Dicen que los bebés eligen a sus papás antes de nacer. Por ello desde que nacen saben que les quieres con todo tu ser y que incluso darías la vida por ellos. Me faltan palabras para poder describir ese amor tan inmenso al que yo le llamo unión de almas.
Sé que mi niña me eligió para superar todos los desafíos que la vida nos depara y que juntas vamos a aportar al mundo lo mejor de nosotras. Y para ello no estaremos solas, habrá personas en el camino que nos aportarán lo mejor de sí para ayudarnos en nuestro crecimiento personal.
Carla tiene 2 años y desde que era muy bebé pudimos observar que era diferente a otros bebés. Pasaba horas y horas durmiendo, cuando la llamábamos no nos miraba, tendía a jugar sola y no quería interactuar ni con otros niños ni con los miembros de la familia. Cada día que pasaba nos íbamos dando cuenta de aspectos que no eran normales para niños de su edad y fue cuando en la consulta de la pediatra le diagnosticaron TEA (Trastorno del espectro autista, así como retraso madurativo y del habla). Pasamos por varios profesionales que nos confirmaron el diagnóstico así que sin pensarlo pasamos a la acción.
La niña comenzó en atención temprana, así como en logopedia donde tuvo sus primeros avances. Pero en mi ser sentía que tenía que hacer algo más y no quedarme con los brazos cruzados esperando las largas listas de espera para acudir a los diferentes profesionales que pudieran ayudar a Carla. Así que comencé a informarme, a formarme y a buscar la manera para poder ayudarla y tener las herramientas suficientes para ver muchos más avances. Yo solo pedía a dios, al universo, a la vida que llegarán a mí personas que me pudieran aportar su granito de arena para que mi niña mejorara su condición.
Y fue cuando después de años sin coincidir volvió a mi vida un alma bella, que me comentó de una formación que estaba haciendo desde hacía meses y que con el corazón en la mano me la recomendaba. Yo ni lo dude, confíe plenamente en ella y vi la masterclass “MIMANDO LAS ESTRELLAS” impartido por Rosina Uriarte. Y sin dudarlo, mirando las estrellas vi un ángel que me está aportando los conocimientos y herramientas para ayudar a Carla.
En tan solo unas semanas he visto evolución en la niña practicándole masajes con presión y llevando a cabo las indicaciones que ella me aporta trabajando las causas, no los síntomas, que es lo que trabaja el resto de los profesionales. Sin lugar a dudas me queda mucho camino por recorrer, pero tengo la Fe y el convencimiento que estoy haciendo lo correcto.
Las grandes personas llegan a tu vida cuando más lo necesitas y me siento muy afortunada de que Rosina y la formación “MIMANDO LAS ESTRELLAS” hayan llegado a mi vida en el momento más adecuado para poder brindar a mi niña lo más bonito de esta vida porque ella me eligió y ella es mi bendición.
Gracias, Gracias, Gracias.
Natalia V. P.
¡Gracias a ti, Natalia!
Aquí estoy, emocionada releyendo este precioso testimonio.
Deseando compartirlo. Y deseando también ver muchos más cambios en Carla.
Sé que es posible y que llegarán.
Mientras, su mamá tiene un bonito camino de aprendizaje y trabajo por delante.
Es un orgullo y una satisfacción muy grande que personas como ella formen parte del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨
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Un abrazo,
Rosina