Porque no hay nada más importante… llámame!
Porque no hay nada más importante.. ¡Ayuda a tu hijo! ASESORAMIENTO ONLINE. NEURODESARROLLO.
Porque no hay nada más importante… llámame!
Ayuda para tu hijo, para tu hija.
Tfno.: 646207929
Sé cómo te sientes. Yo misma fui una madre muy preocupada por mi hijo.
Conozco la soledad y el miedo de ver pasar los días sin la ayuda que necesitas, deseando ver a tu pequeño avanzar porque de ello dependéis los dos. La felicidad de tu hijo o hija es la tuya propia.
Sus dificultades son las tuyas, pero aumentadas por el miedo y la incertidumbre. Por la frustración de no poder hacer algo más.
Pero quien busca siempre encuentra y para lograr la maduración de nuestros niños hay varios caminos.
Yo encontré el que necesitaba recorrer y desde entonces, hace más de 20 años, estudio el modo de acompañar a otros padres y a sus niños por sus propios caminos hacia un mayor desarrollo que les brinde la felicidad que da el sentirse capaces.
Si me lo permites, quisiera guiarte y acompañarte a ti también.
Ponte en contacto conmigo. Buscaremos un momento para conectarnos y hablaremos de tu niño/a.
Recibirás un programa de ejercicios y consejos para realizar en casa. También datos de profesionales que trabajen el neurodesarrollo en el lugar en el que vives.
No dudes en contactar conmigo si buscas asesoramiento, orientación o consejos sobre cualquier tema relacionado con el desarrollo de tu hijo/a.
Te espero 💗
Cometemos errores al darle la bienvenida al mundo a nuestros recién nacidos.
¿Cuántas veces ha de dejar de lado el sentido común el ser humano para meter la pata y darse cuenta mucho tiempo después?
Aquí me veis… Arreglándome para salir hacia el hospital a tener a mi primer hijo. Hace ya casi 26 años.
La ilusión no me cabía en el cuerpo, como tampoco cabía ya mi bebé. Así que no lo dudé, me vestí y me puse ese oloroso perfume que me resultaba bastante insoportable desde que estaba embarazada, pero que me resistía a tirar porque era “el” perfume que yo usaba…
No se me ocurrió pensar que la naturaleza estaba intentando protegerme de respirar algo potencialmente nocivo para mí y sobre todo, para mi hijo. Tampoco se me ocurrió pensar que él necesitaría de mi olor natural para reconocerme como su madre, como “su mundo”, su hogar… el único que conocía.
Y lo conocía muy bien por el sabor del líquido amniótico que luego reconocería como un olor familiar una vez fuera del útero. Ese olor, junto al calor y la voz de mamá, sería su gran bienvenida a este mundo.
El olfato es un sentido muy importante y determinante en muchas situaciones para mí. No pensé que lo sería también para mi pequeño.
La lógica y el sentido común me fallaron. La naturaleza, como siempre hace, me habló… Pero yo no escuché.
¡Pena darse cuenta tantos años después!
Rosina Uriarte
Cometemos errores al darle la bienvenida al mundo a nuestros recién nacidos. No los cometas tú, tienes asesoramiento y formación aquí: