audición archivos - ROSINA URIARTE

Cómo Potenciar el Desarrollo Infantil con Talleres Prácticos

Aprende de una manera práctica sobre neurodesarrollo infantil con estos nuevos talleres.

¡Hola! Hoy quiero compartir contigo novedades😃.

Llevo un tiempo trabajando en la creación de una nueva modalidad de formación en neurodesarrollo. Una modalidad que te permitirá aprender sobre diferentes áreas del desarrollo infantil en poco tiempo y de forma teórica, práctica y económica.

Quiero presentarte estos nuevos talleres online de formación en neurodesarrollo infantil:

Talleres online de Neurodesarrollo Infantil

De momento contamos con estas 7 opciones, pero muy pronto se irán añadiendo otras muchas más.
Cada uno de los talleres profundiza en un tema específico del desarrollo infantil. Cada uno de ellos supone un fascinante recorrido por un área del neurodesarrollo en el cual veremos teoría y datos, pero también prácticos ejercicios para realizar con nuestros pequeños (o no tan pequeños pues sabemos que para el trabajo con el neurodesarrollo no existe un límite de edad).
Y los ejercicios los tendrás por escrito en un pdf descargable para poderlos guardar y tener a mano.

Los talleres están grabados por lo que podrás realizarlos en el momento que lo desees.

Deseo que te guste esta nueva propuesta que estoy elaborando con mucha ilusión🥰.

Estos talleres son un espacio único en el que podrás ahondar en el neurodesarrollo infantil, pasando de un aspecto a otro, empezando por el que más te interesa para ir avanzando hacia otros muchos que seguro te sorprenderán y te aportarán información, datos y herramientas prácticas para tu trabajo con los niños.

Ojalá te animes a realizar alguno de estos talleres y me cuentes qué te pareció, me gustaría mucho🤗.

Rosina

La visión, la audición y el desarrollo motor son HERRAMIENTAS imprescindibles en el APRENDIZAJE

Joaqui Rocha trabaja las tres áreas del desarrollo que sustentan el aprendizaje: la visión, la audición y la motriz.

En el programa de formación online en neurodesarrollo infantil MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ contamos con nuestra nueva experta invitada del mes. En esta ocasión se trata de Joaqui Rocha, directora del Centro de Terapia Visual y Optometría en Alicante Tomás Rocha Visión.

En la siguiente entrevista, Joaqui nos explica cómo es esencial evaluar y trabajar con los niños o adultos con dificultades de una manera global. Teniendo especialmente en cuenta estas tres áreas imprescindibles para el aprendizaje y el óptimo funcionamiento en la vida. Cuenta cómo, si bien es cierto que cada persona puede tener una prioridad o necesidad mayor en un área u otra, muy pocas veces se encuentra con casos en los que existan aspectos por trabajar en una sola área. De aquí que el trabajo para lograr un pleno desarrollo en la persona requiera de un enfoque multidisciplinar y un abordaje global.

No siempre «oír bien» 👂 significa lo que crees

¿Realmente oye bien?
«Oye bien». «¿Estás segura?»

Muchas veces, «oír bien» significa solamente «no ser sordo»

Seguro que conoces a niños con problemas en el desarrollo de su lenguaje, en su aprendizaje, su control emocional o su conducta. Seguro que sí y por eso estás aquí leyendo esto ahora mismo🙂  (gracias, por cierto, por hacerlo)…

Bueno, pues seguro también que los padres de muchos de estos niños están convencidos de que «oyen bien».

Es natural, esto es lo que les han dicho tras hacerles pruebas de audición.

Lo que nadie les dice es que esas pruebas miden si el estímulo sonoro llega al cerebro dentro de un rango de decibelios (volumen) considerado normal, miden la cantidad de la audición. Así determinan que no existe una hipoacusia, con estas pruebas sabemos que los niños «no son sordos».

Y esto es, evidentemente, un alivio…

Pero, ¿qué ocurre con la calidad de la audición?

Porque entre «no ser sordo» y «oír bien» hay un abismo😮

Con respecto a la visión, todos sabemos que los niños pueden tener miopía, hipermetropía, astigmatismo, etc… pero casi no nos planteamos que a nivel auditivo ocurre lo mismo: que en realidad existen muchas manera de «oír mal».

Y como te podrás imaginar, «oír mal» afectará sin duda al lenguaje, el aprendizaje, las emociones y la conducta.

Te cuento más en este vídeo que te dejo a continuación por si te apetece verlo:

Afortunadamente, existen profesionales expertos en audición y desarrollo infantil, y tratamientos para la reeducación del oído. Si quieres información, sólo tienes que preguntarme.

Y si quieres conocer mucho más sobre la audición, la visión y el desarrollo de los niños, infórmate de los programas y cursos de formación en neurodesarrollo en mi web:

rosinauriarte.com

si te apetece que nos veamos en directo online y te cuente más sobre cómo puedes formarte en neurodesarrollo, sólo haz clic aquí debajo y nos vemos😍

La PRONUNCIACIÓN en el lenguaje infantil

Para la pronunciación en el lenguaje infantil, igual que para cualquier otra capacidad humana, es necesario que el cerebro reciba la información adecuadamente para luego poder procesarla y emitir una respuesta también adecuada.

¿Sabías que, a pesar de contar con áreas cerebrales especializadas en el lenguaje, éste no se desarrolla si no se producen las condiciones adecuadas para ello?

Pues, así es. Y esto nos lo demuestran los «niños ferales», los niños que no fueron educados por personas y no recibieron la suficiente estimulación del lenguaje hablado.

Esto me parece muy curioso y me llama la atención, pero no tenemos que irnos a casos tan extremos, mejor nos quedamos con los casos de nuestros niños que no desarrollan bien el lenguaje hablado. Y éste, es un tema muy complejo, así que vamos a concretar un poco más y centrarnos en lo que a la pronunciación se refiere.

Para empezar, pensemos en cómo nuestro cerebro funciona en tres grandes fases:
– 1º recibe información
– 2º procesa la información
– 3º emite una respuesta

Cerebro: entrada y salida de información.

La respuesta es lo que podemos observar en el niño: cómo se mueve, cómo se relaciona, cómo controla sus impulsos, cómo aprende… cómo habla…

Y pocas veces nos damos cuenta de que lo que observamos y nos preocupa, esa respuesta que da el cerebro, depende de cómo procesa la información que recibe. Así que, todo empieza por ahí: por cómo recibe la información el cerebro de nuestros niños.

Si la información entra a través de los sentidos y sale a través de los músculos (el cuerpo), hemos de prestar una especial atención a esas vías de entrada y salida para así intentar comprender dónde pueden hallarse los fallos en los niños que no ofrecen las respuestas que esperamos o deseamos.

Si te apetece reflexionar conmigo sobre la pronunciación en el lenguaje infantil, acompáñame en los dos siguientes vídeos.

Si te gustan mis vídeos, suscríbete a mi canal de YouTube si aún no lo has hecho. Gracias 

😊

Y si te apetece conocer más sobre el neurodesarrollo infantil, te animo a que te informes de las opciones de formación que te podría ofrecer:

Los SECRETOS de nuestra ESCUCHA con Mari Cruz Domínguez

Dentro del programa de formación en Neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ tenemos el privilegio de escuchar y compartir con expertos en desarrollo infantil.

Este mes acude la experta en neurodesarrollo y audición, Mari Cruz Domínguez.

Mari Cruz nos da una interesante sesión titulada «Los secretos de nuestra escucha.»

Pero antes tenemos una pequeña charla con ella en la que nos cuenta sobre su trabajo en su centro en Madrid, Centro El Ángel.

BASES NEUROLÓGICAS para un APRENDIZAJE EXITOSO. Lo que necesita un niño …

 
Ana Madrigal es maestra, pedagoga especializada en terapias integrativas para las dificultades de aprendizaje. Tiene una amplia experiencia trabajando en colegios y actualmente combina su trabajo en el gabinete con dar clases en la UNIR a profesores además de coordinar el Experto Universitario de Psicomotricidad.

En esta entrevista, Ana nos cuenta cuáles son los pilares sobre los que se sostiene el aprendizaje. Y cómo, desde diferentes enfoques, pueden trabajarse estas bases.

Compara el aprendizaje con un coche en el que el cociente intelectual es el motor, el cual da la potencia. Pero este motor depende de otras cosas como las 4 ruedas para que todo funcione como sería de esperar. Estas cuatro ruedas representarían los 4 elementos fundamentales para que un aprendizaje sea exitoso: un sistema visual maduro, un sistema auditivo en condiciones óptimas, un buen desarrollo motriz y una correcta alimentación.

Si existen fallos en cualquiera de estas cuatro áreas, habrá dificultades para prestar atención y para alcanzar un buen aprendizaje a nivel académico.

Un sistema visual maduro va mucho más allá de tener una buena agudeza visual pues existen muchas funciones visuales necesarias para el aprendizaje en la escuela que muchos niños no han desarrollado plenamente.

Un sistema auditivo óptimo no significa no ser sordo, sino percibir sonidos de una manera cómoda y limpia. La audición tiene un gran peso en el aprendizaje y el estado emocional de la persona.

Un buen desarrollo motriz no es algo que se logre por que sí, sino que depende de las experiencias vividas a muy tempranas edades. Y determinará las habilidades y capacidades a lo largo de toda la vida, viéndose el aprendizaje escolar muy directamente afectado por el desarrollo motriz alcanzado.

Una correcta alimentación y el cuidado del estado biológico del niño o niña evitará que ciertos alimentos o tóxicos incidan en el funcionamiento a nivel cerebral y, por tanto, en la capacidad de prestar atención y aprender.

Todas estas áreas deben ser consideradas además de utilizar la emoción y la motivación de la niña o el niño de modo que alcance el éxito utilizando todo su potencial en el aprendizaje.

Ana Madrigal trabaja desde varios enfoques terapéuticos (Mind Moves, Berard, Shec, Mindfulness…) para tratar a la persona (sea niño o adulto) de una forma integral, en todo su conjunto.

Las terapias integrativas pueden y deben combinarse con otros métodos convencionales para lograr todos los beneficios para la persona con la que se trabaja. Por ello, Ana hace un llamamiento a la unión y colaboración de todos los profesionales.

Y aboga por la formación de padres y profesores. En especial los maestros de Educación Infantil, porque ellos «tienen el futuro en sus manos». Una formación que nos ayude a todos a conocer y comprender mejor cómo funciona y cómo se desarrolla el cerebro, de modo que podamos darle «un empujón» o «una segunda oportunidad» cuando sea necesario.

 

Datos de contacto: Ana Madrigal
Gabinete Pedagógico ASO. Bilbao
https://www.gabineteaso.com/
Tfnos: 944213073 / 600652978

Una infancia para toda la vida

LA LECTURA. Motivación y terapia para niños que no leen.

La lectura. Motivación y terapia para niños que no leen.
 
Mari Cruz Domínguez nos habla de cómo ayudar a los niños a leer bien.
«En un niño/a de más de 8 años que no consigue leer, el mayor problema no es que no lea bien, es el dolor intenso que ha desarrollado.»
Mari Cruz Domínguez es maestra de audición y lenguaje, musicoterapeuta, experta en audición y desarrollo infantil. Dirige el Centro El Ángel en Madrid y está en esta ocasión en «una infancia para toda la vida» para hablarnos de la lectura.
Gracias a su larga experiencia trabajando con niños con dificultades para aprender a leer, entre otras muchas, Mari Cruz nos ayuda a ponernos en la piel del niño o niña para hacernos comprender cómo se siente y qué necesita para poder empezar a avanzar hacia una lectura fluida y comprensiva.
Partiendo siempre de la motivación de la niña o niño, describe diferentes enfoques terapéuticos que aúna en su metodología de trabajo. Incluye una preciosa relajación motivadora que podríamos todos utilizar con nuestros niños a los que les cuesta leer.

Mari Cruz Domínguez Rodríguez
Telf: 667405039
https://www.tomatismadrid.com/
https://www.facebook.com/centroelangel/

ALTERACIONES DEL DESARROLLO INFANTIL: UN ENFOQUE DIFERENTE, UNA NUEVA ESPERANZA

 
Alteraciones del desarrollo infantil: un enfoque diferente, una nueva esperanza: el neurodesarrollo.
 
Fatima Amezkua, responsable de comunicación de la Asociación Laztana, enero 2016
 
Los seres humanos nacemos muy inmaduros y altamente dependientes de los cuidados de nuestros progenitores no solo para crecer sino para seguir desarrollándonos. Los tres primeros años de vida, pero sobretodo el periodo gestacional y el primer año de vida, son fundamentales para el correcto desarrollo motor, sensorial y neuronal que sentará las bases para el posterior desarrollo emocional y cognitivo de la persona. Es por esta razón que las niñas y niños pequeños y las mujeres embarazadas son los más sensibles y vulnerables al impacto de distintos factores externos que pueden perturbar el normal desarrollo infantil.
 
Las sociedades modernas conllevan unos modos de vida y consumo que implican altos niveles de estrés en la vida cotidiana así como una constante exposición a miles de sustancias químicas combinadas, metales pesados, contaminación atmosférica, ondas electromagnéticas, etc. Nunca antes los seres humanos habíamos estado expuestos a tantas sustancias químicas, presentes incluso en los alimentos que ingerimos, y a tantas radiaciones de las que desconocemos sus efectos a largo plazo. Somos cobayas de una experimentación a escala mundial en la que, obviando el principio de precaución, se espera a que los efectos negativos de una sustancia se demuestren claramente dañinos para proceder a limitar su uso. Y, lo que es peor, nadie regula la influencia sobre las personas de la combinación de dos o más de estas sustancias potencialmente tóxicas cuando diariamente convivimos con cientos de ellas. La doctora en Medicina Ambiental, Pilar Muñoz Calero, ha estudiado ampliamente la influencia de estas sustancias en el ser humano y las patologías en las que incide entre las que se incluyen alergias, intolerancias y muchas alteraciones del desarrollo infantil.
Algunos de los factores que pueden perturbar el correcto desarrollo infantil incluyen: factores ambientales como exposición a sustancias tóxicas -vía placenta o por contacto directo- o a radiaciones electromagnéticas; problemas durante el periodo gestacional y/o el parto como altos niveles de estrés durante el embarazo, nacimientos prematuros o partos por cesárea; carencias afectivas y falta de estimulación sensorial como las sufridas en su primera etapa de vida por muchos niños y niñas adoptados; hospitalizaciones prolongadas; largas jornadas en guarderías desde muy bebes; uso abusivo de sillitas y andadores que limitan el libre movimiento del bebe tan necesario para su desarrollo motor, etc.  Diversos estudios como los dirigidos por la investigadora Marieta Fernández Cabrera[1] de la Universidad de Granada, así como otros muchos centros de investigación a nivel internacional, han demostrado que los niños y niñas que han vivido alguna de estas circunstancias tienen mayores probabilidades que el resto de la población de sufrir algún tipo de alteración del desarrollo infantil y/o del sistema inmunológico.
Por todo ello, no es extraño encontrar en nuestro entorno cada vez más niños y niñas que sufren alergias, intolerancias alimentarias, déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA/H), trastornos del lenguaje, problemas de integración sensorial, autismo o trastornos del espectro autista (TEA), etc. Si bien es cierto que dificultades del aprendizaje de diverso tipo, alergias o enfermedades como el autismo siempre han existido, llama la atención el incremento que algunos diagnósticos asociados a estos problemas han experimentado en las dos últimas décadas. Por ejemplo, según la revista Neurología[2]estudios epidemiológicos recientes informan que en 1985 se registraban 5 casos de autismo por 10.000, mientras que nuevas estimaciones reportan  1 caso por cada 100 niños y adolescentes en 2008 –algo evolutivamente imposible si su origen es solo genético y que tampoco se explica solo por una mejor detección de casos- y en el caso del TDA/H ha pasado de diagnosticarse al 2% de la población infantil a alcanzar niveles del 15% en algunos países como EEUU.
 
Este tipo de trastornos inciden de forma significativa en la vida familiar, escolar y social de muchos niños y, cuando afectan a capacidades atencionales, cognitivas o relacionales, son a veces difíciles de detectar hasta que los pequeños cursan Educación Primaria. Muchos escolares con TDA/H, lateralidad cruzada, trastornos del lenguaje, TEA u otras alteraciones del desarrollo son incomprendidos y el sistema educativo no siempre está preparado para ofrecerles la ayuda que necesitan.
 
Muchas veces la única respuesta que reciben del sistema sanitario y educativo es medicación farmacológica tal vez complementada con asistencia psicológica mediante terapia conductual y cognitiva  que -aunque puede resultar positiva- no logra cambios suficientemente profundos y duraderos pues no corrige la causa del trastorno sino que más bien ayudan a controlar algunos de los síntomas que produce.
 
Sin embargo, hoy día existe una diversidad de métodos terapéuticos que trabajan estos problemas desde su origen dando una segunda oportunidad al cerebro para que logre su correcto desarrollo. Están basados en ejercicios de estimulación cerebral para la reorganización neurofuncional junto a la mejora del estado del sistema inmunológico acompañada de una alimentación sana, preferiblemente ecológica. Estos métodos están avalados por profesionales de todo el mundo y por miles de familias que los han utilizado obteniendo mayores garantías de éxito sin efectos secundarios para la salud. No se trata de terapias milagrosas diseñadas por el gurú de turno, sino que están basadas en principios científicos, estudios contrastados y años de trabajo. En la práctica la reorganización neurofuncional se logra a través de en una serie de ejercicios de estimulación cerebral personalizados que padres y madres deben realizar diariamente en casa con sus hijos y que se complementan con sesiones de terapia presencial y revisiones por parte de las y los profesionales correspondientes: neurólogo, optometrista comportamental, especialista en reeducación auditiva, especialista en integración de reflejos primitivos, etc.
 
Dos son las claves que hacen que estos métodos terapéuticos funcionen. Por un lado, la plasticidad cerebral que, si bien se ha demostrado que es una capacidad que mantenemos a lo largo de toda la vida, ésta es mucho mayor durante la infancia. La segunda clave es constancia y repetición pues es así como nuestro cerebro aprende y se desarrolla. Repitiendo de forma sistemática y durante el tiempo necesario el tipo de estímulo que cada niño o niña necesite se logra que el cerebro desarrolle esa área que había quedado bloqueada o que mejore la conexión neuronal entre áreas del cerebro que deberían comunicarse con fluidez.
 
Ante la falta de información sobre las causas y posibilidades de tratamiento de estas alteraciones del desarrollo, nace en julio de 2013 Laztana –Asociación para el desarrollo y la estimulación infantil- con el objetivo de difundir y facilitar a las familias el acceso a métodos terapéuticos libres de medicación que trabajan por lograr una maduración neurológica adecuada y un estado biológico en las mejores condiciones por medios naturales y efectivos. Cualquier persona interesada puede informarse y contactarnos a través de nuestra página Web:http://www.asociacionlaztana.org/, en facebook:https://www.facebook.com/asociacionlaztana  o en el email:asociacionlaztana@gmail.com.


[1]             Marieta Fernández Cabrera es Doctora en Ciencias Químicas de la Universidad de Granada y coordinadora en Granada del Proyecto INMA, INfancia y Medioambiente. http://www.proyectoinma.org
[2]             Revista Neurología, Vol. 27, Num. 7, sep 2012, editorial Elsevier. Publicación científica de la Sociedad Española de Neurología.

LOS TRES PILARES DEL APRENDIZAJE

Al considerar los problemas de aprendizaje debemos tener presentes tres áreas fundamentales: la visión, la audición y el desarrollo motor.
Éstos son los tres pilares sobre los que se basa la atención en el aula y las habilidades necesarias para poder leer, escribir, y realizar todas las tareas escolares.
Por esta razón, para una terapia completa, debemos revisar estas tres áreas en el niño y descartar problemas en las mismas o solucionarlos cuando están ahí.
– Para la visión necesitamos un buen optometrista comportamental (también llamado «optometrista del desarrollo»).
Todos los niños pasan por pruebas de agudeza visual por parte del pediatra o un oftalmólogo, quienes se ocupan de mirar que el ojo está sano y la agudeza visual es buena. Pero tras esta evaluación, es necesario ver cómo utiliza el niño los dos ojos de forma conjunta, si es capaz de realizar los movimientos oculares necesarios para leer y escribir y si su cerebro interpreta bien la información y consigue que las dos imágenes de los dos ojos se fundan en una sola y los ojos puedan converger cómodamente en un punto para poder leer y escribir… entre otras muchas cosas más… Todo esto lo evalúa y lo trata el optometrista comportamental.
– En el caso de la audición pasa algo parecido.
El otorrinolaringólogo o el pediatra miden si el niño «oye» o no… les preocupa que pueda haber una sordera. Pero no suelen considerar distorsiones a la hora de escuchar, si el niño percibe bien todas las frecuencias para poder hablar, leer y escribir con comodidad (el oído tiene mucho que hacer aquí también aunque nos sorprenda). Esto es esencial para poder prestar atención en el colegio, y unas distorsiones en la audición (sobre todo si hay hiperaudición en alguna de las frecuencias) pueden afectar seriamente no sólo la atención sino también el comportamiento dada su importante incidencia en nuestro estado de ánimo.
Para examinar y tratar estos problemas, es necesario acudir a un reeducador auditivo de los métodos Berard o Tomatis.
– En cuanto al desarrollo motriz… éste marca el nivel de desarrollo y madurez general del cerebro del niño. Y determinará directamente sus habilidades en todos los campos.
Por esto hay que evaluar si es correcto o si han quedado lagunas en el mismo que debamos trabajar. Hay varios métodos que llevan a cabo la necesaria «organización neurológica» a través de actividades de movimiento. Algunos de estos métodos son Doman, Padovan, Integración Sensorial y TMR (terapia de movimiento rítmico y reflejos primitivos).
Otras opciones interesantes para determinar el estado de desarrollo del niño pueden ser evaluar los reflejos primitivos que hayan podido quedar sin madurar (esto también lo hace la TMR) y el nivel de lateralización del niño. Pues si éste no está bien lateralizado (no es totalmente diestro o totalmente zurdo) cuando llega a primaria, puede tener serios problemas en la lectoescritura. Una deficiente lateralización, al igual que la presencia de reflejos primitivos, son signos de una desorganización e inmadurez cerebrales.
No debemos olvidar ninguna de las «tres patas de la banqueta» del aprendizaje (tal como nos ilustra María Jesús López), si nos dejamos alguna de estas patas, la banqueta se tambaleará siempre.