Publicado en
ROSINA URIARTE
ESPECIALISTA EN ESTIMULACIÓN TEMPRANA.
El sistema educativo exige logros al niño sin tener en cuenta si posee las herramientas neurológicas necesarias.
¿Qué se entiende hoy por estimulación temprana?
Es una forma de concebir la educación y el tiempo
que pasa el adulto con el niño. Tiene como objetivo
apoyar su desarrollo en el momento más importante
ya que el cerebro es más plástico y está en pleno
crecimiento. Trata de ofrecer múltiples y variados
estímulos de forma que se creen nuevas conexiones
entre neuronas, y estas conexiones se fortalezcan
creando circuitos neurológicos que duren toda la
vida. Para lograr estos circuitos, hemos de repetir los
estímulos un número mínimo de veces.
¿Cuáles son los periodos más importantes en la
maduración del niño?
El período más importante de todos son los primeros
14 meses de vida, desde la concepción hasta que el
niño se pone a caminar y comienza a hablar. Luego,
el siguiente período en importancia es hasta los tres
años y por último, el que va de los tres hasta los seis,
cuando el niño ya ha adquirido todas las destrezas
del ser humano y está listo para iniciar el aprendizaje
formal en la educación primaria.
Neurología y estimulación temprana, ¿cómo se
conectan?
Conectan forzosamente ya que la Estimulación
Temprana ha de conocer y ser absolutamente
respetuosa con el proceso de crecimiento y
maduración cerebral para lograr su objetivo. La
Estimulación Temprana se basa en los conocimientos
de la neurociencia.
¿Cómo se puede trabajar en la nueva escuela
infantil?
La Estimulación Temprana no ha de entenderse
como algo separado del resto de actividades que
se realizan en la escuela infantil. Como decía, es un
nuevo concepto sobre cómo emplear nuestro tiempo
con los niños y saber que, además de realizar una
labor pedagógica, estamos apoyando su desarrollo.
Las actividades más típicas de la Estimulación
Temprana pueden perfectamente introducirse
en el día a día del aula de infantil, mientras que
otras actividades comunes en la misma, pueden
realizarse desde el concepto de la Estimulación
Temprana utilizando las mismas técnicas.
Usted habla de Estimulación Temprana como un
sistema integrador de metodologías. ¿A qué se
refiere?
La mayoría de las metodologías pedagógicas
persiguen el aprendizaje del niño. La Estimulación
Temprana no tiene el aprendizaje como objetivo
principal, pero el aprendizaje se produce como
una consecuencia de la labor llevada a cabo por
la Estimulación Temprana. No podemos entender
el aprendizaje sin el desarrollo cerebral, como
tampoco podemos entender una exposición pasiva
del niño a estímulos variados sin que existan
además numerosas experiencias de manipulación y
descubrimiento por parte del niño. La Estimulación
Temprana no solamente contempla ofrecer
estímulos, sino también oportunidades para que el
niño experimente y disfrute del aprendizaje y de su
desarrollo al mismo tiempo.
¿Qué competencias deben tener los profesionales
de esta educación infantil?
Principalmente necesitan comprender cómo se
desarrolla el cerebro infantil en los primeros años
y cómo aprende el niño. Y conocer unas sencillas
reglas que rigen las técnicas y actividades que
podríamos considerar dentro de la Estimulación
Temprana.
• “(El sistema educativo) presiona al niño
y lo aburre al ofrecerle actividades
poco estimulantes y motivadoras”.
En resumen: conocer “el por qué” y “el
cómo” de las actividades de Estimulación Temprana.
¿Se puede volver atrás para reparar errores en la
maduración y desarrollo de un niño? ¿Cómo?
La respuesta es sí, se puede. El poder reparar todos
los errores y el alcance de la reparación dependerán
de la gravedad de estos errores y de que los
estímulos empleados para su reparación sean los
más adecuados y lo suficientemente intensos y
constantes. También depende de la edad del niño
porque la plasticidad cerebral (la capacidad de
“moldear” el cerebro) decrece con la edad y coincide
principalmente con las más importantes etapas del
desarrollo mencionadas anteriormente.
Puede parecer complicado, pero no lo es tanto
cuando comprendemos que se basa en la intención
de estimular abundantemente todas las vías de
entrada de información al cerebro (los sentidos)
para favorecer la maduración cerebral, y también
se basa en “volver atrás” y repasar las etapas del
desarrollo en su correcto orden de modo que el
cerebro del niño tenga “una segunda oportunidad”
para madurar.
Nuestra sociedad ha cambiado vertiginosamente,
y la educación y los colegios deben también
evolucionar con ella. ¿Las necesidades del niño
en las primeras edades han cambiado o siguen
criterios de evolución más primitivos y naturales?
Las necesidades de los niños siguen siendo las
mismas de siempre, muy especialmente en los
primeros años. Debemos volver a “lo natural”, a lo
que se nos ha olvidado porque la sociedad nos ha
inculcado que lo mejor es un parto enfocado en las
necesidades de la madre, que la leche de fórmula
es más conveniente que la lactancia, que el niño
debe dormir solo desde el principio, que nos conviene
utilizar la maxicosi o el parquecito para que el niño
esté seguro, no se ensucie y nos permita tener más
tiempo libre, o que debe empezar a socializarse ya
con dos años y sentarse en una mesa a aprender a
leer y a escribir ya desde los tres.
En estas primeras edades, el niño necesita mucho
contacto con sus padres y cuidadores, necesita
moverse en plena libertad, experimentar con su
cuerpo y explorar el entorno. Necesita disfrutar de las
cosas que le plantamos hacer en el aula. Tener todas
las oportunidades para aprender y desarrollarse
plenamente, sin metas, sin exigencias, sin presión.
“La Estimulación Temprana no ha
de entenderse como algo
separado del resto de actividades que
se realizan en la escuela infantil”.
El sistema educativo exige logros por parte del niño
sin atender a si el niño cuenta con las herramientas
neurológicas, sin percatarse de si el niño está
preparado para lo que se le exige. Presiona al niño y
lo aburre al ofrecerle actividades poco estimulantes
y motivadoras, actividades que no corresponden a su
momento de maduración. La Estimulación Temprana
tiene muy en cuenta este momento en cada niño
y jamás le presiona para obtener resultados. La
Estimulación Temprana da sin esperar recibir a
cambio. Pero la experiencia de quienes la llevamos
a cabo nos muestra que cuando de esta manera
actuamos, los niños lo dan todo.