¿Aún sigues trabajando exclusivamente con actividades cognitivas y conductuales?
¡Mejor trabaja con el cuerpo!
A muchas personas les resulta sorprendente que trabajemos con el cuerpo en el neurodesarrollo. Y siguen estancadas insistiendo en aprendizajes como los colores, las formas geométricas, las letras, los números, las palabras… Todo esto está bien, pero son, como decía, aprendizajes.
NO es un trabajo dirigido al desarrollo de los niños.
Los síntomas que muestran nuestros niños son fruto de fallos en su desarrollo, en su maduración cerebral.
Por ello, solamente hay una manera de dirigirnos a los fallos para repararlos: trabajando el desarrollo de los niños desde la base del mismo. ¡NO trabajando su aprendizaje!
El aprendizaje llegará sin esfuerzo cuando el desarrollo se haya completado y el niño cuente con las herramientas que necesita para aprender.
Nuestra labor ha de ser el darle esas herramientas. Y la manera NO es insistiendo en lo que el niño no puede hacer, le resulta difícil o, simplemente: enseñándole cosas.
El desarrollo NO se trabaja “enseñando” al niño nada. NO se trabaja “entrenándole” a hacer lo que le cuesta.
Entonces, ¿CÓMO? ¿Cómo se trabaja el desarrollo infantil?
Pues… el desarrollo comienza por y depende de una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, entre el cuerpo y el cerebro.
Para que el cerebro pueda desarrollar las funciones que el niño necesita para aprender y controlar su conducta, habrá de lograr primero esa buena relación con el cuerpo gracias a las experiencias corporales, gracias a la información que llega a través de la estimulación de los sentidos y del movimiento.
Un cuerpo desconectado del cerebro no es funcional, igual que un cerebro desconectado del cuerpo tampoco lo es.
Esto puede sorprenderte, pero la conexión de la que te hablo no se da porque sí, no nace con el niño, sino que éste la va creando gracias a ir completando su desarrollo en las etapas más tempranas de la vida.
Si todo desarrollo comienza por esto por esta relación entre el cuerpo y el cerebro, el cerebro y el cuerpo… y si el desarrollo no se ha completado como sería de desear, trabajar fuera de esta conexión es seguir camino más largo, difícil e infructuoso.
Existe un momento en la vida para lograr de forma natural una buena conexión entre el cerebro y el cuerpo, el cuerpo y el cerebro. Y existen unas experiencias concretas que se producen en ese momento y que son las que hemos de retomar después para fortalecerla.
En este vídeo te lo cuento “más bonito”:
Si quieres aprender a trabajar en la base del desarrollo infantil tal como te vengo contando, infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS. Podría ser justo lo que estás buscando.
Si te apetece que hablemos de la formación, agenda una sesión gratuita conmigo y nos vemos: