Cuando se trata de trabajar el desarrollo infantil, es importante dejar de lado la creencia común de que han de trabajarse los sÃntomas de lo que observamos en los niños. Tiende a creerse que lo que vemos es el problema, cuando en realidad es sólo la manifestación del mismo. La causa subyace no visible y es ahà precisamente a donde hemos de dirigirnos para dejar de poner parches y tratar los problemas desde la raÃz.
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Cada dÃa son más los niños que muestran dificultades en su aprendizaje o en su conducta. Sin embargo, pocos padres o educadores son conscientes de que estos problemas no son causados por la educación o la disciplina recibida por el niño. Y tampoco se deben muchas veces a una inmadurez que se corregirá con el tiempo. Sino que en realidad responden a un desarrollo irregular o incompleto que habremos de reforzar.
Dejar de poner parches en el desarrollo de nuestros niños
Convencionalmente tratamos las dificultades de aprendizaje o conducta con ejercicios de lectura, escritura, matemáticas o de entrenamiento de la atención. Sin embargo, el neurodesarrollo nos muestra cómo estas dificultades que observamos son solo sÃntomas de un problema de fondo. Un único problema que puede manifestarse con sÃntomas a varios niveles: cognitivo, social, emocional o fÃsico. Es necesario que busquemos las causas de esos sÃntomas para asà dejar de poner parches y llegar a soluciones definitivas.
Por poner un ejemplo, pensemos en un niño que tiene problemas para escribir. Una de las razones puede ser que no haya superado el reflejo primitivo de agarre de cuando era bebé. La motricidad fina solamente podrá madurar si lo ha hecho primero la gruesa, lo cual quiere decir que para poder utilizar las manos de una manera precisa como en la escritura, primero el niño tiene que haberlas utilizado a un modo más general como pueda ser sujetando su propio peso sobre sus manos llevándolas bien abiertas en las etapas motrices del arrastre y el gateo. Etapas que además propician la pinza entre el dedo pulgar e Ãndice. Este trabajo que realiza el bebé durante su primer año de vida permitirá al niño de primaria coger bien el lápiz y tener las destrezas manuales necesarias para escribir correctamente y sin esfuerzo.
Por lo tanto, el trabajo a realizar con este niño pasarÃa por incluirá ejercicios y juegos en los que pueda extender su mano y soportar peso en la misma como pueda ser el gateo o la carretilla.
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Rosina Uriarte