimulación sensorial y del movimiento.

Si te quedas en el trabajo sintomático insistiendo en lo que el niño no puede hacer, convencida de que le “enseñarás” a hacerlo, es posible que tengas éxito en tu empeño. Pero si existen fallos de base en el desarrollo de ese niño, no lograrás solucionar el problema y para lograr tus objetivos estarás en el camino más largo y con resultados más pobres. Digamos que estarías trabajando en la punta del iceberg, la única parte que es visible del mismo, cuando los fallos están debajo del agua, en la parte que no vemos. O bajas buceando hacia donde se hallan las dificultades, o no lograrás cambios reales… sólo poner parches provisionales.

Por poner otro símil, podríamos decir que es como si una casa se tambaleara y nos empeñáramos en trabajar en el tejado y en pintarla para dejarla bonita… cuando lo que realmente necesita es que bajemos a los cimientos a rellenar las grietas para así darle la fortaleza y seguridad que necesitará para siempre. Entonces es cuando podremos pintarla y ponerle las cortinas más bonitas, sabiendo que será una casa estable y no se volverá a tambalear.

“Bajar a rellenar las grietas de los cimientos” en nuestro cerebro supone enviarle estimulación sensorial y de movimiento. Con este tipo de trabajo utilizando el cuerpo, lograremos la maduración de las áreas cerebrales que darán a los niños las herramientas, los requisitos previos, que puedan necesitar para lo que queremos que logren en su conducta y aprendizaje.

El neurodesarrollo busca una maduración que repercuta en todas las áreas y sea para toda la vida.

Al madurar áreas cerebrales más primitivas, tendrán la oportunidad de madurar todas las áreas que están encima. No ocurre al revés, el cerebro no madura de arriba hacia abajo. Igual que no podemos construir una casa empezando por el tejado. Es simplemente imposible.

Podríamos decir que el neurodesarrollo no trabaja en el tejado, cosa que sí hacen los métodos convencionales. Trabaja en los cimientos para que el resto de la construcción se produzca en las mejores de las condiciones.

El neurodesarrollo busca así trabajar en la base del desarrollo, en la raíz de las dificultades buscando lograr resultados definitivos, dejando de poner parches. Alcanzando así una maduración para toda la vida.

Si te apetece, puedes escucharme contarte todo esto en el siguiente vídeo:

Fórmate en neurodesarrollo para que puedas tú también trabajar en la raíz de los problemas y no solamente en los síntomas. Para que puedas lograr resultados definitivos en tu trabajo con los niños.

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