¿Qué nos dicen los taxistas de Londres de la plasticidad cerebral?🤔

Los taxistas de Londres… ¿Habías oído que tuvieran algo que ver con nuestro cerebro?
Bueno, lo evidente es que ellos también tienen uno. Pero su particularidad es que ha sido estudiado en un interesante experimento…

Seguro que has escuchado muchas veces decir que los primeros años de vida son incomparables a todos los posteriores en cuanto a crecimiento y desarrollo cerebrales. Esto es verdad. No existe un cerebro tan plástico, tan moldeable y creciendo a toda velocidad como el cerebro de un niño o niña pequeños.

Y es por esto que insistimos tanto en cuidar de los primeros años de vida para ofrecer a los niños las mejores experiencias, los mejores estímulos, sabiendo que serán éstos los que literalmente “cablearán” su cerebro.

Esto genera a veces presión y prisa por aprovechar al máximo esta etapa temprana y muchos padres y profesionales viven con el miedo de que “ya sea demasiado tarde” para estimular a los niños cuando han alcanzado cierta edad.

Bueno, pues aquí es donde entran los taxistas de Londres, a demostrarnos que nunca es “demasiado tarde”.

¿No es una maravillosa noticia? 

Mira este vídeo donde te lo cuento todo:

¿Qué te ha parecido? Espero que te haya resultado interesante este experimento, y más aún las conclusiones del mismo porque nos afectan a todos nosotros. Da tranquilidad saber que podemos trabajar por lograr la maduración cerebral a cualquier edad.

Y de ello se ocupa, como bien sabes, el neurodesarrollo.

Y seguro que sabes también que yo estoy aquí deseando hablarte de neurodesarrollo y hacer lo posible para que lo conozcas más y mejor, para que puedas utilizarlo en tu trabajo con los niños y éstos puedan beneficiarse de ello logrando vencer muchas de sus dificultades.

De verdad que no hay una labor más bonita y satisfactoria.

Si quieres conocer mejor el neurodesarrollo y formarte para poderlo aplicar, agenda una sesión conmigo y hablamos de todo ello. Sólo tienes que hacer clic en el botón:

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La importancia de la estimulación temprana en el desarrollo del cerebro infantil

La información que recibe el cerebro es lo que lo alimenta, lo hace crecer y madurar. La información que llega al cerebro es siempre sensorial, como lo es la estimulación. De la estimulación recibida en tempranas edades depende el desarrollo cerebral.

¿Sabes cuál es el momento de máximo desarrollo cerebral del ser humano?

¿Sabes que el cerebro se desarrolla gracias a la información que recibe de todo lo que ocurre a su alrededor y de todas las experiencias que vive?

¿Sabes que los adultos que convivimos, cuidamos y educamos a niños pequeños tenemos una gran responsabilidad en su desarrollo cerebral?

Sigue leyendo y te lo cuento…

El máximo desarrollo del cerebro se produce en los primeros años de vida.

Solamente tenemos que observar la evolución del tamaño de la cabeza de nuestros niños para darnos cuenta de ello. La cabecita del recién nacido tiene el 25% del tamaño de la cabeza de un adulto. A los 6 años, la cabeza ya supone el 90%. Teniendo en cuenta que el cráneo crece porque crece el cerebro y ha de proporcionarle el espacio necesario, podemos ver desde fuera cómo crece el cerebro dentro.

El cerebro crece gracias a la información que recibe.

El cerebro necesita oxígeno y nutrientes, pero su principal “alimento” es la información que le llega constantemente. Ésta entra al cerebro desde el cuerpo, a través de los sentidos.

Todo lo que sienten los niños, todo lo que perciben del entorno que les rodea, todo lo que experimentan con su cuerpo y el movimiento… creará nuevas conexiones entre neuronas. Y si las mismas conexiones se repiten una y otra vez, se convertirán en circuitos neuronales que darán lugar a estructuras cerebrales. Creciendo así el cerebro físicamente.

La estimulación recibida a tempranas edades moldea y cablea el cerebro.

“Estimular” significa ofrecer información a través de los sentidos (recordemos que la estimulación es siempre sensorial).

Y “temprana” supone que lo hacemos en los primeros años de vida, los primeros 6 concretamente.

Justo esos son los años en los que se produce el mayor desarrollo del ser humano, esto quiere decir: el mayor desarrollo del cerebro (hasta el 90%, tal como vimos).

De aquí la importancia de la estimulación temprana en el desarrollo del cerebro infantil.

Dado que el cerebro se alimenta, crece y madura gracias a la información que recibe hemos de tener un especial cuidado de brindar a los niños la mejor información posible.

Por “estimulación temprana” puede considerarse cualquier dato, actividad o experiencia que ofrezcamos a los niños menores de 6 años.

Sin embargo, para que se incluya en lo que entendemos realmente por “estimulación temprana”, esos datos, actividades o experiencias deben ser de calidad y suponer tiempo de calidad con los niños. Momentos de calidad excelente que se manifiesten con el disfrute de los niños y también de los adultos que los acompañamos.

La estimulación temprana significa pasar tiempo de calidad con los niños sabiendo que con lo que hacemos estamos favoreciendo su desarrollo, su desarrollo cerebral, y por lo tanto, su desempeño en todas las áreas del ser humano.

La estimulación temprana tiene como principal objetivo el desarrollo infantil. Y el desarrollo de los niños es igual al desarrollo de sus cerebros.

Cómo aprender a aplicar la mejor estimulación temprana.

Aprende sobre estimulación temprana, aprende a aplicar técnicas y actividades que gusten a los niños, (y que nos gusten a los adultos), pero que además tengas la seguridad de que están potenciando su desarrollo cerebral.

Estarás haciéndoles un regalo irrepetible. Un regalo que en ningún otro momento de la vida podrás brindarles.

Aprende a pasar ese tiempo de calidad con tus niños sabiendo que estás incidiendo en su desarrollo cerebral de la mejor de las maneras y por lo tanto, estás incidiendo en la personita en la cual llegará a ser.

No hay otro momento mejor para hacer esta labor que los primeros años de vida. Años que debemos aprovechar. Años dorados. Años preciosos que no volverán.

Aprende sobre estimulación temprana con mi libro “Estimulación Temprana. Cómo acompañar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años”. En él he volcado toda mi experiencia y mi cariño por esta maravillosa labor con los más pequeños.

Niño con libro de estimulación temprana

Y, si quieres ir más allá en tu aprendizaje de cómo aplicar la estimulación temprana, cuentas también con el curso online “Estimulación Temprana. Cómo acompañar el desarrollo de los niños de 0 a 6 años” en la editorial Psimática.

Acompaña a tu hijo o hija en su aprendizaje👩‍👧

Aprendizaje, acompaña a tu hij@ hacia las metas de su aprendizaje

El aprendizaje escolar requiere de que los niñ@s hayan adquirido determinados requisitos previos. Acompañémosles en el recorrido hacia la meta del aprendizaje.

¿Quieres que tu hij@ o tu alumn@ aprenda a leer aprenda a escribir, desarrolle el lenguaje…?

Por supuesto que sí! Eso lo queremos todos, ¿verdad?

A raíz de mi anterior email y vídeo, te escribo de nuevo para reflexionar sobre la necesidad de dar a los niñ@s las herramientas que necesitan su aprendizaje.

La naturaleza es inteligente y ha diseñado para nosotros un cerebro que adquiere primero las herramientas precisas para después poderlas utilizar para aprender cualquier cosa que necesite.

Cuando un niño o una niña no aprende como esperamos que lo haga, es muy probable que sea porque no cuente con las herramientas para hacerlo.

Esas herramientas no se logran haciendo más de lo que no podemos hacer… Por esto no resulta lo más lógico ni lo más eficaz quedarnos ahí, insistiendo en la meta a la cual aún no ha llegado.

Lo preferible será acompañar al niñ@ en el recorrido hacia la meta para que pueda llegar a ella con facilidad porque ya cuenta con todos los requisitos previos para llegar.

Así, habríamos de plantearnos qué es lo que hace un niñ@ antes de desarrollar el lenguaje, antes de aprender a leer, antes de aprender a escribir, antes de poder estar sentadito y controlar el movimiento prestando atención en clase…

Las respuestas nos indicarán cuáles son esos requisitos que necesita para llegar a estas metas.

Y retrocediendo en el desarrollo para reforzarlo, volveremos al lugar desde el que partimos siempre y del que me habréis leído y oído hablar ya muchas veces (espero no resultar pesada)… Bueno, seguro que sabes a qué me refiero: ¡al cuerpo!

Sí, eso es: el cuerpo y todas las experiencias con el mismo y con el movimiento.

Toda la información que entra al cerebro lo hace por el cuerpo.

Y esta información es la que desarrolla el cerebro y lo hace crecer y madurar.

Para trabajar y dar a un niñ@ las herramientas previas a su aprendizaje hemos de remontarnos a etapas muy tempranas del desarrollo del ser humano.

Justo esas etapas durante las cuales el cerebro se está cableando, está desarrollándose, creciendo y creando esas herramientas.

Será un trabajo de base, con experiencias sensoriales, especialmente las que conectan el cuerpo con el cerebro y el cerebro con el cuerpo.

Así trabajamos con sensaciones corporales a través de los estímulos táctil y propioceptivo, lo cual favorecerá que los niñ@s “se sientan”, estén más conectados con ellos mismos y con lo que les rodea, que estén en el “aquí”y “ahora” para prestar atención y aprender.

Trabajamos con la estimulación vestibular a través del movimiento.

Y con patrones de movimiento que llevarán al control del movimiento y por lo tanto, a la capacidad de estar quieto. Esto también favorecerá la capacidad de prestar atención y aprender.

Bueno… Esto es sólo una pequeña pincelada de todo lo que puede lograrse con el trabajo de base, en la base del desarrollo.

Teniendo una buena base es como los niñ@s podrán enfrentarse si dificultades a cualquier reto en su aprendizaje y en la vida.

He preparado este nuevo vídeo para contártelo (pido disculpas por fallos en la edición que afectan a la calidad):

Ya sabes que puedo ofrecerte varias opciones de formación, desde la más sencilla a la más completa de modo que tú también aprendas a trabajar en la base del desarrollo de los niñ@s, facilitándoles que adquieran las herramientas necesarias para aprender con facilidad.

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“LA CLAVE EN EL DESARROLLO INFANTIL: LA CONEXIÓN CEREBRO-CUERPO, CUERPO-CEREBRO”

¿Trabajas su aprendizaje abandonando su desarrollo?😦

Si trabajas su aprendizaje, no estarás trabajando su desarrollo de base.

¿Si el desarrollo de los niños depende de realizar conexiones entre su cuerpo y su cerebro, su cerebro y su cuerpo… si depende del crecimiento y maduración de áreas de base en nuestro cerebro y estas áreas crecen y maduran gracias a las experiencias con el cuerpo y el movimiento… entonces… QUÉ HACEMOS APILANDO BLOQUES, HACIENDO PUZZLES, APRENDIENDO LOS COLORES, LAS LETRAS O LOS NÚMEROS?

BUENA PREGUNTA…

Me la hacen a menudo los padres y profesionales que trabajan con niños con dificultades cuando conocen el neurodesarrollo y comienzan a darse cuenta de lo que realmente supone el desarrollo del ser humano.

El aprendizaje de las palabras, la lectura, la escritura, los colores, las formas geométricas … depende de que el niño haya alcanzado un buen desarrollo cerebral.

Igual que el poder controlar su conducta, su movimiento, sus impulsos, cómo se relaciona con los demás, cómo reacciona ante situaciones diversas … también depende del grado de maduración alcanzado.

Y por “maduración” no hemos de entender algo que llega simplemente con el tiempo, no.

El tiempo es un factor importante, pero no es suficiente para lograr ni la maduración ni el crecimiento de ningún ser vivo. El tiempo por sí solo no logra una maduración, sino que el cerebro, como cualquier ser vivo, necesita de nutrientes, necesita estar bien alimentado para lograr crecer madurar y desarrollarse.

En el caso del cerebro, la principal alimentación llega a través de los sentidos. El cerebro crece y se desarrolla con la estimulación que recibe de su entorno: esto supone cada vivencia, cada sensación, cada cosa que el niño ve, que escucha, que toca, que experimenta… cada vez que se mueve o siente su cuerpo está conectándose con su cerebro y está haciéndolo madurar.

Esta maduración y desarrollo será lo que permita a los niños contar con las herramientas necesarias para poder aprender y poder controlar su conducta.

Por esto cuando un niño o una niña no logra aprender como los demás o no alcanza alguno de los hitos como sería de esperar para su edad, hemos de pensar que algo está fallando en su desarrollo.

Debemos pensar que no cuenta con las herramientas, con los requisitos necesarios para poder alcanzar ese hito del aprendizaje o del desarrollo.

Los niños no se comportan y no aprenden “como quieren”, sino que lo hacen “como pueden”. Y si no lo hacen “mejor” o como esperamos que lo hagan, es porque no cuentan aún con lo que necesitan para poder aprender y comportarse como lo hacen el resto de sus compañeros.

Entonces, si no se ha completado el desarrollo y la maduración cerebral de estos niños, habremos de trabajar justo ahí: ofreciendo al cerebro los estímulos que necesita y que la naturaleza diseñó como óptimos para lograr la maduración cerebral y completar el desarrollo.

Y estos estímulos NO son trabajar con las palabras, los colores, las formas, los números…

El cerebro del ser humano no se desarrolla sentado a una mesa y haciendo un trabajo con fichas, con puzzles, con bloques para apilar.

El cerebro del ser humano necesita de otro tipo de estimulación mucho más “básica” para desarrollar esas áreas “de base” sobre las cuales se construye el aprendizaje y el control de la conducta.

Cuando los niños cuentan con bases bien fuertes y estables todo lo demás se producirá de una manera fluida y sin dificultades.

Si tu hijo o tu hija, tus alumnos o los niños con los que trabajas, tienen dificultades en su aprendizaje y/o su conducta, es muy probable que se deba a fallos en su desarrollo, a un desarrollo no completado.

Trabaja ahí: en el desarrollo. Y no te centres exclusivamente en su aprendizaje. No te quedes en “enseñarle” cosas, estimula su cerebro.

Porque el aprendizaje y la conducta dependen del desarrollo, pero ¡esto NO ocurre al revés!

Si estás trabajando sentado a una mesa con tu hijo, piensa que no estás trabajando su desarrollo, no su desarrollo de base.

Trabaja con su cuerpo y con el movimiento y entonces sabrás que le estarás dando las herramientas que necesitará para aprender, para desarrollar el lenguaje, para poder leer, escribir, comprender las matemáticas, para tener un mayor control de su conducta, de sus emociones y de cómo se relaciona con los demás.

Pero no cualquier movimiento o cualquier trabajo con el cuerpo es el adecuado, sino que habremos de llevar a cabo el trabajo corporal y de movimiento que el cerebro necesita para lograr un buen cableado de esas áreas de base sobre las cuales se sustenta todo el desarrollo y el aprendizaje de la persona.

Si quieres conocer cuál es esta forma de trabajar con el cuerpo y el movimiento, infórmate sobre el neurodesarrollo. Puedes conocer en qué consiste viendo mi masterclass gratuita. Por verla te llevarás un regalo en forma de pdf con juegos de estimulación táctil y vestibular. Espero que te guste. Sólo tienes que hacer clic en el botón para inscribirte:

https://www.youtube.com/watch?v=3caR1Zik6bc

¿QUÉ ES EL NEURODESARROLLO?

El NEURODESARROLLO es para ti 💗

El neurodesarrollo es para ti. Tú puedes conocer cómo pasar tiempo de calidad con los niños mientras estimulas su cerebro y los ayudas a alcanzar su pleno potencial gracias a un buen desarrollo.

Autismo, déficit de atención, retraso madurativo… cada día son más los niños que nos necesitan para ayudarles a salir de sus dificultades y funcionar de la manera que sería la esperada para los niños de su edad.

Los adultos, tanto profesionales como padres, nos sentimos muchas veces frustrados y sin saber qué hacer realmente para ayudarles.

Las terapias y metodologías convencionales se centran exclusivamente en los síntomas que vemos, tratando solamente lo que es superficial. No tocan el problema de fondo que está causando las manifestaciones que muestran los niños y que hacen que tengan dificultades en su aprendizaje y en el control de sus emociones y su conducta.

Los métodos que normalmente se utilizan se enfocan demasiado en el aprendizaje de los niños (las palabras, las letras, la lectura, la escritura, los números y las matemáticas, los colores, las formas… el apilar bloques, hacer puzzles…). Sin embargo, los fallos que hacen que surjan dificultades no suelen ser fallos en el aprendizaje, sino en el desarrollo.

El desarrollo de los niños equivale a su desarrollo cerebral. Por lo que, será el funcionamiento cerebral lo que determine cómo funcionan los niños.

Y el desarrollo de los niños, el desarrollo del ser humano, no depende del aprendizaje solamente, no depende del aprendizaje académico… El desarrollo se da gracias a procesos mucho más profundos, previos al aprendizaje cognitivo.

Si un niño tiene problemas para aprender o controlar su conducta, no tenemos que dedicarnos solamente a “enseñarle” o “entrenarle” a funcionar de otra manera. Lo que es nuestra responsabilidad como adultos que trabajamos y convivimos con los niños es hacer que logren un buen desarrollo para así contar con las herramientas que necesitarán para funcionar en su aprendizaje y su conducta.

Reforzar y completar el desarrollo pasa por dar a los niños, a su cerebro, lo que necesita realmente para madurar.

Y para llegar al cerebro solamente hay una manera: haciéndolo a través del cuerpo.

Esto es lo que trabaja el neurodesarrollo.

Tú puedes también conocer cómo pasar tiempo de calidad con los niños mientras estimulas su cerebro y los ayudas a alcanzar su pleno potencial gracias a un buen desarrollo.

Tú puedes favorecer que aprender y controlar las emociones o la conducta sea más fácil para todos ellos.

El neurodesarrollo es para ti

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La clave en el desarrollo infantil: conexión cerebro-cuerpo, cuerpo-cerebro

¿Aún sigues trabajando exclusivamente con actividades cognitivas y conductuales?
¡Mejor trabaja con el cuerpo!

A muchas personas les resulta sorprendente que trabajemos con el cuerpo en el neurodesarrollo. Y siguen estancadas insistiendo en aprendizajes como los colores, las formas geométricas, las letras, los números, las palabras… Todo esto está bien, pero son, como decía, aprendizajes.
NO es un trabajo dirigido al desarrollo de los niños.

Los síntomas que muestran nuestros niños son fruto de fallos en su desarrollo, en su maduración cerebral.

Por ello, solamente hay una manera de dirigirnos a los fallos para repararlos: trabajando el desarrollo de los niños desde la base del mismo. ¡NO trabajando su aprendizaje!

El aprendizaje llegará sin esfuerzo cuando el desarrollo se haya completado y el niño cuente con las herramientas que necesita para aprender.

Nuestra labor ha de ser el darle esas herramientas. Y la manera NO es insistiendo en lo que el niño no puede hacer, le resulta difícil o, simplemente: enseñándole cosas.

El desarrollo NO se trabaja “enseñando” al niño nada. NO se trabaja “entrenándole” a hacer lo que le cuesta.

Entonces, ¿CÓMO? ¿Cómo se trabaja el desarrollo infantil?

Pues… el desarrollo comienza por y depende de una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, entre el cuerpo y el cerebro.

Para que el cerebro pueda desarrollar las funciones que el niño necesita para aprender y controlar su conducta, habrá de lograr primero esa buena relación con el cuerpo gracias a las experiencias corporales, gracias a la información que llega a través de la estimulación de los sentidos y del movimiento.

Un cuerpo desconectado del cerebro no es funcional, igual que un cerebro desconectado del cuerpo tampoco lo es.

Esto puede sorprenderte, pero la conexión de la que te hablo no se da porque sí, no nace con el niño, sino que éste la va creando gracias a ir completando su desarrollo en las etapas más tempranas de la vida.

Si todo desarrollo comienza por esto por esta relación entre el cuerpo y el cerebro, el cerebro y el cuerpo… y si el desarrollo no se ha completado como sería de desear, trabajar fuera de esta conexión es seguir camino más largo, difícil e infructuoso.

Existe un momento en la vida para lograr de forma natural una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, el cuerpo y el cerebro. Y existen unas experiencias concretas que se producen en ese momento y que son las que hemos de retomar después para fortalecerla.

En este vídeo te lo cuento “más bonito”:

Si quieres aprender a trabajar en la base del desarrollo infantil tal como te vengo contando, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS. Podría ser justo lo que estás buscando.

Si te apetece que hablemos de la formación, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos:

👶📱 Las pantallas en el desarrollo infantil

¿Te has fijado alguna vez en cuantos niños van por la calle en su sillitas y con un móvil en la mano?

Bebé con teléfono móvil.

Van absortos en lo que ocurre en la pantalla en lugar de mirar el mundo que lo rodea, las casas, los árboles, los perros, las personas… 

Es un problema serio al que nos estamos enfrentando por el efecto de las pantallas en el desarrollo infantil: niños muy conectados con una pantalla y desconectados del mundo, desconectados de la vida…

A las aulas de infantil llegan cada día más niños con dificultades de lenguaje, para relacionarse, para seguir normas y adaptarse a las actividades del grupo, para prestar atención… Niños inmaduros que parecen haberse quedado atrás en su desarrollo.

No son las pantallas  la única causa del incremento de las dificultades y del pobre desarrollo de los niños, hay otros factores que inciden en esto. Pero la exposición temprana y la sobreexposición a las pantallas tiene mucho que ver en todo ello.

Así ocurre que desde el neurodesarrollo nos vemos en la necesidad de trabajar con niños muy poco estimulados, que han tenido una pobre relación con otros, cuyo desarrollo motriz no ha sido óptimo, niños que no saben controlar sus impulsos, sus arranques emocionales, niños que no saben esperar o guardar su turno, seguir unas sencillas normas en el grupo… Niños con dificultades para comunicarse y para aprender…

Si los primeros años de vida son una etapa “sensomotriz” en la cual el desarrollo y el crecimiento del cerebro se produce gracias a los estímulos y experiencias sensoriales y motrices, la exposición a una pantalla que impide al niño moverse, relacionarse, explorar y experimentar en el mundo, no puede ser más que perjudicial.

A continuación te dejo este vídeo por si te apetece verlo:

Cuidemos del desarrollo de nuestros pequeños, es lo más valioso que tenemos como sociedad, y mucho más lo es para quienes somos padres y/o trabajamos con niños.

Si te apetece conocer más sobre el desarrollo infantil y formarte en neurodesarrollo, ya sabes, sólo tienes que hacer clic aquí debajo para que nos veamos en directo online y te cuente todo lo que necesites saber.

“LA PANDEMIA Y EL NEURODESARROLLO”

Estimular a través de los sentidos

“Estimular significa ofrecer nuevas sensaciones, aportar información sensorial (que entra a través de los sentidos).

Los sentidos

Es gracias a los sentidos que el cerebro obtiene información sobre lo que ocurre fuera y dentro del cuerpo. Junto a los cinco sentidos externos que todos conocemos, existen también sentidos internos que posibilitan que el cerebro sea conocedor en cada momento del estado del cuerpo: cómo nos sentimos, en qué postura estamos, dónde está cada parte de nuestro cuerpo, qué movimientos tenemos que realizar para llevar a cabo una acción, cuánta fuerza necesitaremos ejercer y qué movimientos o fuerza estamos realizando en cada momento.

Funcionamiento del cerebro
Así funciona el cerebro

La estimulación sensorial se produce constantemente, aunque somos conscientes tan sólo de una pequeña parte de todos los estímulos que nos llegan. Es absolutamente necesaria para el desarrollo y la maduración cerebrales pues es la que posibilita que exista actividad en nuestro cerebro.

La respuesta que produce el cerebro ante estos estímulos es lo que constituye nuestro comportamiento: cómo nos movemos, cómo hablamos, cómo nos relacionamos, cómo reaccionamos ante lo que ocurre a nuestro alrededor o cómo aprendemos.

La maduración de estas respuestas, de nuestro funcionamiento, depende de la maduración cerebral en el procesamiento de los estímulos. Y esta maduración cerebral a su vez, depende de la estimulación que ofrece el entorno. Esto es especialmente cierto en los primeros años de vida, de aquí la necesidad de asegurar un entorno rico en estímulos adecuados.”

Esto te cuento en mi libro “ESTIMULACIÓN TEMPRANA. CÓMO ACOMPAÑAR EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS”.

Libro de estimulación temprana
Libro de Estimulación Temprana

Si quieres aprender a enriquecer el entorno de un niño o de varios, ofreciendo la mejor estimulación para ellos, puedes hacerlo leyendo el libro:

Y si quisieras ir más allá, tienes la opción de formarte en el curso del mismo nombre: CURSO ONLINE DE ESTIMULACIÓN TEMPRANA. CÓMO ACOMPAÑAR A LOS NIÑOS DE 0 A 6 AÑOS:

¿Qué es el neurodesarrollo?

¿Qué es el neurodesarrollo?

Por si te has planteado o preguntado alguna vez qué es el neurodesarrollo, te cuento…

El neurodesarrollo es una ciencia que estudia y trabaja el desarrollo del ser humano, la “creación” de la persona.

El neurodesarrollo se enfoca muy especialmente en el desarrollo infantil, en la maduración de la persona en su infancia, pues es en los primeros años que el desarrollo de la persona se da y madura casi por completo.

El neurodesarrollo lleva el prefijo “neuro” porque no solamente contempla al niño, al joven o al adulto, “desde fuera” (observando su conducta y su aprendizaje), sino que lo contempla más bien “desde dentro”, ocupándose así de su cerebro.

Es el cerebro lo que realmente debemos conocer y trabajar.

El desarrollo del niño es el desarrollo de su cerebro.

En realidad es el cerebro el que habla, el que aprende a leer, el que escribe, el que presta atención, el que se relaciona con los demás… El cerebro es quien lo hace todo.

El cuerpo es lo que vemos desde fuera, pero es solamente un instrumento del cerebro. El instrumento que utiliza para hacerlo todo en la vida.

De aquí la importancia de que logremos todos, desde que somos muy pequeños, una excelente comunicación entre nuestro cerebro y el cuerpo.

El desarrollo comienza precisamente aquí: en fortalecer y hacer madurar las vías de comunicación entre el cuerpo y el cerebro, y entre el cerebro y el cuerpo.

Tanto es así, que podemos observar el grado de maduración del desarrollo de un niño con tan sólo observar cómo utiliza su cuerpo (cómo se mueve, cómo está quieto, el control que tiene del movimiento y de su postura, cómo utiliza sus manos, su boca o sus ojos…).

A través del cuerpo llegamos al cerebro.

Y es precisamente a través de trabajar con el cuerpo que podemos llegar al cerebro. Gracias al movimiento y a la estimulación sensorial es cómo se logra la maduración cerebral.

Es posible que esto nos sorprenda, pero sólo hemos de observar cómo actúa la naturaleza para darnos cuenta de que es así: el cerebro crece, se desarrolla y madura en los primeros años de vida. Lo hace muy especialmente durante la gestación y el primer año, luego también hasta los tres, para alargarse, ya de forma menos intensa, hasta los seis, cuando el 90% del crecimiento cerebral se ha cumplido ya.

Si a pesar de leer esto sigues con dudas al respecto… observa atentamente cómo crece la cabeza de un niño. Su tamaño por fuera te indicará el tamaño que ha adquirido su cerebro pues el cráneo crece porque lo hace el cerebro y para permitirle hacerlo. Y verás cómo el niño de seis años tiene ya una cabeza que supone el 90% del tamaño de la cabeza de un adulto.

La mayor parte del desarrollo se produce a edades tempranas.

Si el desarrollo se produce en su mayor medida antes de que el niño inicie primaria, tenemos que pensar que el aprendizaje cognitivo no es lo que sustenta este desarrollo. El crecimiento y la maduración cerebrales no dependen principalmente de las letras, los números, los colores o las formas geométricas (justo lo que nos empeñamos en trabajar cuando se observan dificultades de desarrollo en los niños). Sino que, la base del desarrollo y el crecimiento cerebrales dependen de las experiencias más tempranas del ser humano: aquellas que están íntimamente ligadas al movimiento y las sensaciones y experiencias del cuerpo.

Pues es de esto que se ocupa el neurodesarrollo. Se ocupa del desarrollo de los niños (también puede trabajar con el desarrollo de jóvenes o adultos como ya dijimos, pero nos vamos a centrar en los niños de momento…). Y decir “desarrollo de un niño”, como hemos visto, es lo mismo que decir “desarrollo de su cerebro”.

Desarrollo infantil = Desarrollo cerebral

El neurodesarrollo nos da a conocer el desarrollo infantil, el desarrollo cerebral.

El neurodesarrollo nos da a conocer este desarrollo para que podamos así acompañar a todos los niños a través del mismo. Asegurándonos de que se cumpla plenamente y trabajando desde la prevención para evitar que puedan quedar lagunas o fallos que después se manifiesten en la forma de dificultades de aprendizaje en la escuela, de controlar su comportamiento o relacionarse con sus iguales.

El neurodesarrollo nos enseña cómo reforzar el desarrollo cuando, por las razones que sean, no se esté cumpliendo como sería de desear. Dando así a los niños una segunda oportunidad de madurar.

Con todo lo dicho hasta ahora, es posible que se comprenda mejor que el neurodesarrollo se centra en la base misma del desarrollo del ser humano, no se queda en la superficie (en lo que es visible). No se queda en los síntomas, sino que busca las causas de las dificultades que muestran los niños.

El neurodesarrollo no se ocupa de los síntomas, sino de las causas que los crean.

Por esto, el neurodesarrollo no propone poner de pie al niño que no camina, insistir en la lectura con el niño al que le cuesta leer, no se queda en trabajar el lenguaje en el que no habla, no entrena al niño con déficit de atención a prestar atención…

El neurodesarrollo nos hace ver que los niños que no han alcanzado una meta a la cual deseamos que lleguen es porque no cuentan con los requisitos previos para poder llegar.

El niño que tiene dificultades para leer, no necesita leer más y más hasta sentirse agotado, tremendamente frustrado y posiblemente, derrotado… llegando a sentir aversión por la lectura. Lo que realmente necesita es lograr alcanzar la maduración en su desarrollo que le permita disponer de las herramientas necesarias para lograr aprender a leer sin sobreesfuerzo, tal como hacen sus compañeros.

El neurodesarrollo no trabaja los síntomas de lo que vemos que falla en los niños, sino que busca la raíza de los problemas para trabajar justo ahí.

Pues solamente atacando la raíz de las dificultades es que podemos logra que éstas desaparezcan. Esto no es posible si nos limitamos a trabajar solamente los síntomas.

Al igual que erradicar la fiebre con un antipirético no solucionará la infección que la ha causado. La fiebre es una manifestación, un signo que nos muestra un problema de fondo, una causa, que es la que hemos de atender.

El neurodesarrollo supone una nueva forma de mirar a los niños. De observarlos para conocer lo que está realmente ocurriendo detrás de los signos que nos muestran y nos preocupan.

El neurodesarrollo nos ayuda a conocer realmente en qué consiste y cómo se produce el desarrollo infantil. Para no quedarnos solamente en lo superficial, en lo que vemos, para no seguir trabajando el síntoma con tratamientos largos e ineficaces.

El neurodesarrollo trabaja justo ahí: donde se produce el desarrollo, la maduración que permite al niño avanzar con éxito por todas las etapas y exigencias en su aprendizaje.

El neurodesarrollo trabaja justo ahí: donde se producen los fallos en el desarrollo, en la maduración que impiden que el niño pueda avanzar con éxito por todas las etapas y exigencias en su aprendizaje.

El neurodesarrollo trabaja en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

Trabaja el desarrollo cerebral a través del cuerpo y de la comunicación que existe entre ambos.

Sólo existe una manera de llegar, de estimular nuestro cerebro en su base, en las áreas donde se produce el desarrollo de base de la persona. Y no es a través de la lectura, la escritura, de las matemáticas o de la modificación de la conducta…

La única manera de llegar a áreas cerebrales que se ocupan de darnos las herramientas que necesitamos para aprender y funcionar en la vida, es a través del cuerpo con la estimulación sensorial y del movimiento.

Si te quedas en el trabajo sintomático insistiendo en lo que el niño no puede hacer, convencida de que le “enseñarás” a hacerlo, es posible que tengas éxito en tu empeño. Pero si existen fallos de base en el desarrollo de ese niño, no lograrás solucionar el problema y para lograr tus objetivos estarás en el camino más largo y con resultados más pobres. Digamos que estarías trabajando en la punta del iceberg, la única parte que es visible del mismo, cuando los fallos están debajo del agua, en la parte que no vemos. O bajas buceando hacia donde se hallan las dificultades, o no lograrás cambios reales… sólo poner parches provisionales.

Por poner otro símil, podríamos decir que es como si una casa se tambaleara y nos empeñáramos en trabajar en el tejado y en pintarla para dejarla bonita… cuando lo que realmente necesita es que bajemos a los cimientos a rellenar las grietas para así darle la fortaleza y seguridad que necesitará para siempre. Entonces es cuando podremos pintarla y ponerle las cortinas más bonitas, sabiendo que será una casa estable y no se volverá a tambalear.

“Bajar a rellenar las grietas de los cimientos” en nuestro cerebro supone enviarle estimulación sensorial y de movimiento. Con este tipo de trabajo utilizando el cuerpo, lograremos la maduración de las áreas cerebrales que darán a los niños las herramientas, los requisitos previos, que puedan necesitar para lo que queremos que logren en su conducta y aprendizaje.

El neurodesarrollo busca una maduración que repercuta en todas las áreas y sea para toda la vida.

Al madurar áreas cerebrales más primitivas, tendrán la oportunidad de madurar todas las áreas que están encima. No ocurre al revés, el cerebro no madura de arriba hacia abajo. Igual que no podemos construir una casa empezando por el tejado. Es simplemente imposible.

Podríamos decir que el neurodesarrollo no trabaja en el tejado, cosa que sí hacen los métodos convencionales. Trabaja en los cimientos para que el resto de la construcción se produzca en las mejores de las condiciones.

El neurodesarrollo busca así trabajar en la base del desarrollo, en la raíz de las dificultades buscando lograr resultados definitivos, dejando de poner parches. Alcanzando así una maduración para toda la vida.

Si te apetece, puedes escucharme contarte todo esto en el siguiente vídeo:

Fórmate en neurodesarrollo para que puedas tú también trabajar en la raíz de los problemas y no solamente en los síntomas. Para que puedas lograr resultados definitivos en tu trabajo con los niños.

Infórmate del programa de formación online más completo en neurodesarrollo:

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Hipotonía. ¿Músculos💪 o cerebro🧠?

¿La hipotonía está en los músculos o en el cerebro?

Seguro que habrás visto cómo hay muchos casos de niños con bajo tono muscular y que éste además, va acompañando a otras dificultades como el déficit de atención, dificultades de aprendizaje, retrasos en el desarrollo, etc.
La hipotonía es una de las condiciones que más me consultan los padres preocupados por sus hijos.
Todos ellos trabajan incansablemente con los peques desde edades muy tempranas, buscando siempre cómo fortalecer sus músculos para que puedan avanzar en su desarrollo y alcanzar los logros esperados para su edad.
Fortalecer los músculos es un buen trabajo… pero… no deja de ser la solución convencional común para cualquier dificultad: trabajar los síntomas del problema. Centrar la atención en aquello que vemos que no va bien (en este caso: los músculos).
Así, se comienza por trabajar los músculos del cuello para que el bebé pueda sostener bien su cabecita, luego los músculos troncales para que pueda estar sentado, después las piernas para que pueda caminar… la boca para que pueda hablar y las manos para que pueda escribir y realizar otras labores que requieren de la motricidad fina…
Así, se van poniendo parches aquí y allá, según van asomando los síntomas se van trabajando.
Sin embargo, poner parches nunca soluciona el problema real de fondo.
Y en el largo periplo de fortalecimiento de músculos, hay algunos que se quedan fuera de juego, algunos muy muy importantes y que nadie sospecha que también puedan tener un pobre tono muscular: los de los ojos. Músculos esenciales para que el niño pueda leer y realizar todas sus tareas del cole con comodidad y eficacia.
El neurodesarrollo trabaja el desarrollo infantil desde los mismos comienzos. Y propone un trabajo de base en la raíz del problema. Propone, junto al trabajo de los síntomas, el trabajo de la causa para así dejar de poner parches y buscar una solución definitiva.
Esto se traduce en un trabajo que tiene como objetivo estimular y hacer madurar áreas cerebrales que se ocupan de regular el tono muscular para de esta forma incidir en la musculatura de todo el cuerpo.
Si esto te parece interesante, en este vídeo te cuento más:

¿Te gustaría conocer más sobre el desarrollo infantil? ¿Cómo el bajo tono muscular afecta a la capacidad de prestar atención de un niño, por ejemplo, y por lo tanto, a su capacidad de aprender en la escuela? Y sobre todo, ¿Cómo trabajar con los niños para ayudarles a vencer estas dificultades?
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“La hipotonía está en el cerebro”

“El bajo tono muscular y los problemas de atención.”