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“CICATRICES DEL RECUERDO” por Margarita García López

Cicatrices del Recuerdo
CARTA A LA AUTORA.
 
Querida Marga, acabo de conocer, comprender y sentir tus cicatrices… Todas esas que has vivido, y también las que no, las que no quiso la vida regalarte y duelen también. A veces tanto o más que las de verdad…
 
Acabo de dejar un libro que me atrapó desde el mismo comienzo como muy pocos han conseguido hacer.
 
He tenido la suerte de conocerte personalmente y de que me contaras cosas de tu vida y tu lucha. Y cómo no… junto a ti tuve el privilegio de conocer a Vanessa, un ser único, con su incansable buen humor y su determinación por mejorar la situación de otros niños con dificultades. Esa determinación que tan sólo podía heredar de una madre como tú. Leí “Lágrimas de cristal” y os he seguido desde hace años. Todo esto me preparaba para la lectura de un relato que pensé sería algo más o menos conocido, que no me sorprendería. No podía estar más equivocada…
 
Llegados a cierta edad, todos tenemos muchas historias que contar en nuestra biografía. Historias bonitas, buenas, otras malas, increíbles… Historias que nos dan fuerza y alimentan nuestra autoestima, historias limitantes que hacen acto de presencia en la memoria con más frecuencia de la que quisiéramos… Pero al leerte, Marga, me asombro de que existan historias como las tuyas, todas juntas en una sola biografía, la de una mujer que no puedo dejar de preguntarme de dónde saca las fuerzas para no sólo sobrevivir en este mundo, sino para luchar por cambiarlo.
 
Albert Einstein dijo una vez que “los grandes espíritus” encuentran siempre la oposición violenta de los mediocres porque éstos no pueden comprender que no se sometan a los prejuicios heredados ni que usen honesta y valientemente su inteligencia. También dijo que las personas que siguen a la multitud no llegan más allá de donde llega ésta y que son las que caminan solas las que llegan a lugares donde antes no ha estado nadie.
 
Estoy convencida de que eres un espíritu de los grandes. Que por alguna razón pone la vida a determinadas personas en las más complicadas de las situaciones y no pone a otras. Que por esa misma razón las hace caminar solas, contra viento y marea, entrenándolas para enfrentase a lo que la vida les eche, sea lo que sea. Y así sé que tras todo ese entrenamiento al que te has visto sometida, no habrá objetivo que te propongas que se te resista. Y así sé que lograrás que por fin veamos una ley que defienda al más débil y mejore las condiciones de vida de los niños.
 
Espero y deseo que este libro llegue a muchas manos y toque muchos corazones como ha tocado el mío. ¡Mucha suerte Marga! ¡Un gran abrazo para ti y para Vanessa!
 
Rosina Uriarte
 

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