Microbiota. Relación entre intestino y cerebro con Mar Alonso - ROSINA URIARTE

Microbiota. Relación entre intestino y cerebro con Mar Alonso

Por Rosina Uriarte

Conocemos la relación entre el intestino y el cerebro de la mano de Mar Alonso, experta en microbiota.

“Toda enfermedad comienza en el intestino”. Éstas fueron las palabras de el padre de la medicina, Hipócrates.

Hoy, después de tantos años retomamos esta vieja sabiduría y nos hacemos conscientes de la importancia que tiene el intestino en el funcionamiento humano a todos los niveles.

Y por supuesto, de la influencia tan grande que tiene en el desarrollo de nuestros niños.

Cada día es más frecuente que escuchemos decir que nuestro intestino es nuestro “segundo cerebro”. Y es que resulta que el cerebro y el intestino están tan unidos y tan interrelacionados que no podemos separar el uno del otro. No podemos separar en estado en el cual se encuentra funcionando uno del estado en el cual se encuentra funcionando el otro.

Esto quiere decir que si hay inflamación a nivel intestinal es muy probable que también la haya a nivel cerebral.

Hasta hace poco se nos decía que era el cerebro el que enviaba información al intestino y que por esto, las personas que tenemos problemas intestinales, como pueda ser colon irritable por ejemplo, tenemos unas características intrínsecas a nuestra forma de ser como es el no gestionar bien el estrés, agobiarnos fácilmente, tener una tendencia a la frustración… Se nos decía también que la solución era que aprendiésemos a relajarnos, para que así mejorasen los dificultades intestinales…

Hoy, sin embargo, sabemos que la información no viaja solamente del cerebro al intestino, sino que la que va en sentido contrario, la que viaja del intestino al cerebro, ¡es 9 veces mayor!

Así que, es posible que si somos personas que no gestionamos bien el estrés y nos frustramos fácilmente esto puede deberse al estado en el cual se encuentran nuestro intestino.

Esto nos da a entender que, mejorando el estado de nuestro segundo cerebro, el llamado “sistema nervioso entérico”, podemos mejorar nuestro funcionamiento a nivel cerebral.

Y esto es válido para los niños, puede mejorar en su capacidad de prestar atención y de aprender si se trata su intestino y se mejora el estado en el cual se encuentra.

Realmente no es algo que debiera sorprendernos pues en los casos de mayores dificultades en el desarrollo infantil, como puedan ser los niños que están en el espectro autista, ocurre que la mayoría de ellos presentan manifestaciones a nivel intestinal como reflujo, diarreas, estreñimiento, intolerancias a alimentos, etcétera…

El intestino tiene el cometido de protegernos de lo que entra en nuestro organismo y absorber y servirse de lo positivo, eliminando lo negativo.

En esta labor, tan importante es la absorción de nutrientes como la eliminación de tóxicos.

Gran parte de nuestro sistema inmunológico se encuentran en el intestino (del 70 al 80%). Si éste no puede hacer su tarea de eliminar tóxicos del organismo, sino que tiene una inflamación tan grande y una porosidad que hace que esos tóxicos circulen por la sangre y lleguen al cerebro, entendemos que el estado del intestino puede afectar a cómo funcionamos a nivel cerebral.

Además de absorber nutrientes y de desechar tóxicos, el intestino cuenta con otras varias funciones, entre ellas la de fabricar gran parte de los neurotransmisores (sustancias químicas que que favorecen la comunicación entre las neuronas): hasta el 90% de la serotonina y el 20% de la dopamina.

La serotonina es el neurotransmisor cuyo déficit asociamos con la depresión, la dopamina con el déficit de atención. Y conociendo esto, no parece tener demasiado sentido que si queremos tratar estos trastornos (entre otros), nos centremos solamente en el funcionamiento del cerebro.

El intestino, al igual que otros órganos de nuestro cuerpo, está habitado por una gran cantidad de microorganismos, algunos de ellos patógenos, pero otros beneficiosos. Lo deseable es que esta “microbiota” esté sana, que exista equilibrio entre unos microorganismos y otros. Una microbiota sana se encuentra en una persona sana, sana a todos los niveles.

Mar Alonso, nuestra invitada experta en el programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ nos cuenta cómo influye la microbiota en el ser humano. Y cómo una gran mayoría de los niños con autismo, por ejemplo, tienen una microbiota dañada, suponiendo esto un intestino permeable y una intoxicación en todo su organismo. También nos habla de cómo trabaja ella con los niños para lograr retomar su salud intestinal y cómo muchos así, muestran grandes cambios en todas las áreas de su desarrollo y aprendizaje.

Si todo comienza en el intestino como decía Hipócrates, es ahí donde debemos actuar para que otros tratamientos y otros enfoques terapéuticos funcionen en las mejores de las condiciones y el niño pueda avanzar fácilmente hacia su recuperación y hacia un desarrollo pleno que le permita aprender y funcionar con facilidad.

Antes de su sesión en el programa MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ nos concede esta pequeña charla:

Infórmate del programa de formación online en neurodesarrollo MIMANDO LAS ESTRELLAS✨ Cada mes contamos con un experto en desarrollo infantil invitado al programa, además de tener un completo contenido teórico y práctico sobre el desarrollo infantil y cómo apoyarlo desde diferentes técnicas de estimulación cerebral.

“¿Por qué tanto miedo a los tóxicos en los niños?”

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