Los diagnósticos son construcciones sociales y fenómenos culturales. Y de esto nos hablan varios profesionales expertos en desarrollo infantil.
Mientras sigamos centrándonos en cómo hacer que los síntomas que muestra un niño encajen dentro de un “cajón” con nombre propio, perderemos de vista lo realmente importante: la causa de estos síntomas y cómo tratarla.
Los diagnósticos hacen referencia a los síntomas que observamos en el niño, pero quedarnos en esto y trabajar estos síntomas puede aportar una mejoría, pero no una solución definitiva puesto que la causa de dichos síntomas sigue intacta.
Solamente si conseguimos reducir o erradicar la causa podrán mejorar o desaparecer los síntomas.
El nombre-diagnóstico acompañará al niño toda la vida si solamente tenemos en cuenta los síntomas. Un trabajo que trata la causa hará que los síntomas se reduzcan o incluso desaparezcan. Esto es lo que quisiéramos que acompañara al niño toda la vida.
Éstas son las palabras de Blomberg en su libro “Terapia de Movimiento Rítmico. Movimientos que Curan”:
…hay casusas hereditarias en el TDAH. Sin embargo, la teoría de que el TDAH y condiciones similares son exclusivamente hereditarias y causadas por los genes no puede explicar el rápido aumento de estos problemas durante las dos últimas décadas. Una epidemia de una enfermedad genética hereditaria es imposible.
… Sophia Lövgren señala… que los diagnósticos son construcciones sociales y fenómenos culturales. Se unen diferentes síntomas subjetivos para crear una enfermedad con entidad propia, que pueda identificarse y ser tratada por médicos y otros expertos.
Ayudemos a nuestros niños dándoles soluciones efectivas y dejemos de darles tantas vueltas a las siglas.