Autismo (TEA), trastorno generalizado del desarrollo, déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H), trastornos del lenguaje (TEL), dislexia, síndromes… son, entre otros, diagnósticos que hacen referencia a dificultades en el desarrollo y el aprendizaje de los niños.
El desarrollo de un niño equivale a su desarrollo y maduración cerebrales.
Al fin y al cabo, es el cerebro el que lo hace todo: es el cerebro el que camina, está sentado, presta atención, lee, escribe, se relaciona con los demás… El cerebro utiliza el cuerpo como un instrumento para hacerlo todo en la vida. Y es por esto que hemos de ocuparnos del cerebro de nuestros niños, de asegurarnos de que recibe la estimulación adecuada para su plena maduración y, cuando esto no ha sido posible, ofrecer una estimulación extra que lo ayude a alcanzar esa maduración óptima.
El neurodesarrollo se ocupa del desarrollo natural del cerebro
De esto se ocupa el neurodesarrollo. Una ciencia que se basa en el desarrollo natural del ser humano y en cómo apoyarlo de forma también natural para que sea lo más pleno posible. Todo esto se traduce en un trabajo con el cuerpo, las sensaciones y el movimiento. Un trabajo del cual disfrutan los niños mientras se dirigen directamente a las causas de sus dificultades en lugar de quedarse a trabajar exclusivamente en los síntomas.
Si te interesa el neurodesarrollo, conoce las opciones de formación y asesoramiento que te puedo ofrecer: formación para profesionales que trabajan con niños y asesoramiento individual o grupal para familias de niños con dificultades en su desarrollo.