La estimulación vestibular, procedente del movimiento del cuerpo en el espacio, es uno de los principales “alimentos” del cerebro.
Resulta vital para el desarrollo cerebral del niño, ya desde la propia gestación (el movimiento de la madre desarrolla el cerebro del bebé en el útero). Una vez que nace, el bebé pide lo que más necesita: movimiento con mecimiento y contacto. ¡Necesita que le cojan en brazos!
También necesita del contacto piel con piel y del porteo… Pero volviendo al movimiento… Éste es esencial a lo largo de toda la infancia y los niños, de nuevo, nos lo hacen saber corriendo, saltando, trepando, girando…
En el mundo actual en el cual vivimos, los niños pasan la mayor parte de su tiempo en la escuela y el hogar, delante de pantallas. Apenas corren, trepan árboles o juegan en el exterior. Incluso los parques se encuentran en estos tiempos precintados, y en las escuelas los columpios y toboganes son solamente para los niños de Educación Infantil (esto con suerte para los más pequeños cuando disponen de ellos).
Nuestros niños se mueven cada día menos y el riesgo no es únicamente la obesidad infantil como podríamos pensar… ¡no!
Las consecuencias son mucho mayores y abarcan todas las áreas del desarrollo, incluidas la emocional y la cognitiva.
Esto es así porque el desarrollo a través del movimiento sustenta todo el desarrollo posterior.
Y niños que no se han movido adecuada y suficientemente en sus primeros años de vida, muy probablemente tendrán dificultades en su aprendizaje escolar después.
No se aprende a leer, a escribir o las matemáticas de repente, “porque sí”. Sino que se hace gracias a todo lo aprendido y experimentado anteriormente. Gracias a las experiencias con el cuerpo y el movimiento de éste en el espacio, será que el niño podrá contar con las herramientas necesarias para poder aprender fácilmente en la escuela.
¡Incluso los movimientos de sus ojos para poder leer dependen del movimiento que haya hecho antes con el resto de su cuerpo!
La estimulación vestibular que brindamos a los niños gracias al movimiento activa sus cerebros.
¡Los enciende! Por esto podemos ayudarles a mantener la atención en sus tareas escolares gracias a permitirles moverse.
Tenían razón ya en la antigüedad clásica cuando nos decían “mens sana in corpore sano”… Primero el cuerpo, luego la mente.
Charla en CENTRO EL ÁNGEL, Madrid: https://www.tomatismadrid.com/
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