DOMAN NO SE EQUIVOCÓ

Niña con Síndrome de Down“Doman no se equivocó”

Testimonio de la madre de una niña con síndrome de Down que trabajó con éxito con el método Doman

Precioso testimonio de xianuki , publicado en el blog de PADRES CON ALTERNATIVAS
 
 
En ese mismo blog encontrarás gran cantidad de testimonios de familias que han trabajado con métodos de organización neurológica o neurodesarrollo obteniendo buenos resultados y ayudando así a sus niños en su desarrollo a alcanzar su máximo potencial.
 
 
Existen otros testimonios parecidos y uno especialmente espectacular que fue documentado. Puedes verlo en esta misma página:
 
 
 

También te podría interesar la siguiente entrada:

Síndrome de Down. Niños de la esperanza.”

EL MÉTODO PADOVAN DE FONOAUDIOLOGÍA Y REORGANIZACIÓN NEUROFUNCIONAL

El método Padovan es una terapia utilizada básicamente por logopedas que buscan solucionar problemas de lenguaje en los niños. Pero es en realidad mucho más…

Beatriz Padovan es una pedagoga y logopeda que tras conocer los postulados de Steiner, de Fay y sus seguidores Doman y Delacato entre otros, se volcó en el mundo de la neurología, estudiando e investigando todo lo relacionado con el desarrollo neurológico y funcional del niño y sus implicaciones en todos los campos, principalmente en el campo del desarrollo del lenguaje.
De esta forma llegó a la conclusión sobre la que se fundamenta el método y toda la filosofía que llega de los grandes maestros como Temple Fay: al igual que el resto de las funciones del ser humano, el lenguaje no puede desarrollarse adecuadamente si antes no ha habido una buena y adecuada organización neurológica.
La organización neurológica es un proceso natural que ocurre dentro de la evolución normal del niño. Se compone de las diferentes fases que recorre el bebé desde que nace hasta que ha completado y adquirido las funciones básicas del ser humano. Estas fases tienen un orden natural y deben mantenerse dentro de esta secuencia, es decir, que es necesario madurar cada una de las fases para poder avanzar a la siguiente sin que surjan problemas. Los bebés giran hacia ambos lados, se arrastran, gatean, se ponen de pie, caminan y comienzan a utilizar el lenguaje, para finalmente a los seis años, haberse lateralizado como diestros o zurdos y estar perfectamente preparados para leer y escribir sin dificultad.
El método Padovan trabaja los ejercicios tradicionales que provienen del método Doman de Reorganización Neurofuncional, éstos ayudan al niño en su conjunto, mejorando muchos de los problemas que padecen niños con dificultades de lenguaje, pues dichas dificultades vienen a menudo asociadas a otras y a casos de autismo, lesión cerebral, trisomía, déficit de atención con o sin hiperactividad, dislexia, etc. Estos ejercicios tratan de imitar a la naturaleza en la evolución del desarrollo del niño, por lo que se trabajan movimientos que hace el bebé de forma natural, realizándolos continuada e intensivamente para lograr vencer posibles lagunas o desajustes surgidos durante el desarrollo.
Estas actividades no son las únicas trabajadas en el método, son la base para la reorganización neurológica de todos los niños independientemente de los problemas que presenten. Además se trabajan otros ejercicios concretos para cada uno de los niños según sus necesidades.
Junto a estas actividades, Beatriz Padovan ha introducido ejercicios específicos para el desarrollo adecuado del lenguaje. En lugar de trabajar la palabra y la articulación, ella opta por comenzar a trabajar las funciones conocidas como pre-lingüísticas, es decir: la respiración, la succión, la masticación y la deglución. Ha obtenido así grandes avances en el campo de la logopedia, creando su propia reorganización neurológica para el lenguaje.
Entre las principales novedades aportadas por el método Padovan está el hecho de que los niños recorren todas las fases de desarrollo en su reorganización neurológica, a diferencia del método Doman, donde se evalúa a cada niño para determinar el estadio de desarrollo en el que se encuentra y trabajar desde este estadio en adelante. También varía la intensidad y la frecuencia de las sesiones pues en el método Padovan éstas no son diarias sino que se realizan dos veces por semana durante 45 minutos, menos en los casos más graves. La intensidad con la que se repite cada ejercicio depende de las posibilidades y las necesidades de cada paciente. Mientras que en el programa de Doman son los padres quienes realizan las actividades en sus hogares, en el de Padovan, éstas se llevan a cabo por terapeutas, con los padres presentes para transmitir tranquilidad al niño y para ayudar en determinados casos.
Durante la realización de los ejercicios se recitan poemas y canciones con lo que se trabaja además el ritmo y la sincronización de movimientos junto a la audición y la imaginación. Esto aporta también un elemento lúdico al tratamiento.
El método Padovan es una terapia muy completa que no sólo soluciona y mejora dificultades en el lenguaje, sino como se ha dicho ya, incide en la madurez de todas las destrezas y habilidades del niño reorganizando su sistema nervioso de forma global. Está extendiéndose cada día más entre especialistas que tratan problemas de aprendizaje, de atención o de comportamiento en los niños. Es utilizado también en algunos casos con adultos afectados por enfermedades como el Parkinson.
Para más información:

SÍNDROME DOWN. NIÑOS DE LA ESPERANZA.

Síndrome de Down

“Síndrome de Down. Niños de la esperanza” es una obra del doctor Raymundo Veras.

Raymundo Veras es un médico muy reconocido en Brasil y en todo el mundo. Fundador de los Institutos Veras, su primera etapa de vida profesional la dedicó a la oftalmología, pero un gravísimo accidente hizo que se volcara de lleno en el mundo de la parálisis cerebral buscando la forma de salvar la vida de su hijo. Así llegó a Filadelfia, a los Institutos para el Desarrollo del Potencial Humano, donde conoció a Glenn Doman y su trabajo con los niños cerebrolesos.
Tras una etapa de grandes esfuerzos consiguió su objetivo, no sólo salvó la vida de su hijo, sino que logró darle una calidad de vida que hubiese sido impensable para los profesionales de la medicina tradicional en aquellos días y lo sería aún hoy.
En 1963 se vio en una situación comprometida cuando su contable se acercó a él suplicándole que hiciese algo por su hija. Veras le aseguró que la ayudaría, convencido de que la niña era paralítica cerebral, sin embargo resultó que la niña tenía el síndrome de Down. Tanto Veras como Doman, en aquel entonces estaban convencidos de que estos niños nada tenían que ver con los lesionados cerebrales y que por lo tanto nada se podía hacer por ellos.
Observando la expresión de este hombre, Veras se recordó a sí mismo hacía cinco años, cuando recibía el diagnóstico exento de esperanza alguna sobre las posibilidades de su hijo, y se vio impotente ante el hecho de no poder ofrecerle ayuda a su empleado y amigo. Por salir del paso se comprometió a ver y evaluar a la niña y una vez que lo había llevado a cabo proporcionó a los padres un programa de estimulación y programación cerebral tal como lo hacían con los pacientes paralíticos cerebrales. En realidad Veras tan sólo buscaba reconfortar a los padres, tenerles ocupados e ilusionados y evitarles en la medida de lo posible, pues le resultaba doloroso enfrentarse con el problema que el consideraba no tenía solución.
Mientras tanto, Veras intenta ganar tiempo para informarse y estudiar todo lo que pueda sobre la trisomía 21. Su decepción fue grande al descubrir que apenas había nada publicado sobre el tema, que se desconocía casi por completo.
Pero esta decepción pronto quedaría empañada por la sorpresa de comprobar que los padres de Norma, que así se llamaba la niña, mostraban cada día mayor alegría y gratitud en sus encuentros con el doctor. No sólo se mostraban entusiasmados, sino que tras haber realizado los intensos y difíciles programas recomendados, pedían más… Veras, sin comprender muy bien lo que estaba ocurriendo, y sin tener otra cosa que recomendar a los padres, les pidió que doblaran todo lo que estaban haciendo. Ellos aceptaron sin pestañear siquiera…
Pronto estos padres tan contentos comenzaron a llevar a otros padres de niños como Norma a los Institutos Veras y se les aplicó también el mismo programa. Éste es un programa muy difícil, a menudo requiere 10, algunas veces 14 horas al día de estimulaciones, arrastre, gateo… Es un trabajo duro, pero los niños mejoran. Éstos son datos concretos que nos da Raymundo Veras con respecto a esta mejoría:
– Sus lenguas se retiran hacia el interior de la boca
– las bocas se cierran
– su respiración se hace normal
– están más presentes
– el tono muscular mejora
– parecen cada vez menos mongoloides
– parecen cada vez más niños
– parecen cada vez menos “sin esperanza”
– tienen cada vez más “esperanza”
En 1970, después de ocho años de terapia, Norma Nunes, síndrome Down, es una niña normal y entra en una escuela normal para continuar sus estudios.
“… no creo que las cosas tengan que quedar tal como son. No creo que los tetrapléjicos tengan que convertirse en buenos tetrapléjicos o que los niños cerebrolesos tengan que convertirse en adultos cerebrolesos.
No creo que la meta justa para los mongoloides sea volverse buenos mongoloides. No sólo no creo que sea una meta justa, sino que creo es una meta vil. Es una meta negativa que amenaza al niño porque tiene mayor potencia para empeorar sus condiciones que para mejorarlas.
Cuando un niño mongoloide nace, no está muy retrasado en el desarrollo respecto a los otros niños; pero, puesto que no se desarrolla rápidamente como los otros, con el pasar de los meses y de los años sus condiciones empeoran siempre más.
Ahora, es justo preguntar: ¿el mongoloide se desarrolla más lentamente que los otros niños porque no puede desarrollarse a la misma velocidad o porque no nos esperamos que lo haga?” R. Veras.
Todos los niños precisan de un ambiente rico en estímulos para su correcto desarrollo. Un excelente ambiente neurológico es el que ofrece al niño excelentes oportunidades de ver, oír, sentir, degustar, oler y moverse. Los niños con síndrome Down necesitan un ambiente estimulante acelerado porque necesitan más estímulos que los demás niños. Este ambiente rico e intenso debe comenzar a ser posible, el día en el que nace el niño. Como en todos los casos, los primeros años de la vida de estos niños son los más importantes puesto que es en estos años que aprende y se desarrolla más rápidamente que el resto de su vida.
“Cuando los padres de un niño mongoloide creen que un día se volverá normal y comienzan a tratarlo como a los demás niños, entonces sus probabilidades de volverse normal serán mucho más grandes. La meta para nuestros mongoloides es la normalidad y nada menos.
¡Los niños mongoloides no son estúpidos! ¡No son especiales! Son niños cerebrolesos que tienen necesidad de ambientes mejores y de estimulaciones mejores. No deberían de ponerlos aparte, lejos de la vista y de la mente. No solamente muchos niños mongoloides tienen el potencial para lo normalidad, sino que a menudo tienen el potencial de un genio. Muchos de mis mongoloides leen más rápidamente y mejor que los niños normales; muchos son mejores en matemáticas y aprenden más rápidamente que los normales; por eso no quiero oír hablar de mis mongoloides inscritos en clases “especiales” a menos que signifique para niños superiores.”
Síndrome de Down

* Nota de la autora de este blog:

Quisiera agradecer a un lector anónimo que me haya hecho reflexionar y ser consciente de la importancia de la utilización de la terminología correcta en cuanto a los niños síndrome Down se refiere.

Primero de todo quisiera pedir disculpas a todos los lectores a quienes pueda ofender el término “mongoloide” utilizado frecuentemente en el texto. Sé que es un nombre en desuso y comprendo que la razón de su abandono sea el hecho de que no es un término preciso desde el punto de vista médico o científico, además de conllevar posibles connotaciones despectivas.

Si mantengo el término en esta entrada es debido a que se trata de citas textuales extraídas del libro de Raymundo Veras “Children of dreams, children of hope”, que desgraciadamente no se encuentra aún traducido a nuestro idioma. Yo leí una pretraducción de poca calidad, de la cual extraje la parte cursiva de esta entrada y las características de los niños síndrome Down enunciadas en la misma.

En favor de Raymundo Veras diré que, aún a pesar de utilizar el término “mongoloide” casi constantemente en su libro, es infinitamente respetuoso y un amante incondicional de estos niños. Que de hecho ha dedicado su vida a trabajar con ellos y a mejorar su situación en todo lo posible. Que además, tiene el mérito de haber logrado grandes éxitos en su empeño.

En cuanto a la utilización del término “mongoloide” también es importante tener en cuenta que el libro fue escrito en 1975, lo cual nos indica la razón del uso del término, que en aquel entonces era más común.

Para finalizar, me gustaría incluir otra parte de la obra de Raymundo Veras que creo nos da una idea de que el término “síndrome Down” no era su preferido a la hora de referirse al mismo:

“… en 1865 un doctor que se llamaba Lansdon Down observó a estos niños e hizo una lista de las cosas en las que se diferenciaban… Se ha escrito que la contribución de Down en la diagnosis de sus problemas ha significado un progreso importante y que por eso estos niños llevan su nombre. No quiero ser poco respetuoso, pero no comprendo cómo su contribución sea un importante progreso. Lo que él ofreció no era un diagnóstico, sino simplemente otra etiqueta… “Síndrome de Down” no es un diagnóstico, es la descripción de síntomas o de las consecuencias de un problema médico. No he encontrado que Down haya hecho nada para curar a estos niños; hizo únicamente una lista de las cosas que no funcionaban en estos.”

Esto queda en defensa de Raymundo Veras y su utilización del término “mongoloide”. En cuanto a mi posible aportación personal (siempre citando a los expertos en el tema puesto que yo no lo soy), no justifico el uso del término, por lo que me limitaré a los nombres más aceptados de “síndrome de Down” y “trisómico”.

Rosina Uriarte, 19 de septiembre de 2007

TDA-H. MEDICACIÓN. ALTERNATIVAS. INDIGNACIÓN…

Niño con TDAH

TDAH y medicación es un binomio que me frustra porque excluye otras alternativas que pueden ser muy beneficiosas para nuestros hijos.

Hoy acabo de llevarme otro de mis “berrinches” al toparme con la versión oficial, y únicamente aceptada, de la medicina y las asociaciones, al menos en lo que al TDA-H se refiere…

TDA-H son las siglas que nombran el trastorno por déficit de atención, que puede aparecer junto con la hiperactividad. Ésta, la hiperactividad, es el síntoma más llamativo del trastorno por lo que comúnmente da nombre a este síndrome, cuando en realidad es tan sólo un síntoma más entre otros muchos. La falta de atención también lo es, pero es quizá el que más preocupa por sus consecuencias de fracaso escolar, y además, es siempre una constante en este tipo de niños, mientras que la hiperactividad puede estar presente o no. Los síntomas son manifestaciones del verdadero problema de fondo: una inmadurez del sistema nervioso.

Existen muchísimas asociaciones de padres de niños hiperactivos. Las que yo conozco siguen fielmente la senda trazada por la medicina “oficial” sin salirse ni un pasito… ¿A qué nos lleva esto? A perder la ilusión de que puedan ayudarnos realmente… con el tiempo te das cuenta de que es siempre más de lo mismo… que lo que te puedan aportar ya lo puedes leer tú mismo en miles de páginas en internet o en cientos de libros editados sobre el tema… Que el único consuelo que sacas es el de desahogarte con otros padres en situaciones parecidas a la tuya y el de ver que siempre hay quien está mucho peor… Pero este “consuelo de tontos” y las técnicas recomendadas para aprender a convivir con el problema no satisfacen más que transitoriamente… ¡Porque lo que queremos los padres es solucionar el problema, no aprender a lidiar con él a diario! ¡Porque lo que queremos es curar a nuestros hijos! … o al menos hacer que se acerquen lo más posible a esa curación…

Hoy creí de nuevo que se me daría la oportunidad de hablar a otros padres de niños hiperactivos sobre las alternativas a la medicación y la psicoterapia… Pero me equivoqué de nuevo… “¿Alternativas?” “No…, nosotros, desde la asociación, nos tomamos muy en serio la hiperactividad y no podemos informar a los padres de nada que no esté debidamente contrastado.”

¿Debidamente contrastado? Para cuando estas terapias alternativas lo estén, nuestros niños hiperactivos serán ancianos desgraciados y deprimidos… ¿Debidamente contrastado? Hoy por hoy, lo que está muy contrastado es esto: los efectos de los psicoestimulantes, derivados de las anfetaminas, que se recetan indiscriminadamente a estos niños. Para más información:

Metilfenidato (estimulante del Sistema Nervioso Central), es la composición principal de la mayoría de las marcas comercializadas.
Ritalín
Rubifén
Concerta(Desde que escribí esto se han comercializado dos medicaciones nuevas a base de compuestos distintos al metilfenidato, Strattera e Intuniv, que no son psicoestimulantes).

Desde mi punto de vista, desde mis más hondas creencias y desde mi experiencia personal, puedo decir que SÍ EXISTEN ALTERNATIVAS. Que además, no tienen los efectos secundarios negativos de las pastillas, y que por ello merece la pena intentarlas. Que son efectivas en la mayoría de los casos… Y que los padres tenemos derecho a que se nos informe de todo esto. Que nosotros también nos tomamos la hiperactividad muy en serio… más en serio que nadie… y que tenemos derecho a elegir…

NEURODESARROLLO INFANTIL Y REEDUCACIÓN PSICOMOTRIZ: Instituto Médico del Desarrollo Infantil y Vegakids

REEDUCACIÓN AUDITIVA: Método Berard y Vegakids

INTEGRACIÓN SENSORIAL – ESTIMULACIÓN TÁCTIL Y VESTIBULAR: Clínica Ocupacional Terapéutica Isabelle Beaudry

REEDUCACIÓN OCULAR: Optometría comportamental

HOMEOPATÍA: Instituto Médico del Desarrollo Infantil

TMR (TERAPIA DE MOVIMIENTOS RÍTMICOS): Harald Blomberg y Eva María Rodríguez

Varias de estas terapias tienen como objetivo incidir en el sistema nervioso haciendo que madure y desaparezcan los síntomas de forma definitiva.

Estas son alternativas que yo conozco, si sabes de alguna otra, házmelo saber, y si quieres más información, escríbeme.

Saludos amigo lector. Gracias por estar ahí.
Rosina Uriarte (2007)

Dos libros diferentes:
– “La otra cara de la hiperactividad” del Dr. Jorge Ferré Veciana y la Dra. María del Mar Ferré Rodríguez. Ediciones Lebón.
– “El déficit de atención sin fármacos” de Gladys Veracoechea Troconis. Editorial Psimática

*NOTA: cuando escribí este artículo no conocía aún el método PADOVAN. Aconsejo a quien pueda interesarle el tema que se informe aquí.


“El TDAH y los tratamientos que no tienen base científica”