Existe siempre una razón para el comportamiento de los niños.
¿Son tercos, cabezones o tienen manías? ¿Son muy tímidos o movidos? ¿Malos o demasiado buenos?
Estas cosas oímos y decimos de los niños sin tener en cuenta que siempre existe una razón para su comportamiento.
Si nos pusiéramos en su lugar en vez de darles estos “nombres”, comprenderíamos que muchas veces actúan dando respuesta a cómo perciben el mundo y a cómo se sienten dentro del mismo y dentro de sí mismos.
¿Te habías planteado cómo se siente tu hijo, tu hija o tus alumnos? ¿Te habías planteado cómo siente el mundo?
Mira este vídeo y lo entenderás.
Estas cosas oímos y decimos de los niños sin tener en cuenta que siempre existe una razón para su comportamiento.
Si nos pusiéramos en su lugar en vez de darles estos “nombres”, comprenderíamos que muchas veces actúan dando respuesta a cómo perciben el mundo y a cómo se sienten dentro del mismo y dentro de sí mismos.
¿Te habías planteado cómo se siente tu hijo, tu hija o tus alumnos? ¿Te habías planteado cómo siente el mundo?
Mira este vídeo y lo entenderás.
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“CÓMO CONVIVIR CON LA DISTORSIÓN”