Cómo saber si un niñ@ necesita ayuda y cómo actuar - ROSINA URIARTE

Cómo saber si un niñ@ necesita ayuda y cómo actuar

El neurodesarrollo nos enseña a observar a los niños para saber qué está ocurriendo realmente detrás de cada síntoma y para saber cómo ayudarles.

Seguro que me has oído decir un montón de veces que “el cerebro lo hace todo“… 

El cerebro es el que se mueve, el que está quieto, el que habla y el que escucha y presta atención, es el que se relaciona con los demás y el que aprende en la escuela a leer, escribir, las mates…

Es por esto que siempre digo también que cuando observes a un niño o a una niña, piensa que estás observando su cerebro en acción. Su cerebro haciendo “lo que puede” con la madurez que ha alcanzado.

El desarrollo de los niños es igual a su desarrollo cerebral, es la misma cosa en realidad. Y será la maduración alcanzada por cada niñ@ en su desarrollo, la maduración alcanzada por su cerebro, la que determine que los niñ@s tengan o no dificultades en su conducta y aprendizaje.

La gran cuestión es: ¿cómo podemos acompañar ese desarrollo de nuestros niños para que llegue a ser lo más pleno posible? Y, ¿cómo reforzar ese desarrollo cuando vemos que no va del todo como esperamos?

Para esto sería bueno comenzar comprendiendo el gran poder que tiene el entorno en el desarrollo. El entorno son todas las experiencias vividas, toda la información sensorial que llega al cerebro desde el mismo momento de la concepción. Todo lo experimentado por el niño o la niña conectará neuronas y cableará su cerebro, lo hará crecer y madurar.

Parte de lo que somos se lo debemos a nuestros genes, pero sólo una parte. La epigenética nos dice que el entorno (los factores externos) inciden también en muchos de nuestros genes, haciendo que éstos se manifiesten o no, lo hagan con mayor fuerza o no… Así que, podríamos decir que somos, y nuestros niñ@s son, el producto de esos factores externos, del ambiente o entorno en el cual, y gracias al cual, se desarrolló nuestro cerebro, especialmente en los primeros años de vida.

Entonces, si el entorno puede incidir tanto en el desarrollo de nuestros niñ@s hasta el punto de que muchas de sus dificultades sean el resultado del mismo, nosotros también podemos, modificando ese entorno y ofreciendo los mejores estímulos, los más necesarios para el desarrollo cerebral, lograr que este desarrollo se refuerce para ser más óptimo.

Esto es lo que hace el neurodesarrolloretomar el desarrollo de los niñ@s, volver atrás para, con la estimulación adecuada, crear las herramientas que puedan necesitar para aprender y controlar su conducta sin grandes dificultades.

Aplicar técnicas de neurodesarrollo supone volver a repasar cada etapa del desarrollo que pueda haber faltado o que no haya sido bien plena (o que sea necesario retomar porque ha habido una gran regresión, como en el caso del autismo), para acompañar al niño desde ahí hacia adelante, asegurándose de que cuenta con “las herramientas” que precisa para enfrentarse a los retos del día a día.

Por ejemplo, si un niñ@ tiene dificultades para leer o para escribir, habremos de plantearnos por qué razón no llegó a desarrollar las habilidades que necesita para ello, esas herramientas previas a la lectura y escritura que son necesarias y sin las cuales, leer y escribir resultará muy difícil. No nos centraremos exclusivamente en practicar la lectoescritura, sino en trabajar otros logros del desarrollo que son muy anteriores, pero muy necesarios (un buen tono muscular y control de la postura, el control del movimiento que permite a un niñ@ estar quieto, la capacidad de prestar atención, la discriminación auditiva que le permitirá convertir los sonidos de la lengua hablada en signos de la escrita, un buen sistema visual que le brinde la oportunidad de utilizar de forma cómoda y eficaz ambos ojos para poder leer, un buen desarrollo de la motricidad fina de las manos que le faciliten la escritura, la correcta percepción de nociones espaciales como la izquierda y la derecha gracias a haber alcanzado una buena lateralización como diestro o zurdo pleno, etc.).

Y por concretar aún más este ejemplo… Imagínate que a un niño le cuesta leer… Y por más que practicamos la lectura, los avances son pocos, pobres y lentos. En un momento dado, nos damos cuenta de que este niño tiene importantes problemas para diferenciar la derecha y la izquierda a pesar de tener ya 7 años. Pues aquí es donde hemos de plantearnos que no tiene sentido seguir por el camino escogido hasta ahora… porque este niño no está preparado para leer. Y nuestro deber no es obcecarnos en practicar lo que no puede hacer, lo que le resulta difícil, sino asegurarnos de brindarle la oportunidad de desarrollar los requisitos previos para la lectura, entre ellos el tener claros los conceptos espaciales de izquierda y derecha (la lectura, la escritura y las matemáticas sobre el papel se llevan a cabo siguiendo una direccionalidad concreta para la cual hemos de tener estos conceptos espaciales muy asimilados). Si un niño no tiene claros estos conceptos espaciales en sí mismo, no los podrá tener respecto al espacio en 3D que lo rodea y mucho menos… podrá tener claros estos conceptos sobre las dos dimensiones de un papel.

Todo en el desarrollo tiene un orden y una secuencia. Y todo lo que haya de llegar en esa secuencia, depende de todo lo que hubo con anterioridad. Así, con este niño del que hablamos, trabajaremos con el movimiento de los dos lados de su cuerpo de modo que vaya incorporando plenamente los conceptos espaciales que luego habrá de utilizar para leer.

Aprender a observar a los niños para saber qué está ocurriendo realmente detrás de cada síntoma y para saber cómo ayudarles es una responsabilidad y un privilegio de quienes convivimos o trabajamos con ellos. El neurodesarrollo nos enseña cómo hacerlo. Cómo observarles para ver… cómo trabajar para ayudarles a vencer sus dificultades.

Siento que esto sea un texto tan largo… Voy a ir terminando ya, pero por si te apetece, te cuento más en este vídeo:

Si tú quieres aprender a observar a los niños y trabajar con ellos desde el neurodesarrollo, me gustaría que sepas que existen varias opciones de formación. Desde las opciones más completas a otras más sencillas, todas ellas fascinantes como lo es su contenido de neurodesarrollo.

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