Publicado en Vivir para Crecer
Rosina Uriarte
Guy Berard, médico cirujano y otorrinolaringólogo francés, inventó hace ya más de cuarenta años la terapia de reeducación auditiva que lleva su nombre.
Se trata de de un método que, mediante la escucha de música adaptada, tiene el objetivo de mejorar la calidad de nuestra audición.
Pero va mucho más allá de lo que pueda parecer en esta simple explicación, pues está demostrado que la forma en la que oímos determina nuestro estado de ánimo, nuestro comportamiento y otros factores de importancia como la capacidad de atención…
A pesar de ser una terapia aún no contrastada por la medicina y, por lo general, desconocida por parte de la mayoría de los profesionales de la otorrinolaringología, existen numerosos estudios y publicaciones que avalan los beneficios de esta técnica. Son cientos los reeducadores auditivos que la aplican en el mundo entero y muchas las asociaciones de pacientes tratados por este método que dan fe de sus resultados positivos.
En base a su experiencia con pacientes a lo largo de los años, Berard llegó a varias conclusiones: que muchos de los estudiantes con pobre rendimiento escolar tienen deficiencias en su calidad auditiva; que la mayoría de los niños autistas sufren de una hiperaudición que en muchos casos puede llegar a ser dolorosa; que la casi totalidad de los niños y adultos depresivos muestran un patrón común en su audiograma… Estas conclusiones dan una idea de la importancia del efecto de la audición en nuestro comportamiento y en cómo nos sentimos, nos relacionamos y funcionamos en nuestras tareas diarias.
El doctor Berard hizo muchos más descubrimientos e ideó la terapia de reeducación auditiva, que al igual que si de una gimnasia para el oído se tratara, soluciona o mejora muchos de los problemas mencionados.
Estas mejoras las han experimentado a lo largo de varias décadas, miles de niños hiperactivos, con déficit de atención, problemas de lenguaje, autistas, personas depresivas, mayores con pérdida gradual de agudeza auditiva… incluso estudiantes de idiomas, músicos y cantantes…
El tratamiento es sencillo y se realiza en diez días, con dos sesiones diarias de media hora cada una. Durante estas sesiones el paciente escucha una música cuyas frecuencias han sido filtradas para adaptarse a sus necesidades concretas.
Para determinar los objetivos a conseguir con el tratamiento se ha de llevar a cabo una audiometría que refleje cuáles son las condiciones exactas de la audición del paciente y cuáles las posibilidades de mejora con la reeducación. Al quinto día de terapia se volverá a realizar una audiometría para observar los cambios y la conveniencia de readaptar la modulación de la música para una mayor eficacia del tratamiento. Una tercera audiometría se hará al final del décimo día para comprobar los resultados. Pero éstos no serán definitivos, puesto que el efecto de la reeducación seguirá produciendo cambios a lo largo de los siguientes sies meses, después de los cuales se realizará la última de las pruebas auditivas.
La edad mínima en la que puede aplicarse la reeducación auditiva son los tres años, aunque Berard aconseja que se espere hasta los cuatro o cinco. En cuanto a la edad máxima, no hay límite, y es un tratamiento del que podríamos beneficiarnos todos
Muy buen blog, estudio magisterio y me ha gustado mucho 🙂
Gracias Patry. Yo también estudié magisterio, es una pena que en la carrera te enseñen pocas de las cosas que son realmente interesantes y necesarias.
Saludos,
Rosina Uriarte
Rosina no tengo palabras para agradecerte lo que nos ayudas a las mamis de pequeños con problemas. Una pregunta,a mi hijo la prueba de los potenciales evocados le salió bien,¿eso significa que no tiene problemas auditivos, o puede que escuche muy bien pero no tenga calidad auditiva? Saludos y muchas gracias
Hola,
los potenciales evocados sólo nos dicen que el niño “oye”, pero no cómo lo hace. Por lo que sí puede haber problemas auditivos independientemente de los resultados de estas pruebas. Tiene que ser un terapeuta del método Berard quien evalúe al niño e interprete su audiometría para poder informarte de cómo oye tu hijo y si sería necesaria o no la terapia de la reeducación auditiva.
Gracias por tus palabras de apoyo.
Saludos,
Rosina