aprendizaje archivos - Página 11 de 15 - ROSINA URIARTE

REFLEJOS PRIMITIVOS NO INTEGRADOS

Cuando los reflejos primitivos no se integran en el momento adecuado, pueden afectar al desarrollo en su globalidad, y por consiguiente, al aprendizaje infantil.

Cuando insistimos en la importancia de que los niños pasen por todas las etapas del desarrollo motor en el primer año de vida, es porque de ello depende su desarrollo posterior. Estas etapas o grandes hitos del desarrollo (levantar la cabeza, rodar, arrastrarse, gatear y sentarse solo, todo ello antes de caminar), sientan las bases de todo lo que ha de venir. Si no se producen en las condiciones deseadas, el niño no dispondrá de las mejores oportunidades para seguir adelante en su desarrollo y llegar a su aprendizaje escolar con facilidad y garantías de éxito. Esto no significa que el niño  no pueda tener éxito en la escuela y que irremediablemente esté abocado al fracaso escolar, no es así… significa que puede no contar con todas las herramientas neurológicas (las conexiones y estructuras cerebrales necesarias) para lograrlo con facilidad y sin realizar un sobreesfuerzo.

Sólo si damos a un bebé las oportunidades de pasar por estas etapas, logrará hacerlo. Esto supone poner al niño en el suelo y librarle de cualquier artilugio que pueda restringir su libre movimiento. De esta forma, y gracias a los movimientos que conforman estos grandes hitos del desarrollo, el niño inhibirá los reflejos primitivos con los que nació y que le ayudan precisamente a cumplir con estas etapas del desarrollo. Ha de cumplirlas para que los reflejos primitivos, tras realizar su misión, puedan «descansar» y dejar el protagonismo a otros reflejos posturales más avanzados.

Podemos pensar que ser más o menos diestro o hábil físicamente no tiene gran importancia, pero si pensamos que el desarrollo físico (que pertenece a las áreas más básicas del cerebro), sostiene el desarrollo emocional, social e intelectual (de áreas cerebrales más sofisticadas), entonces nos damos realmente cuenta de lo que implica no adquirir estas destrezas motrices.

Este vídeo refleja perfectamente las consecuencias de la falta de experiencias motrices necesarias y de la permanencia de reflejos primitivos activos. Esta niña no cuenta con todas las oportunidades y las mayores facilidades para poder tener éxito en el ballet, pero seguramente que tampoco cuenta con estas oportunidades y facilidades en otras áreas como el aprendizaje en la escuela. Porque si no puede controlar su cuerpo en movimiento, menos aún podrá controlarlo en reposo guardando una postura adecuada para poder prestar atención en clase. Si es incapaz su cerebro de enviar la orden correcta a sus pies y a sus piernas, difícilmente podrá hacerlo con sus ojos para enfrentarse con la lectura o sus manos para la escritura.

Rosina Uriarte

Ejemplo de niña con reflejos primitivos no integrados:

“EL DÉFICIT DE ATENCIÓN SIN FÁRMACOS. Una guía para padres y docentes” de GLADYS VERACOECHEA TROCONIS

El déficit de atención sin fármacos
El déficit de atención sin fármacos
“EL DÉFICIT DE ATENCIÓN SIN FÁRMACOS. Una guía para padres y docentes” de GLADYS VERACOECHEA TROCONIS
Editado por Psimática
Si ya era buena la primera versión del libro “El déficit de atención sin fármacos”, mucho mejor es esta nueva edición revisada y ampliada. Gladys Veracoechea nos ofrece una visión actualizada y “humana” de cómo entender y trabajar este trastorno, que cada día es más común entre nuestros hijos y alumnos.
Este libro nos hace reflexionar sobre muchos aspectos de lo cotidiano en el TDA-H. Situaciones con las que convivimos a diario en casa y en el aula, a veces cuestiones que no nos hemos siquiera planteado. El hecho de ser conscientes de las mismas puede suponer una importante diferencia para que estos niños salgan adelante en las mejores condiciones posibles.
Es un documento imprescindible para los padres, pues necesitamos conocer bien el problema con el que nos enfrentamos y cómo manejarlo. Pero a muchos nos preocupa especialmente el desconocimiento que existe sobre el TDA-H entre los profesionales docentes que trabajan con nuestros hijos. Demasiado frecuentemente, este desconocimiento y la incomprensión por parte de los profesores suponen una barrera adicional a las muchas que impiden que estos chicos tengan las oportunidades que se merecen para llegar a conocer lo que es un mínimo de éxito en su vida escolar.
La situación es realmente grave si tenemos en cuenta que en cada aula hay un niño hiperactivo de media y otros tres o cuatro niños con problemas de atención. Esto hace que sea imperante la necesidad de formación e información por parte del profesorado. Y ya que, lamentablemente no se nos prepara en las universidades para enfrentarnos a estas dificultades en nuestra labor docente, nos queda la opción de informarnos sobre el TDA-H como única vía para poder afrontarlo dentro de nuestras posibilidades.
El libro “El déficit de atención sin fármacos” es una gran herramienta para obtener esta información. Se dirige al lector en un lenguaje claro, sencillo y directo. Está muy documentado con gran cantidad de estudios que avalan la opinión de la autora y que muchas otras personas compartimos.
Incluye consejos prácticos útiles enfocados a ser aplicados en el hogar y en el aula para ayudar a los niños con TDA-H a aprender a organizarse, a controlar su conducta, a planificar sus tareas, a relacionarse mejor con sus compañeros…
Frente a la medicación se nos plantean otras opciones no encaminadas a enmascarar los síntomas durante unas horas, sino a mejorar la vida del niño de una forma definitiva y natural, sin ningún tipo de efectos secundarios negativos.
Me gustaría resaltar una idea que refleja Gladys en su obra y con la cual estoy totalmente de acuerdo: todos los niños son diferentes, dejemos de poner unas mismas siglas a un porcentaje tan grande de ellos y a darles una misma medicación como única solución paliativa. Los diagnósticos acompañan a los niños a lo largo de toda su vida escolar, negándoles la oportunidad de que los demás les vean con otras lentes que no lean constantemente las siglas “TDA-H”. Si en lugar de centrarnos en el diagnóstico, lo hacemos en los niños y sus características propias, si trabajamos éstas y buscamos cómo solucionar sus dificultades concretas, los diagnósticos dejarán de tener validez y los niños serán sólo eso: niños. Cada uno con su nombre, sin siglas que los marquen y los clasifiquen “para siempre”.
Hay muchas formas de trabajar con los niños con dificultades en su atención, la sociedad debe conocerlas para poder permitir a estos niños avanzar y crecer.
La autora lo explica así: “A medida que estudio más el TDA, le resto más importancia a los diagnósticos tipo etiquetaje. Lo valioso de un diagnóstico es que sea realmente descriptivo del funcionamiento de la personalidad y además que sea útil para establecer los tratamientos adecuados. Cada vez creo más en la necesidad de trabajar con los niños estudiando muy bien su sintomatología (aquellas conductas que pudieran ser indicadores de que algo no está funcionando bien en sus procesos de desarrollo, tanto atencional como emocional), buscar el origen de la misma y trabajar conjuntamente con padres y docentes para lograr que ese niño se integre mejor, se desarrolle adecuadamente y sea más feliz.”

MIND MOVES EN ESPAÑA

De izquierda a derecha: Rafael de Mora (terapeuta en Las Rozas y autor de «El alma del disléxico»), Lydia Galindo y Ana Madrigal (del Gabinete ASO en Bilbao), Isidro García (del Instituto Mind Moves España y director del centro DAYON en León), Rosina Uriarte (del CBET Brisbane en Castro Urdiales), Silvia Sabatés (del centro La Llave del Don en Las Rozas), Melodie de Jager (creadora de Mind Moves en Suráfrica y formadora en España), Loles Miquel (terapeuta en Valencia, León y Perú), Jone Barrutieta (La Llave del Don en Las Rozas), Anabel Iricibar (del Gabinete ASO en Bilbao) y Julia Otero (del Instituto Mind Moves España y centro Dayon en León).

Recientemente tuve el privilegio de participar en la primera parte del curso superior de MIND MOVES ® (MENTE EN ACCIÓN), celebrado en Las Rozas, Madrid.
La doctora Melodie de Jager, creadora del método, voló desde Suráfrica para entusiasmarnos una vez más con su saber y ese don que tiene para transmitirlo.
Mind Moves ha marcado una diferencia en todos los asistentes al curso, sin duda alguna. Principalmente por tratarse de un método tan completo y tan sencillo a la vez.
Es completo porque reúne en sí la experiencia y los conocimientos de otros muchos métodos que buscan explicar cómo funciona el sistema nervioso, cómo se desarrolla y qué ocurre cuando este desarrollo no es el esperado. De esta forma, busca la causa de las dificultades en niños y adultos, y cómo trabajarla directamente.
Es un método sencillo porque se basa en lo que la naturaleza nos muestra, y de la naturaleza aprende cómo reparar los fallos en el desarrollo, siguiendo paso a paso lo que es natural, utilizando las mismas herramientas y métodos que son naturales.

Cuando se conoce cómo se produce el desarrollo desde la concepción y en los primeros meses de vida, se hace sencillo y lógico que la respuesta a los fallos en este desarrollo conlleve repasarlo paso a paso y dar una “segunda oportunidad” para que se produzca adecuadamente.

Sabemos que los problemas de conducta y de aprendizaje proceden casi siempre de una causa de fondo que tuvo su origen en la concepción (podría haber una predisposición genética), en el embarazo, el parto o los primeros meses de vida (principalmente el primer año).
En este período es cuando están funcionando y madurando las áreas más básicas y primitivas del cerebro humano. Son áreas a las que no tenemos acceso desde la consciencia, por lo que no sirve que intentemos solucionar los problemas con palabras, hablando con la persona, trabajando con técnicas de modificación de la conducta. Tampoco tiene sentido que trabajemos con trabajo cognitivo, haciendo que el niño entrene su atención con fichas o haciéndole leer, escribir o resolver operaciones matemáticas.

Las áreas del cerebro en las que se produjo “el fallo” que dio origen a los problemas que observamos hoy en el niño o el adulto, son anteriores a todo esto que nos empeñamos en trabajar. Estas áreas cerebrales no entienden el lenguaje de las palabras, no pueden leer ni escribir, no saben de matemáticas… No podemos entrenarlas con funciones que corresponden a áreas cerebrales más sofisticadas, áreas pensantes y conscientes. Esto equivaldría a tener una infección en un pie y empeñarnos en curar la cabeza. Es ver solamente la punta del iceberg que asoma fuera del  agua, sin ser conscientes que por debajo hay una gran superficie con la cual podríamos chocar y que precisamente es la que debe preocuparnos y de la que debemos ocuparnos.

El desarrollo es como una cadena. El primer eslabón se crea en la concepción y los últimos se forman en torno a los seis años de edad. A los seis años está ya la “cadena” prácticamente completa porque el niño de esta edad cuenta con todas las capacidades que necesitará para el resto de su vida, sólo le queda crecer y aprender. Pero ya tiene todo lo que necesita para hacerlo, no precisa desarrollar habilidades humanas nuevas, están todas en él.

Si falla un eslabón en la cadena, ésta será débil y correrá el riesgo de romperse. Cuando surgen dificultades que no podemos manejar, que no sabemos cómo arreglar, que parecen no depender de nosotros… es porque los eslabones que fallan son los que se crearon más tempranamente y sobre los que no tenemos ningún control consciente. Entonces, ¿cómo llegamos a ellos para repararlos?

Pues sólo hay una manera: haciendo lo mismo que hace la naturaleza para crear estos eslabones. Tenemos que volver atrás en el desarrollo. Evaluar éste en el niño (o el adulto) para saber qué eslabón está débil o roto, y es ahí donde tenemos que trabajar para repararlo. Lo haremos con las herramientas y el lenguaje que estas partes más primitivas del cerebro sí entienden.

Para comprenderlo mejor, pensemos en un bebé recién nacido. No puede interpretar las palabras de su madre por lo que no sirve de nada que le digamos que deje de llorar, que todo está bien. Sin embargo sí entiende el tono de su voz, su olor, su calor, el contacto con su cuerpo, el acunamiento en sus brazos… También el feto, antes de nacer, recibe estimulación a través del tacto, el movimiento y el oído. Incluso los sentidos del gusto, el olfato y la visión comienzan a recibir información con la que colaboran en la maduración del cerebro, creando nuevas conexiones y circuitos neuronales, nuevos eslabones en la cadena del desarrollo.

El lenguaje que llega al cerebro del feto y del bebé es el lenguaje de los sentidos.

Los sentidos se desarrollan en un orden concreto y tienen mayor  importancia dependiendo del momento en el que se encuentra el cerebro en evolución. Los músculos también se fortalecen y desarrollan en un orden concreto y el niño va atravesando cada etapa en su desarrollo secuencialmente, una tras otra, también en un orden determinado. La naturaleza ha establecido este orden para asegurarse que cada nuevo logro se sostiene firmemente sobre los anteriores, requisitos previos que son necesarios para garantizar la eficacia de cada nueva adquisición.

Para que este orden se cumpla existen los reflejos primitivos. Éstos “obligan” al niño a realizar todos los movimientos que lleva a cabo en el útero y durante su primer año de vida. Desde dar pataditas en el vientre de su madre a pasar por el canal del parto y llorar nada más nacer para poder respirar. Dese succionar hasta acabar levantando su cabecita, rodando, arrastrándose y gateando para luego poder sentarse y ponerse de pie para caminar. Hacen que el bebé agarre cosas que llegan a su mano y se las lleve luego a la boca para su exploración, que se mire las manos en un comienzo de coordinación óculo-manual o que grite y llore llamando a su madre ante cualquier ruido o posible amenaza. Harán que llegue a ser capaz de cambiar de postura y más delante desplazarse para conocer el mundo en el que vive.

Los primeros y más importante eslabones de la cadena del desarrollo, esos que solemos comparar con “los cimientos” del “gran edificio” en el que se convertirá el niño, dependen directamente de estos reflejos primitivos. Y éstos deben sucederse también en un orden establecido para que todo vaya bien.

Una vez que cada uno de estos reflejos primarios ha cumplido la función por la cual está presente, debe inhibirse o acallarse, dejando el lugar y el protagonismo a reflejos más maduros que nos apoyarán el resto de nuestra vida.

Cuando esto no se completa, cuando un reflejo no ha podido llevar a cabo su misión y dar paso al siguiente reflejo, ocurre que queda “atrapado” y presente, impidiendo el correcto desarrollo, a modo de baches y grandes piedras en el camino. Así, en lugar de manejarnos en la vida como si condujéramos un buen coche por una autopista bien asfaltada, tendremos que arreglárnoslas con un viejo coche sorteando estos obstáculos en la carretera. Todo se hace más difícil, aunque no imposible.

Mind  Moves evalúa el estado de maduración en el que se encuentra el sistema nervioso del niño o el adulto, o lo que es lo mismo: evalúa su desarrollo observando cómo se produjo la secuencia de los reflejos primitivos en la persona. Cuando queda alguno de éstos activo, debe trabajarse para lograr que se inhiba y así deje el camino libre, para que la persona pueda funcionar eficazmente en todas las áreas.

Este método da prioridad a la secuencia u orden en el desarrollo. Por ello comienza evaluando el primero de los reflejos primitivos para comprobar si maduró y se inhibió correctamente, trabajándolo si resultara necesario, o pasando al siguiente para volver a realizar el mismo proceso.

El tratamiento en Mind Moves consiste en realizar sencillos ejercicios de movimiento y estímulos táctiles y propioceptivos (masaje o presión profunda que informa al sistema nervioso de dónde está cada parte del cuerpo, dónde están los límites de éste y en qué postura nos encontramos en cada momento) principalmente. Estos ejercicios están inspirados en lo que hace el bebé de forma natural para inhibir estos reflejos, en lo que la naturaleza ha establecido como necesario para lograr un correcto desarrollo en el momento del mismo en el que se produjo el fallo que ahora necesitamos trabajar. Son ejercicios que hablan el mismo “lenguaje” que entienden las capas del cerebro en las que actúa el reflejo primitivo que está presente y buscamos inhibir.

Como decíamos antes, este lenguaje que utiliza Mind Moves es el más primitivo de todos, el primero. Porque ésta es la forma en la que podemos comunicarnos con las partes de nuestro cerebro que no están haciendo bien su función, lo que se detecta en forma de problemas en el desarrollo o el aprendizaje de la persona.

Mind Moves permite trabajar desde dos vertientes: la terapéutica en el tratamiento de las dificultades y la pedagógica al incluirlo en los programas escolares como prevención desde el aula.

En Julio esperamos terminar la formación superior en Mind Moves. Se celebrará de nuevo el primer curso superior. Para informarse sobre estos cursos o el inicial, podéis dirigiros a MIND MOVES ESPAÑA.

MIND MOVES EN LA UNED

Con Melodie de Jager y mis compañeras del Gabinete ASO, de Bilbao.
Melodie de Jager con Rosina Uriarte
Melodie de Jager y Rosina Uriarte

«OJOS SOBRE LA PISTA. EL ESLABÓN QUE FALTA PARA UN BUEN APRENDIZAJE. GUÍA PARA EDUCADORES»

ojos sobre la pista

«Ojos sobre la pista» es una guía para educadores que explica de una forma clara y muy concisa, por medio de sencillos ejemplos y dibujos, los posibles problemas visuales que pueden afectar a los alumnos.
Explica la diferencia entre “vista” (agudeza visual de lejos, lo que normalmente se evalúa exclusivamente) y “visión” (todas las funciones visuales necesarias para el buen funcionamiento del sistema visual y en concreto, lo que más nos interesa: las funciones visuales necesarias para poder leer, escribir y realizar cualquier otra tarea de cerca en el aula).
Enumera síntomas de un mal funcionamiento visual, explica qué es y cómo se realiza la terapia visual… Y lo mejor de todo: contiene ejercicios y actividades para poder llevarlas a cabo en el aula y así favorecer las habilidades visuales en los alumnos.
El formato es atractivo pues es un libro grande con una letra e imágenes también grandes y muy visuales. El material que propone está en formato fotocopiable.
Para que podáis informaros mejor, os dejo este enlace:

«MI HIJO APRENDE JUGANDO» POR MARC GINER

Mi hijo aprende jugando

“Mi Hijo Aprende Jugando”, escrito por el psicopedagogo Marc Giner y publicado por la editorial Larousse, es una guía muy útil para los padres.
Une conceptos generales y muy prácticos con otros novedosos en este tipo de publicaciones. El autor incorpora los avances de la neurociencia en el desarrollo infantil, y los transmite en esta obra para una mejor comprensión de la importancia del juego en el aprendizaje del niño.
Cuenta con propuestas para favorecer el desarrollo del niño a través del juego y a su vez potenciar su aprendizaje.
Juego y aprendizaje son dos conceptos inseparables en el niño menor de seis años, pues tal como indica el título: el niño aprende jugando.

QUÉ HACER POR SU HIJO CON LESIÓN CEREBRAL O…

Qué hacer por su hijo...

Qué hacer por su hijo con lesión cerebral o retraso mental, deficiencia mental, parálisis cerebral, epilepsia, autismo, atetosis, hiperactividad, síndrome de déficit de atención, retraso en el desarrollo, síndrome de Down

 

Glenn Doman

A través del boletín de espacioLogopédico.com me ha llegado la feliz noticia de que por fin se ha reeditado este maravilloso libro de Glenn Doman. «Feliz» porque somos muchos quienes llevábamos años lamentando la descatalogación de este libro en la editorial original, Diana.

Desde enero disponemos de él en la editorial EDAF y por fortuna, puedo seguir recomendándolo como uno de los mejores libros que pueda leerse por parte de padres y profesores de niños «especiales».

Es «el libro» sin duda, para quienes quieran conocer y comprender mejor la organización neurológica. Cómo y por qué trabajar con niños con disfunciones en su sistema nervioso, disfunciones tan variadas que van desde la parálisis cerebral hasta las dificultades de aprendizaje. Y que, al fin y al cabo, se hallan todas en el mismo sitio: el sistema nervioso.

Esto no quiere decir que estos problemas tan dispares se trabajen de la misma forma. De aquí surge la importancia de conocer en profundidad el desarrollo infantil y el nivel que ha adquirido cada niño en cada una de las áreas del mismo.

Glenn Doman nos cuenta cómo tomó conciencia de la importancia de este hecho y cómo fue esto lo que dio un giro a su vida profesional y al concepto obsoleto de tratamiento que hasta entonces se venía realizando y que aún hoy, después de más de 50 años, por desgracia sigue vigente.

Si quieres conocer mejor las bases de la organización neurológica sobre la que se fundamenta no sólo el método Doman, sino muchos otros que han ido surgiendo posteriormente, no dudes en leer este libro.

Su estilo directo y ameno hacen que sea recomendable tanto para profesionales de la salud y la educación, como para padres.

Personalmente lo considero una lectura clave para todo aquel que haya entrado en este blog y esté leyendo esta entrada.

Saludos,

Rosina Uriarte

Institutos para el Logro del Potencial Humano (Doman)

«El combate de la pequeña Malin. Historia de éxito con el método Doman o de los Institutos para el Logro del Potencial Humano»

¿POR QUÉ YO NO PUEDO? FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS DE LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE

"¿Por qué yo no puedo?" de María Jesús López Juez

«¿POR QUÉ YO NO PUEDO? FUNDAMENTOS BIOLÓGICOS DE LAS DIFICULTADES DE APRENDIZAJE»
MARÍA JESÚS LÓPEZ JUEZ
María Jesús López Juez es doctora en neurociencia y lleva más de veinte años trabajando con niños con lesión cerebral y problemas de desorganización neurológica.

En este sencillo, y a la vez profundo, libro, plantea las dificultades de aprendizaje desde la perspectiva del “neuroaprendizaje”. Un concepto novedoso que nos aporta nuevas claves para comprender y tratar estas dificultades en los niños.

Dificultades tales como retrasos en la lectura, la escritura, baja comprensión del lenguaje oral, lentitud al captar información, déficit de atención o inatención, mala postura corporal, desorden, inmadurez general… Todas ellas “tienen un denominador común: su origen está en el cerebro del niño. Es el cerebro el que lee, escribe, habla y comprende. Por lo tanto, cómo se haya desarrollado el cerebro del niño va a tener una influencia decisiva en cómo procesa la información de tipo escolar.”

La gran conclusión final, y que refleja una realidad necesaria de difundir, es el hecho de que la organización y madurez que alcanza el Sistema Nervioso Central del niño juega un papel determinante en su capacidad para aprender y en cómo aprende.

“Entre las herramientas neurológicas de las que dispone nuestro cerebro, son especialmente importantes para el aprendizaje las relacionadas con el procesamiento de la información visual -captada a través de los ojos-, las de procesamiento auditivo -captada a través de los oídos-, y las que se engloban en la respuesta psicomotora. Estas herramientas visuales, auditivas y motoras, son las básicas y las primeras que se van a desarrollar, pero además van a interaccionar entre ellas generándose otras nuevas herramientas neurológicas.”

María Jesús nos habla de la ruta motora, la visual y la auditiva, de cómo se desarrollan y cómo llevan al niño a disponer de los requisitos necesarios para que su aprendizaje sea el adecuado.

También nos brinda información sobre las posibilidades de las que disponemos para trabajar con el niño buscando que alcance este nivel de madurez necesario.

Les planteamos un trabajo de fondo que no trate el síntoma externo observable, sino que penetre la raíz del proceso. Un trabajo que no vincule al niño con una patología, sino que indague y opere en su proceso de desarrollo.”

El libro concluye con un mensaje de esperanza: hay otras formas de abordar las dificultades de aprendizaje. El trabajo desde la organización neurológica logra dotar al niño de los circuitos neuronales que necesita para tener éxito en el aprendizaje. Y estos circuitos son estables en el tiempo, lo cual significa que las mejoras son definitivas.

Para adquirir el libro, dirígete al Centro de Organización Neurológica NEOCORTEX
Cra. De Boadilla s/n
28220 Majadahonda, Madrid
Tel.: 902 157 596
http://www.neocortex.es/

LA LATERALIDAD. 100 PREGUNTAS – 100 RESPUESTAS

Carmen Díaz escribe este comentario sobre uno de los nuevos libros publicados por el doctor Jorge Ferré y la doctora María del Mar Ferré.

La opinión de Carmen supone siempre una gran aportación a este blog. ¡Gracias, Carmen!

Lateralidad infantil
«Lateralidad infantil 100 preguntas 100 respuestas»
Jorge Ferré Veciana
Mª Mar Ferre Rodriguez

Este libro cayó en mis manos hace dos días y lo devoré con avidez en pocas horas. En él los autores presentan una selección de 100 preguntas, con sus correspondientes respuestas, realizadas por los alumnos que han seguido las 10 ediciones de los cursos on-line sobre lateralidad. Es el complemento perfecto de los dos libros anteriores sobre lateralidad del Instituto Médico.

Las preguntas están agrupadas por temas, con una interesante y clarificadora introducción de los autores para cada capítulo. Su lectura es amena, son preguntas reales y muchas de ellas también me surgieron cuando leí los libros anteriores sobre lateralidad o durante el tratamiento que sigue mi hijo precisamente para resolver sus problemas en este campo.

Sé que el libro está escrito pensando en los profesionales, pero lo considero una ayuda inestimable para los padres, por supuesto en ningún caso para emitir diagnósticos ni establecer terapias, pero sí para comprender mejor las claves del fascinante mundo del desarrollo infantil y de la lateralidad.

La lateralidad va mucho mas allá de la mano con la que se escribe y está íntimamente relacionada con la comprensión del mundo que nos rodea y por supuesto con el aprendizaje, la atención, el comportamiento…, sin un orden interno es difícil organizar la información que nos llega del exterior. Es desde luego un terreno altamente resbaladizo y poco conocido para muchos, incluidos muchos profesionales que tratan con niños.

Lo considero especialmente interesante para los padres de niños con desórdenes de la lateralidad, es imposible detectar un problema si no se sabe siquiera que existe y muchas veces somos los padres los que nos damos cuenta de que pasa algo y le ponemos nombre después de leer libros como éste. Para mí, el conocer el alcance de una lateralidad mal establecida y el detectarla mi hijo me ha dado fuerza y perseverancia para seguir el programa propuesto para su recuperación.

Carmen Díaz

Igualmente interesante y útil resulta esta otra publicación de los mismos autores: «Déficit de Atención e Hiperactividad. 100 preguntas – 100 respuestas». Ambas publicadas por la Editorial Lebón.

Déficit de atención e hiperactividad

«JORGE NO LEE COMO LOS DEMÁS». Problemas visuales en el aprendizaje de la lectura.

Rosa M. García, experta en optometría comportamental y terapia visual, amplía y enriquece una de las antiguas entradas de este blog. Se lo agradezco muchísimo y lo publico a continuación…

Publicado por Rosa M. García Hdez en VISIÓN Y APRENDIZAJE

En esta entrada Rosina Uriarte en su blog ESTIMULACIÓN TEMPRANA Y DESARROLLO INFANTIL, explica con palabras sencillas el problema que muchos niños tienen en el colegio en la etapa de aprendizaje de la lectura. Como no lo habría conseguido explicar mejor, os dejo aquí el testimonio íntegro de una madre:

Una tarde cualquiera en la consulta de Carlos…
– Madre de Jorge: “Buenas tardes.”

– Carlos: “Hola, buenas tardes. ¿Así que este chavalote es Jorge? Estás muy alto, ¿no estabas tú en segundo de primaria?”
– Jorge: “Sí.”
– C: “Pues seguro que eres el más alto de tu clase.”
– J: “Casi, Andrés me gana.”
– C: “¿Te gusta el cole?”
– J: “No mucho… Me cuesta leer, es muy difícil y la profe me riñe porque lo hago muy despacio y me equivoco siempre.”
– M: “Leo con él todas las tardes, pero acabamos los dos agotados después de leer tan sólo unas pocas líneas. Conoce bien las letras, pero no acaba de soltarse a leer y cada vez va más atrasado en clase. La profesora está preocupada y nosotros también. Hace poco le llevé a un oftalmólogo y nos dijo que el niño ve estupendamente. Pero una amiga me aconsejó que viniéramos para que le echaras un vistazo.”
– C: “Habéis hecho bien, vamos a echar ese vistazo. Siéntate aquí Jorge, y dime qué letras ves allí iluminadas en la pared…”
– J: “M”
– J: “B”
– J: “S”
– …
– C: “Muy bien, ésta ha sido fácil. Las letras han aparecido una por una. Vamos a ver qué pasa cuando salen todas juntas…”
– J: “M, B, …(silencio)”
– M: “No lo entiendo, él las conoce perfectamente, ¿por qué no las dice?”
– C: “Jorge no tiene problemas de agudeza visual, ve perfectamente y conoce las letras por eso las dijo todas cuando aparecieron por separado. Lo que pasa es que sus ojos no trabajan bien realizando los movimientos sacádicos, que son las fijaciones a saltos de izquierda a derecha que son necesarias para la lectura. Le cuesta hacer estos saltos de una letra a otra, a la segunda letra se ha cansado ya del esfuerzo y no ha podido seguir. Vamos a seguir haciendo más cosas a ver qué tal…”
– C: “Jorge, mira la punta de este bolígrafo mientras yo lo muevo delante de tu cara. No dejes nunca de mirarlo, ¿vale?”
– J: “Vale.”
– C: “Lo estás haciendo muy bien, este boli se mueve mucho. No dejes de mirarlo y dime, ¿cómo te llamas?”
– J: “Jorge”
– C: “Bien, ¿y cuántos años tienes?”
– J: “Ahhh… (deja de mirar el bolígrafo para contestar)… Siete”
– M: “Jorge, ¡has dejado de mirar el bolígrafo!”
– C: “Sí, es capaz de realizar movimientos horizontales, verticales, diagonales y circulares con los ojos siguiendo un punto móvil, pero esto le supone tal esfuerzo y concentración que no puede contestar a preguntas sencillas a la vez. Por esto no podrá entender lo que está leyendo. Aunque adquiera la mecánica de la lectura, no podrá comprender el texto.”
– M: “¡Es increíble! Ahora queda claro porque le cuesta tanto leer…! Una cosa más, antes de que se me olvide… él a veces dice que las letras se mueven cuando lee.”
– C: “Sí, por lo que veo, Jorge tiene una pequeña foria. Es algo así como un estrabismo, pero no se nota exteriormente. El cerebro debe ser capaz de fundir con comodidad las dos imágenes de los dos ojos y crear una sola. Jorge lo hace, pero con mucho esfuerzo, por lo que se cansa, y cuando esto ocurre deja de ver una sola imagen y las letras se mueven.”
– M: “¿Y qué podemos hacer?”
– C: “No te preocupes, os voy a dar unos sencillos ejercicios. Es como una gimnasia ocular. En unos pocos meses Jorge estará como nuevo y listo para leer. Os daré cita para dentro de dos meses y entonces decidiremos si hay que seguir o lo dejamos ya ahí.”
– M: “Muchísimas gracias, hasta entonces.”
– C: “Adiós. Y no te olvides de hacer los ejercicios todos los días.. ¿eh, campeón?”
– J: “No me olvidaré, lo prometo.”
Esta conversación es real, aunque los diálogos no han sido reproducidos de forma exacta. Jorge tiene otro nombre, pero es un niño real, que después de dos meses sólo necesitó otro mes más de reeducación ocular para ponerse a la altura de sus compañeros de clase en cuanto a lectura se refiere. Al cabo de dos años volvieron a ver a Carlos pues las letras de nuevo se movían cuando él se sentía cansado o algo débil. Volvieron al programa de ejercicios durante otros dos meses y fue dado de alta definitivamente.

Carlos también es un personaje real, y ése es su verdadero nombre. Es optometrista y muy bueno, por cierto.

El oftalmólogo es un médico que se ocupa de la salud ocular y del órgano del ojo en sí. Nos dirá si los ojos de nuestros hijos son sanos, o si sufren de miopía, etc. El optometrista, en cambio, es el profesional que se dedica al estudio del funcionamiento del ojo. Es esencial que los ojos funcionen de forma adecuada y cómoda para que los niños puedan leer sin realizar un esfuerzo añadido y con resultados considerados óptimos. Esto no es lo habitual en los niños que muestran problemas de inmadurez en su sistema nervioso, por lo que se hace necesaria la visita al optometrista en todos los casos de niños con dificultades, sobre todo los que las acusan en las tareas escolares.

Éste es mi pequeño homenaje a Carlos Pereda y a todos los optometristas infantiles, cuya labor es aún desconocida para la mayoría y tan necesaria para tantos niños.
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‘Jorge’ por aquel entonces, con 6 años, tenía verdaderos problemas en su lectura. Su tutora en aquel momento llegó a decirle a su madre que «no se hiciera ilusiones de que su hijo pudiera estudiar algún día». Sus problemas de lectura no eran los únicos, Jorge además tenía déficit de atención, lo cual complicaba el aprendizaje un poco más. “Leer dos líneas era tan agotador como correr dos kilómetros, yo acababa igual”- me decía la madre.

Toda esta andadura comenzó a los 4 años de Jorge, realizando terapia de organización neurológica combinada con Doman, Integración Sensorial y reeducación auditiva de Berard. En aquella exploración neurológica le comentaron a la madre que el niño «tenía muy pobre respuesta ocular», algo que no comprendió en ese momento pero que luego lo vio muy claro. A los 6 años acabaron en la consulta del optometrista funcional Carlos Pereda.

«Este profesional nos ‘abrió los ojos’ nunca mejor dicho… Vimos todos los problemas que tenía el niño para leer y todo tuvo por fin una explicación”.

Después de los 3 primeros meses de terapia visual “Mi hijo se lanzó a leer como si lo hubiese hecho toda la vida. No es que le gustase ni empezase a sacar buenas notas en el colegio, pero su rendimiento mejoró muchísimo y la tutora nos dijo que nunca había presenciado un cambio tan grande en un niño durante un curso (esto fue en 2º de primaria tras la terapia visual y auditiva).”

Después de ponerme en contacto con la madre de ‘Jorge’, 9 años más tarde, tras aquellos problemas de lectura, y tras seguir trabajando sus problemas generales de lateralidad y desarrollo neurológico (reflejos primitivos) con Terapia de movimientos rítmicos (TMR), la madre me decía : “Hoy mi hijo saca buenas notas (media de notables) en 4º de ESO. Hasta 2º de ESO (hasta acabar con la TMR) teníamos que estudiar con él y pelear el tema de los deberes durante horas. Ahora es autónomo y estudia solo. Es verdad que para hacerlo suele estudiar en la bici estática (te recuerdo que mi hijo ha sido hiperactivo) o copiando las lecciones escribiéndolas. Muchas veces estudia con música (no tranquila, sino de la «cañera» que le gusta a él)”.

La terapia visual que hizo Jorge en su momento era funcional no comportamental, trabajó muchas áreas, no sólo la visual, pero a día de hoy la madre me dice: “Sé que el sistema visual no está del todo bien. Pero él saca buenas notas, funciona autónomamente y es de los mejores alumnos de su clase. A pesar de esto, sé que sigue haciendo un sobreesfuerzo y esto me da mucha rabia.”

Esto nos indica que Jorge trabajó de manera aislada cada área: visual, motora, neurológica, auditiva, etc. pero no se comprobó que todos los sistemas estuvieran bien equilibrados unos con otros; es decir, que la información visual estuviera equilibrada con la de los demás sentidos. De esta manera se consigue automatizar los nuevos esquemas para poderlos llevar a cabo en la vida diaria sin ningún gasto de esfuerzo adicional.

Seguramente Jorge, antes de la terapia visual, tenía que esforzarse mucho y no veía los resultados en el colegio; aprendió qué es lo que debían hacer sus ojos para rendir mejor de una manera óptima, pero aún así, no integró esos esquemas; dicho de otra manera, el cerebro no automatizó lo aprendido, y él sigue haciendo sus actividades del día a día, con menos esfuerzo que hace años, pero no fácilmente.

Casos como el de Jorge requieren mucho esfuerzo durante la terapia, por parte del niño y por parte de los padres. Porque las terapias son largas y a veces las fuerzas y ganas flaquean. Pero merece la pena cuando ves que tu hijo mejora en el cole, cuando ves que ya no necesita tanto tiempo para estudiar y puede jugar, cuando él mismo disfruta yendo al colegio, cuando coge los estudios por él mismo y no porque se lo manden…

Esta entrada puede tomarse como una ‘petición’ hacia tantos profesores que no reconocen el esfuerzo que muchos niños hacen diariamente en el colegio. Para que no infravaloren su trabajo, su tesón y su capacidad para un futuro. Para que no minen su autoestima diciéndoles que no sirven para estudiar. Muchos de esos niños con más esfuerzo que los demás, consiguen labrarse un futuro, pero todos aquellos que no lo consiguieron posiblemente fue porque “se creyeron lo que les dijeron” y no demostraron que no era verdad.

Respetemos el primer DERECHO VISUAL DEL NIÑO:

“El derecho a que no se burlen de él, le cataloguen de ‘vago’, ni menosprecien su esfuerzo, simplemente porque no consiga llegar al nivel de sus compañeros, y sin que los mayores lleguen a valorar que pueda tener un problema visual causante de su comportamiento.

El derecho a que nadie le haga sentir inferior por el simple hecho de padecer un problema visual tratado no tratado. Por tanto, el derecho a que si tiene un problema visual que afecta a su rendimiento escolar, sea detectado lo antes posible y reciba el tratamiento visual más adecuado a él.”

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